Alpinistas colgados de un 'hilo' para instalar las mallas y estabilizar taludes

Si antes finalizan los trabajos de refuerzo y sujeción en la carretera de El Cañarete, antes sucede un accidente. No han pasado ni cuatro días desde que finalizaron los trabajos, cuando varios metros más allá una roca se ha desprendido de la montaña y ha provocado el caos en hora punta a la entrada a la capital.

Fue el viernes cuando los operarios finalizaron el proyecto y dieron por concluida la obra. Ahora, otro tramo pide a voces una actuación similar a la que se ha llevado a cabo en Bayyana.

Con los cuatro sentidos puestos en un punto fijo, sin manos, sin pies y sólo sujetos por una cuerda y un mosquetón, un grupo de alpinistas colocó el miércoles los últimos detalles de las obras de protección y estabilización de taludes que el Ministerio de Fomento ha llevado a cabo en los últimos días en la antigua carretera nacional 340, más conocida como carretera de El Cañarete.

Los trabajos, que se han desarrollado durante tres semanas y en los que han sido necesarios los cortes de tráfico durante el horario de mañana hasta el mediodía, se han realizado con una inversión cercana a los 500.000 euros.

Los desvíos de la circulación del tráfico han sido un calvario para muchos, sobre todo para aquellos conductores que están obligados a viajar en horas punta, en las que ha habido días que pese a los desvíos, se han registrado atascos y colas de vehículos de varios kilómetros, sobre todo a la entrada y salida de Roquetas. Sin embargo, a partir de ahora, la seguridad para vehículos y conductores es máxima en la zona donde se ha actuado. Difícil será ver en años los escandalosos deslizamientos de rocas que se pudieron ver este invierno, cuando incluso fue preciso cortar la vía.

La ladera estaba pidiendo a gritos una actuación para prevenir desprendimientos de tierra y, dada la necesidad de paliar el problema, el Ministerio de Fomento trazó un proyecto que este fin de semana ha visto su fin.

Se han llevado a cabo obras de saneo y colocación de dispositivos de contención contra los desprendimientos de la ladera. En concreto, se han colocado 1.500 metros cuadrados de malla de triple torsión con red de anillos de acero de 350 milímetros de diámetro, y se han colocado 200 metros de barrera dinámica. Unos dispositivos que darán seguridad a la montaña y que además evitará incidentes en el tráfico que bordea la costa como el que ocurrió ayer mismo. La malla metálica impedirá que las rocas lleguen hasta el asfalto si llegan a desprenderse de la ladera.

Las lluvias son precisamente uno de los fenómenos más dañinos para los taludes. De hecho, el año pasado fueron varias las ocasiones en las que la vía se vio seriamente afectada por la caída de piedras y ya entonces Fomento tuvo que acometer trabajos de urgencia en dicho tramo.