Atracan un estanco en Fernán Pérez y agreden con violencia a los dueños

La Guardia Civil del puesto principal de Níjar ha detenido a un grupo de personas de nacionalidad rumana acusados de un robo con violencia e intimidación en un estanco de la barriada nijareña de Fernán Pérez. Los siete detenidos ya están en la prisión provincial El Acebuche, según confirmaron fuentes oficiales.

Los hechos ocurrieron el pasado martes, cuando varias mujeres se dirigieron al establecimiento para pedir fruta y segundos después otro grupo de hombres que aguardaba en el interior de una furgoneta accedió al local, agredió a los dueños del estanco y también a su hijo. La familia precisó atención médica, según ha podido saber Diario de Almería. Fue entonces cuando aprovecharon la debilidad de los propietarios para apoderarse de un suculento botín compuesto, entre otros objetos, por joyas.

Los hechos fueron denunciados ante la Guardia Civil, que de inmediato inició una investigación y apenas 48 horas después logró localizar y arrestar a siete extranjeros acusados de ser los presuntos autores del robo y de las lesiones.

Tras pasar a disposición judicial el juez decretó el ingreso en prisión para todos los detenidos.

Pero este no ha sido el único robo que se ha producido en la comarca de Níjar en las últimas semanas. Al menos otros dos domicilios han sido desmantelados por completo en los municipios de Campohermoso y San Isidro. La población está en alerta y aseguran que "la inseguridad se respira en el ambiente", aunque son conscientes de que tanto la Guardia Civil como la Policía Local trabajan día y noche en cuestiones de seguridad ciudadana y controles de vehículos y personas.

Hace tan solo unos meses una oleada de robos y atracos similar azotó la Comarca de Nacimiento, donde casas, cortijos y establecimientos fueron saqueados. Pueblos como Doña María, Abla y Ocaña fueron los más perjudicados, según las declaraciones de sus vecinos y alcaldes a este periódico. La mayoría de los lugares objetivo de robo eran segundas residencias que los delincuentes tenían vigiladas. Sabían que sus moradores no estaban y que había objetos de valor.