Sucesos

Cae un grupo criminal con embarcaciones ilegales para el tráfico de migrantes y contrabando en Carboneras y Níjar

Agentes de la Guardia Civil.

Agentes de la Guardia Civil. / D.A. (Almería)

Un grupo criminal, asentado en Carboneras y Níjar e integrado por mecánicos, tractoristas e incluso pastores, ha sido desarticulado por la Guardia Civil después de que sus miembros ocultaran y almacenaran embarcaciones ilegales para el tráfico ilícito de personas y transporte irregular de combustible.

La denominada operación 'Barkas' se ha producido en el marco del plan para la lucha contra el narcotráfico y el tráfico de seres humanos que el instituto armado, según ha informado este martes en un comunicado, lleva a cabo en la costa almeriense.

Durante uno de los servicios preventivos, los guardias civiles identificaron el pasado 12 de octubre a tres personas en la Rambla del Algarrobico, en Carboneras, cuando trataban de echar al mar una embarcación por un punto de difícil localización dentro de un paraje natural, no habilitado como canal náutico.

En esta maniobra utilizaron un vehículo para remolcar la embarcación y un tractor para sacarla a la playa.

En una primera inspección, la Guardia Civil detectó ciertas anomalías en la documentación de la embarcación y que el remolque carecía de matrícula, por lo que decidió trasladar ambos vehículos al puerto pesquero de Carboneras, donde quedaron depositados para ser inspeccionados de forma más exhaustiva y valorar posibles ilícitos penales.

En las horas posteriores, las personas identificadas, acompañadas de otras, hicieron varios intentos de llevarse la embarcación depositada, pero careciendo en todo momento de la documentación de la misma y de permiso para el uso del remolque.

Los agentes hicieron además un informe técnico-ocular para detallar los efectos decomisados y comprobaron que el número de identificación del motor, las estructuras de la embarcación y del remolque habían sido "manipulados", y que tampoco coincidían con los datos que figuraban en la documentación.

En una segunda fase de la operación, a principio de este mes de noviembre, los agentes siguieron sus inspecciones en diversas naves industriales dedicadas al "invernaje" y la reparación de embarcaciones y sus motores.

De entre las embarcaciones inspeccionadas, fue identificada una semirrígida, de alta velocidad, considerada mercancía de género prohibido como medida de lucha contra el tráfico ilícito de personas y mercancías.

Como resultado de la operación, la Guardia Civil ha investigado a cinco hombres de 22, 23, 24, 32 y 62 años, y ha detenido a otro, de 24, por supuestos delitos de falsedad documental, contrabando y pertenencia a grupo criminal.

A varios de ellos les constan antecedentes policiales por diversos delitos, entre ellos tráfico ilegal de personas y de drogas.

Las diligencias, el material intervenido, los investigados y el detenido han sido puestos a disposición del Juzgado en funciones de guardia de Vera y la operación continúa abierta, con nuevas líneas de investigación encaminadas a la desarticulación de la infraestructura logística y de redes delictivas relacionadas con el tráfico ilícito de personas.

"Pateras taxi y petaqueros"

Durante los últimos años la Guardia Civil ha detectado y desarticulado organizaciones criminales de carácter internacional, especializadas en el narcotráfico y en el tráfico de seres humanos, principalmente provenientes del norte de África, que irían desde sus países hacia España vía marítima.

Para ello, emplea embarcaciones rápidas tipo zodiac o "pateras taxi", que tienen como punto principal de entrada en España las costas almerienses.

Según la Guardia Civil, estas redes delictivas solían sincronizar varias salidas simultáneas de embarcaciones rápidas con la finalidad de "saturar" los servicios de las patrullas en tierra y mar y, con ello, dificultar su interceptación.

Este fenómeno conocido como "pateras taxi" consistiría en el uso de embarcaciones ligeras, que hacen viajes exprés, con capacidad para una veintena de personas y que, conforme arriban a tierra, vuelven mar adentro para seguir efectuando viajes.

Estas embarcaciones precisan un elevado consumo de combustible y están obligadas al repostaje posterior al desembarco de droga o personas en la línea de costa para su retorno a alta mar.

Por ello, en torno a esta necesidad, ha surgido una nueva figura delictiva conocida como "petaqueros", un tipo de gasolineras flotantes mediante embarcaciones que transportan garrafas o bidones de combustible que sirven de apoyo a otras embarcaciones en redes de contrabando.

Este combustible suelen suministrarlo desde tierra o embarcaciones tipo botes de fibra, lanchas neumáticas o incluso pequeños pesqueros.

En ellas suelen viajar un patrón, que domina el motor, y al menos una segunda persona encargada de entregar el combustible, quienes suelen pertenecer a escalafones inferiores de la organización y son "fácilmente reemplazables".

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