La Armada desactiva una bomba de aviación en el fondo de la playa de El Zapillo

Especialistas en desactivación de artefactos explosivos de la Armada detonaron ayer una antigua bomba de aviación que fue localizada por unos buzos a quince metros de profundidad en la playa de El Zapillo, en la capital almeriense. Según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno, los buzos alertaron de la presencia del artefacto el pasado martes al Servicio de Emergencias 112, quien de inmediato puso en conocimiento de la Guardia Civil el hallazgo.

Hasta el lugar se trasladaron componentes del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas de la Comandancia de la Guardia Civil, quienes tras sumergirse en la zona indicada por los buzos que hallaron el artefacto confirmaron la existencia de una posible bomba de aviación antigua, en coordinación con el Grupo Especialista de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil de Almería (GEDEX).

A raíz de la confirmación, la Comandancia activó el protocolo de actuación con Vigilancia de Acción Marítima y, conforme al procedimiento habitual ante este tipo de casos, a primera hora de la mañana de ayer, bajo una estricta barrera de seguridad se llevó a cabo la detonación del artefacto bajo el agua y los cascotes y restos fueron trasladado hasta el puerto de la capital, tras lo que quedaron en manos de la Armada.

Según informaron a Diario de Almería fuentes de la Subdelegación del Gobierno, han sido seis especialistas de la Unidad de Buceo de la Estación Naval de Algameca de Cartagena (Murcia), los que ayer mismo se desplazaron hasta el puerto de Almería para proceder a detonar y sacar el fondo de la plaza de El Zapillo semejante artefacto que levantó la expectación de los bañistas y vecinos de la zona.

El operativo se llevó a cabo después de que la Policía Nacional acordonara la playa y ordenara a todos los bañistas salir del agua para preservar la seguridad.

Previamente, Salvamento Marítimo había establecido un dispositivo de seguridad desde la noche anterior en un perímetro de 500 metros de radio para que no se aproximaran a la zona ni barcos ni personas.