Asaltan armados y encapuchados una oficina y agreden al gerente

La Policía Local detiene a uno de los atracadores cuando tomaba un refresco en el bar donde ocultó la pistola · Dos empleadas fueron amordazadas · La víctima confirma una relación laboral con el arrestado

La Policía Local saca engrilletado al presunto agresor que se refugió en un pub tras el asalto a una oficina.
María José Uroz / Almería

06 de febrero 2009 - 01:00

Dos encapuchados armados asaltaron ayer al mediodía, sobre las 13:30 horas, una oficina de la calle Séneca, cercana a la Plaza Virgen del Mar. Los dos individuos, accedieron al interior de la entidad y amordazaron a las dos empleadas. En ese momento el jefe se encontraba fuera y cuando llegó al lugar de trabajo también fue agredido por los que ocultaban su rostro bajo un pasamontañas. "Me han golpeado en la cabeza con la culata de una pistola y además he reconocido a uno de ellos que fue empleado mío hace meses", aseguró a El Almería el jefe de la oficina que salió corriendo detrás de los asaltantes una vez que huyeron del lugar.

Con la cara llena de sangre y dos brechas abiertas en la cabeza, la víctima se armó de valor y mientras los ciudadanos avisaron a la Policía Local él pudo localizar dónde se refugió uno de los asaltantes, que iba armado. El presunto delincuente subió las escaleras del pub, situado en la Plaza Conde Ofalia más conocida como Plaza de los Burros y, para paliar su fatiga tras la carrera pidió al camarero una coca cola.

De inmediato llegaron los agentes locales y fue precisamente la propia víctima la que señaló al después detenido como el autor de la agresión. Le pusieron contra la barra del bar, le registraron y el arma no aparecía. Inspeccionaron los servicios, las plantas que decoran la puerta y hasta el interior de la barra, pero ni rastro de la pistola.

En un principio nadie entendía su actitud y por qué se había refugiado en el local de copas, pero más tarde, comprobaron que una de las empleadas del pub, concretamente la cocinera, era la mujer del agresor, a quien éste le entregó el arma oculta en una mochila y ella la escondió en la cocina. La mujer nunca lo confesó. Fue la policía quien durante una intensa búsqueda y por intuición logró localizarla, al parecer en el interior de un congelador.

Mientras tanto, la víctima permanecía tumbado en un banco de la plaza, acompañado por un agente que le presionaba la herida para que no perdiera más sangre. La Policía Local requirió una ambulancia que lo trasladó de inmediato hasta el hospital Torrecárdenas.

El detenido, colombiano, fue trasladado a la Comisaría de Policía Nacional que se hizo cargo de la investigación para esclarecer lo sucedido. Aunque por el momento no se sabe cuánto pudieron sustraer los asaltantes en la oficina o si el móvil de la agresión era realmente el robo, la Policía Local, sí confirmó que entre la víctima y al menos uno de los agresores existió hace meses una relación de trabajo. Precisamente por este motivo, ayer los agentes no descartaron un ajuste de cuentas por presuntas "desavenencias" entre ambos.

Hasta el mediodía, el segundo asaltante se encontraba en paradero desconocido. La Policía Nacional en colaboración con la Policía Local batieron la zona para localizarlo, sin éxito.

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