El cansancio de los más precavidos, que quisieron coger un buen sitio desde bien pronto, aunque fuera en un punto avanzado del recorrido de la Cabalgata de Reyes, se tornó en chispeante ilusión cuando comenzaron a aparecer los muchísimos participantes en el séquito real. Almería se echó a la calle de verdad, en una de las más concurridas manifestaciones populares en torno a un mismo evento, seguramente la que más, de todo el año.
La magia de cada 5 de enero representada en decenas de miles de personas, niños y grandes, que pudieron estar muy cerca de Sus Majestades de Oriente horas antes de que se produjera el gran milagro de los regalos en cada casa. Y todo, pese al reseñado retraso acumulado por el cortejo desde su arranque, que dejó de ser tema de conversación recurrente tras las vallas del recorrido cuando las luces y la música aparecieron al fondo. Mereció la pena esperar.
La cabalgata ha crecido en este 2019, especialmente en la cantidad y calidad de pasacalles, siete y con carácter internacional, que acompañan a los Reyes durante su camino. Ingenios muy llamativos, luminosos y ciertamente espectaculares, que se fueron incorporando al desfile en su inicio desde calles adyacentes a la Rambla, punto de inicio del cortejo. Numerosas carrozas infantiles, algunas con música en directo, y los tres tronos reales repartieron 2’2 millones de golosinas a lo largo de todo el recorrido, destacando los caramelos ‘blanditos’ y aptos para celiacos, que engrosaron bolsillos y bolsas por doquier ante la atenta mirada de los efectivos de seguridad, no fuera a ser que algún niño sorteara las vallas con imprudencia a la búsqueda del dulce. Hasta 3.000 pulseras identificativas se pusieron a disposición de madres y padres para evitar que algún crío se extraviara.
‘Seres Blancos’, ‘Christmas Time’, ‘Magie Blanche’, ‘Paris Parade’, ‘Christmas Birds’, ‘Lumières Merveilleuses’ y ‘Transformers’ fueron los siete pasacalles, procedentes de España, Francia e Italia, que deslumbraron por las calles de la capital. Vestimentas del teatro clásico, grandes globos de luz, hadas luminosas, personajes en altos zancos, seres voladores, aves gigantes articuladas y hasta varios llamativos ‘transformers’ fueron principales protagonistas junto a, claro, Melchor, Gaspar y Baltasar y sus séquitos de pajes reales. Ni siquiera un grupo de trabajadores de Correos se lo perdieron, ayudando a recoger las cartas de los más ‘despistados’.
El hermano mayor de la Hermandad del Encuentro y vicepresidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Manuel Cerejido Gómez; el gerente de la Asociación Síndrome de Down de Almería, Asalsido, Francisco Navarro Ruiz; y el traductor de la Oficina de Extranjería de la Comisaría de Policía, Sidiyaya Konate, fueron los emisarios de los Reyes en la capital. De igual forma, también participaron miembros de la asociación ‘Anda’ junto a la ‘Duda Teatro’, dotando al cortejo de un carácter inclusivo, a lo que ayudaron las dos plataformas instaladas para que personas con movilidad reducida y diversidad funcional no se perdieran ni un detalle. Y uno de los puntos culminantes, sin duda, llegó en el Paseo, cuando la ‘nieve’ cayó del cielo como preludio invernal de lo que horas después, en las casas de todos los niños de Almería, iba a hecerse realidad: la magia.
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