Donación de óvulos, el milagro creciente contra la infertilidad

Es un método al alza en la provincia en el intento de eludir el reloj biológico de cientos de mujeres por la baja calidad de sus óvulos

Azafatas de C&C realizan una acción de información y captación de futuras donantes de óvulos en la Universidad de Almería. / Fotografías: Javier Alonso

Mamás de laboratorio mediante la donación de óvulos de mujeres jóvenes, sanas y fértiles. Gracias a la ovodonación cada año cientos de familias de la provincia logran concebir a sus hijos al convertirse en una de las alternativas de la ciencia más demandada a la hora de lograr el deseado embarazo. Las mujeres retrasan cada vez más su maternidad por aspectos socioculturales como el trabajo y la búsqueda de pareja y el reloj biológico no perdona. Si en 1975, con los primeros registros en el Instituto Nacional de Estadística, la edad media para tener un hijo eran 25 años, ahora se acerca a los 31 años. Y no resulta extraño el intento a los 35 ni tampoco a los 40, lo que viene produciendo un distanciamiento entre la edad biológica idónea para parir, que los expertos sitúan por debajo de la treintena, y el momento en el que cada vez más mujeres dan el paso. La cantidad y calidad de los óvulos disminuye a lo largo de la vida y condiciona la fertilidad de las futuras madres.

A mayor edad es menor la cantidad de óvulos que son susceptibles de poder ser fecundados porque las mujeres nacen con una cantidad finita que se va disminuyendo en cada ciclo menstrual hasta el agotamiento completo con la menopausia. De ahí la importancia de ponerse en manos de profesionales médicos y confiar el milagro genético a la ciencia para ser padres. La forma natural de concebir a los hijos se ha ido complementando durante las últimas décadas por la platina del microscopio de un laboratorio y técnicas como la ovodación ha cobrado peso entre los diferentes tratamientos de fertilidad porque la donación de óvulos disminuye los riesgos y suele ser garantía de éxito al proceder de las mujeres jóvenes. Se trata de "embriones con alta capacidad de generar los embarazos", alcanzando el 60% de las estadísticas de la Sociedad Española de Fertilidad, según su presidente Agustín Ballesteros. Además, esta técnica permite ser más prudente a los profesionales y trabajar con menos embriones para evitar el embarazo múltiple.

La capacidad de generar óvulos de buena calidad de las mujeres andaluzas ha bajado durante los últimos veinte años, tal y como lo viene percibiendo en el proceso de evaluación de posibles donantes el doctor Jan Tesarik, uno de los principales especialistas en la fecundación asistida y director de la clínica MAR&Gen de Granada. "Si hace 20 años se desechaba 1 de cada 15 donantes, hoy son 1 de cada 10 por no reunir condiciones óptimas", añade. Una tendencia que les ha obligado a replantear la edad máxima de las donantes hasta situarla en 25 años. De ahí que el campus universitario sea un importante caladero en el que conseguir donantes que ayuden a otras mujeres a ser madres. Hace unas semanas se realizó en la UAL una campaña de concienciación bajo el eslogan Siéntete orgullosa con el objetivo de informar sobre la ovodonación a universitarias, con un abanico de entre 18 y 35 años, sobre el procedimiento que tienen que seguir en un proceso anónimo, voluntario y sencillo. El equipo de reproducción asistida del Hospital Virgen del Mar fue el precursor de la iniciativa.

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