Chi kung y tai chi chuan como complemento para el deporte

Almudena Blasco imparte en la Universidad cursos de una práctica milenaria que cuenta con efectos positivos para la salud y cuya práctica aumenta cada año

Un grupo de participantes en la actividad ofertada por la UAL.
Un grupo de participantes en la actividad ofertada por la UAL.
Tito Sánchez Núñez / Almería

26 de octubre 2011 - 01:00

Chi kung y tai chi chuan. Dos términos que se suelen mezclar para referirse al tai chi, una práctica milenaria con efectos positivos para la salud y que estaba totalmente fuera del dominio público. La Universidad de Almería oferta esta actividad para sus socios deportivos a cargo de Almudena Blasco, antigua gimnasta en Madrid, que lleva ya algunos años ejerciendo de profesora de la misma en la UAL. Su práctica va en aumento y se ha ampliado la oferta con respecto al curso anterior, pasándose solo del chi kung a tener ahora también tai chi chuan, un método para un nivel más avanzado que el chi kung.

"El tai chi chuan es lo que casi todo el mundo nombra como tai chi", relata Almudena, que enseña "la forma de trece movimientos, que se puede aprender con facilidad durante un año". Es la forma de trece movimientos del maestro Juan Li, del estilo yang. Unas prácticas que vienen de China, de la filosofía taoista, en la que nace la medicina tradicional china.

Las clases que imparte Almudena Blasco en el Centro Deportivo de la UAL consta de tres partes. Primero, con el calentamiento. Luego, en el chi kung se hacen ejercicios de manera suelta o enlazada, en función de las necesidades de cada uno de los practicantes. En tai chi chuan, lo que se enseña los miércoles son las llamadas Ocho Joyas (u Ocho Piedras de Brocado) y los martes los Ocho Vasos Maravillosos, una manera más corta. La tercera parte de las clases consiste en una relajación en suelo, con estiramientos de las zonas que más se hayan trabajado durante la segunda parte del proceso, en la que también se puden hacer ejercicios de visualización, la meditación guiada para dirigir la energía mentalmente.

Las clases mejoran la coordinación, la capacidad respiratoria y la movilidad articular. "Es fuente de salud", comenta Almudena, que comenzó con el chi kung hace algo más de cuatro años y descubrió en esta práctica "la integración entre el deporte y la parte energética más interna" y que destaca que se trata de "una formación contínua".

Aun con todos los beneficios de esta actividad, también es recomendable, concluye Almudena, combinarlas con otras prácticas deportivas.

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