Cortés: "Espero que a los asesinos de Miriam se les aplique la perpetua"

Para los Cortés el día de ayer fue "muy difícil", más que el resto, que tampoco es sencillo. Se cumplen cinco años de la desaparición y muerte de su pequeña, Mari Luz, la jornada "que cambió nuestras vidas". En silencio, cabizbajos, depositan hoy flores ante su tumba.

El dolor insoportable de la pérdida de un hijo no se supera nunca, "es una herida que va cicatrizando poco a poco pero que cuando menos te lo esperas se vuelve a abrir, es una enfermedad crónica que tiene su mejoría pero también su recaída", confiesa a este diario Juan José Cortés. Las fuerzas para seguir se las dan a él y a Irene sus otros dos hijos: Juanjo, de 18 años, y Daniel, de 15.

Aplaude los cambios que se han introducido desde aquel 13 de enero de 2008 a nivel policial y judicial, aunque considera que "faltan medios para llevarlos a cabo".

También piensa que la interconexión de los juzgados debe hacerse a nivel nacional "de forma urgente" y que debe cambiar la ley penitenciaria para que "no se otorguen permisos a estos criminales tan alegremente", en clara referencia a Rosa del Valle, que solicitó el tercer grado el pasado septiembre.

No obstante, si hay un cambio que parece estar a la vuelta de la esquina por el que se siente "orgulloso" es por la futura implantación de la prisión permanente revisable: "Estos criminales no tienen ningún derecho a la libertad, igual que ellos roban la vida de seres inocentes, el Estado no les puede dar una herramienta para que ejerzan un derecho que no les pertenece".

Cortés espera que la nueva medida que se incluye en el anteproyecto de Ley de reforma del Código Penal pueda aplicársele al presunto autor del secuestro y muerte de la niña Miriam Cuerda, Jonathan Moya, y a su presunto cómplice, Raúl Ríos, "porque así me daré cuenta de que esta lucha ha servido para algo".

Afirma en este sentido que, "a nosotros, los padres, hay pocas cosas que nos puedan consolar. Nada. Pero por lo menos te alivia el saber que el que ha asesinado a tu hija no va a salir más de la cárcel. Eso, en cierta manera, es una forma de hacer justicia", puesto que cuando la pérdida es irreparable y nadie puede sustituir a tu hijo, "el criminal que te lo ha arrebatado de los brazos debe pagarlo en la cárcel".

Además, no cree en la reinserción de los asesinos y abusadores de menores: "A un degenerado de estos que ya no tiene arreglo y que sabemos que va a volver a cometer un delito no se le debería permitir pisar la calle ni por activa ni por pasiva".

Toparse en días tan difíciles como el de hoy con noticias como las del secuestro y muerte de la pequeña Miriam les afecta y mucho. "Te vienen todos los recuerdos, somos muy sensibles a todo lo que pasa". Los Cortés aún no han contactado con la madre de la niña de La Palma, Gema Cuerda. Lo harán más adelante, cuando las aguas estén más calmadas y "ya esto no sea noticia".

Juan José sabe bien lo que sienten ahora mismo Gema o Ruth Ortiz. "Cuando te sientes solo, cuando pasan los primeros días en que no te lo terminas de creer, cuando te encierras en tu casa y ves que no está tu hija, que después de tanto tiempo no va a volver... te despiertas cada mañana y piensas que todo ha sido una pesadilla, te desvelas a medianoche y vas a mirar su habitación y la ves vacía. Eso es terrible. La soledad es un arma difícil de vencer".

Juan José Cortes con su hija, la pequeña Mari Luz asesinada hace cinco años