Las asociaciones Alnitak y Equinac denuncian casos de pesca ilegal marroquí en el mar de Alborán
Los colectivos conservacionistas presentan una denuncia por el uso de redes a la deriva y la consecuente muerte de fauna marina protegida y piden a las instituciones que se cumpla la ley
Pescadores de Carboneras denuncian la práctica ilegal marroquí de redes a la deriva
Las asociaciones de conservación de la mar Alnitak y Equinac han denunciado ante la Dirección General de la Guardia Civil la situación de pesca ilegal que se vive en el mar de Alborán y han reclamado al Gobierno de España y a la Unión Europea que se tomen las acciones necesarias para hacer cumplir las regulaciones con relación a las redes de pesca pirata y evitar la importación de este pescado a la UE. Alnitak y Equinac llevan desde principios del mes de mayo embarcados a bordo del pesquero de investigación Toftevaag a la caza de las denominadas “cortinas de la muerte”, que provocan la captura accidental de miles de cetáceos y otras especies en peligro de extinción.
El Toftevaag de Alnitak estará durante todo el mes de mayo realizando una expedición en el mar de Alborán con el fin de interceptar rederos ilegales. En lo que llevamos de mes, esta expedición ha podido registrar ya 6 rederos y retirar del mar 4 artefactos de pesca fantasma derivados de la pesca con redes de deriva. Ambas asociaciones aseguran que son 940 los barcos y 2.200 los kilómetros de red ilegal que en estos momentos se encuentran en los puertos del Mediterráneo de Marruecos. “Esperamos que con esta denuncia no queden impunes ni los pescadores piratas ni las instituciones, que tienen por obligación hacer cumplir la ley, como son el MITECO, el MAPA y el DGMARE”, ha manifestado Ricardo Sagarminaga, fundador de Alnitak, organización que lleva más de 30 años dedicándose a la conservación y protección de los ecosistemas marinos, estudiando y monitorizando distintas especies para educar a las comunidades locales y visibilizar al mundo de sus problemas.
Alnitak es una de las organizaciones cuyos proyectos apoya la Fundación Ocean Born, constituida en 2020 con el propósito de impulsar y acelerar el proceso de restauración y protección del océano. Esta acción coincide con la protesta expresada por la flota pesquera española por la pasividad de las autoridades españolas y comunitarias frente a la pesca ilegal con redes pelágicas de deriva por parte de Marruecos, Argelia e Italia. Eva María Morón, coordinadora del centro de recuperación de fauna marina Equinac −ONG sin ánimo de lucro dedicada al rescate de animales marinos−, ha lamentado que, como cada año, el centro se ve saturado por el gran número de cetáceos y tortugas marinas que llegan a la costa de Almería, víctimas de enmalla en estas redes.
Una problemática que viene de lejos
Un estudio científico presentado al ICATT en 2005 ya informó del importante impacto de estas redes de la flota marroquí, con una mortandad asociada de miles de delfines y tortugas y decenas de miles de tiburones cada año. A raíz de este estudio, EEUU y la UE pagaron más de 15 millones de euros al Reino de Marruecos para la conversión de su flota y la eliminación de estas redes, que ya estaban prohibidas en el Mediterráneo desde 2001. Sin embargo, esta conversión nunca tuvo lugar. Durante años, desde 2010, la flota palangrera española ha venido informando a las autoridades españolas, a Bruselas, al ICCAT y al Consejo General de Pesca del Mediterráneo sobre la presencia, cada vez mayor, de embarcaciones utilizando estas redes a lo largo del norte de África e, incluso, por parte de la flota pesquera de Calabria (Italia).
Asimismo, hace un año, sobre la base de una modelización backtracking realizada para varios varamientos de especies protegidas en redes de deriva, Alnitak llevó a cabo una campaña en el mar de Alborán para validar estos modelos y averiguar si existía realmente esta pesca pirata. Los resultados de esta campaña mostraron una realidad desoladora, confirmando la actividad ilegal de casi 1.000 embarcaciones usando más de 2200 kilómetros de red ilegal, más del doble que antes del 2010. En paralelo a los resultados de esta campaña, Alnitak presentó los datos de 12 informes de especies de ballena protegidas víctimas de estas redes y los alarmantes datos de los centros de recuperación de Ceuta, zona del Estrecho, Almería, islas Baleares, Sicilia y Malta, que muestran una relación directa entre esta pesquería ilegal y el exponencial incremento en número de tortugas varadas en consecuencia de interacciones con redes.
Alnitak presentó los datos e imágenes de su campaña al MITECO, MAPA, la Comisión Europea, el ICCAT y la CGPM, comprobando una falta de voluntad política a hacer frente a esta situación, que constituye la principal amenaza para la megafauna protegida del Mediterráneo. “Resulta indignante que se haga la vista gorda con lo que está pasando frente a nuestras costas e, incluso, en nuestras aguas jurisdiccionales”, ha comentado Sagarminaga, que en mayo de 2022 se encontró un delfín común enmallado en una red de deriva marroquí en aguas de la Reserva Pesquera y Lugar NATURA 2000 de la isla de Alborán. Sagarminaga resalta también que el programa de seguimiento de especies protegidas que realiza Alnitak desde hace más de tres décadas muestra un importante declive en las poblaciones de cetáceos en la región del mar de Alborán, con una reducción en más de un 60% en los tamaños de unidad familiar y manadas de especies como el delfín común o la ballena piloto.
Hace 36 años Sagarminaga estaba ya en esta batalla contra las redes de deriva en el Mediterráneo. Entonces era como marinero a bordo del buque ecologista Sirius de Greenpeace cuando, gracias a la movilización de la flota palangrera del Mediterráneo, se consiguió un primer paso importante en la prohibición de las cortinas de la muerte. Hoy se unen, una vez más, científicos de Alnitak y Equinac con los pescadores de Carbopesca para exigir el cumplimiento de la ley y la erradicación de las redes de deriva.
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