Medio centenar de armas de guerra, inutilizadas y propiedad de una persona fallecida, han sido decomisadas en una vivienda de Mojácar, donde estaban en posesión de la mujer que las había heredado y que formaban parte de la decoración del inmueble, colgadas en las paredes.

Según ha informado este viernes la Guardia Civil, personal de la Intervención de Armas y Explosivos localizaron las armas tras las informaciones obtenidas de la colaboración ciudadana.

Dichas armas contaban con su certificado de inutilización expedidos por el Banco Oficial de Pruebas de Birmingham, pero datados entre 1990 y 2008.

Las armas intervenidas han sido trasladadas y depositadas en las dependencias de la Guardia Civil hasta que su actual propietaria cambie la titularidad de las mismas.

Para ello, tendrán que enviarse al Banco Oficial de Pruebas de Éibar para efectuar una nueva inutilización que se adapte a la nueva normativa, con la expedición de un nuevo certificado oficial.

La Guardia Civil ha recordado que, si una persona hereda armas, debe ponerse en contacto de la manera más inmediata con la Intervención de Armas y Explosivos (IAE) de la Guardia Civil (062).

En concreto, deben aportarse los certificados de inutilización oficiales para solicitar un cambio de titularidad y, en caso de que ese certificado no cumpla los requisitos de la normativa actual, deberá expedirse nuevamente para completar el proceso de cambio de titularidad.

En el caso de que alguien no quiera conservar las armas, debe entregarlas en esa misma intervención de la Guardia Civil para su destrucción.

El coste de envío al Banco Oficial de pruebas y la adaptación a la nueva normativa de cada una de las armas tiene un valor aproximado de 200 euros y, si pasado un año del depósito no se ha llevado a cabo, se procederá a su destrucción.