Carteles del ¿fin de ciclo?

El refranero no se suele equivocar cuando sostiene que la cara es el espejo del alma o casi mejor sería decir las caras. Las de los cargos y candidatos del PP de Almería en la jornada de ayer, en la tradicional pegada de carteles poco después de celebrar la Intermunicipal, no eran las de siempre. Las sonrisas forzadas, las miradas perdidas y la seriedad palpable. El barómetro que hizo público ayer a primera hora el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) tiene la culpa. La posibilidad de perder el 20 de diciembre en las urnas no entraba dentro de los planes de la familia popular almeriense, pero desde la publicación del sondeo todo son malos presagios. No suele fallar el pronóstico, a pesar de la reducida muestra provincial, bien lo saben los diputados y senadores que en las últimas citas electorales han confirmado en el recuento de los votos la hegemonía que marcaban las encuestas. De una situación de empate técnico en las municipales de mayo se ha derivado a una más que posible victoria del socialismo almeriense, después de más de diez años de derrota tras derrota ante el rodillo del PP. El sondeo les concede en estimación de voto 3-2 escaños en el Congreso de los Diputados frente a los 2-3 de los aspirantes populares. El sexto de los asientos en el Hemiciclo de la Cámara Baja se lo podría quedar la formación emergente de Albert Rivera y su propietario pasaría a ser el cabeza de lista y portavoz de Ciudadanos en Roquetas, Diego Clemente. Y es que el socialismo mantendría su liderazgo en el conjunto de Andalucía, si bien no habría excepción en Almería por primera vez en muchos años. No se contempla ningún escaño para Podemos y su candidato David Bravo, el abogado sevillano, está más fuera que dentro, siempre y cuando se cumpla el barómetro del CIS. Si bien Ciudadanos tiene un mínimo de un escaño en las ocho provincias andaluzas, según el sondeo, el partido de Iglesias sólo obtendría representación en Málaga, Sevilla, Granada, Cádiz y Córdoba. Tampoco lo esperaban los podemistas, después de meses en los que se ha hablado de un nuevo mapa político provincial, tal y como aparecía reflejado en encuestas difundidas en los meses previos al inicio de la campaña. Y no falló el pronóstico del CIS de hace cuatro años cuando le daba cuatro diputados nacionales a los populares y dos al PSOE, pero en política nunca se sabe hasta que concluyen los recuentos.

El PP ha sufrido un desgaste en los últimos años considerable y ha perdido el fuelle que tenía en las anteriores citas con las urnas. La distancia de más de veinte puntos con los socialistas se ha ido esfumando y, a pesar de que los dos grandes partidos han ido retrocediendo y sumando apoyos los emergentes, han conseguido recortarla para llegar incluso a darle la vuelta. La hegemonía de los populares, que tocó su techo en los comicios de 2011 con un 57,7% de apoyo a la candidatura de Rajoy, ha pasado a la historia de la democracia. El PP luchará en Almería contra su fin de ciclo.