Almería

Entrevista a Adiel Ibáñez, legionario almeriense que anhela ser campeón de Europa en K-1 profesional

Adiel Ibáñez, luchador de K-1 profesional

Adiel Ibáñez, luchador de K-1 profesional / Rubén García Felices

En esta ocasión tengo el gusto de entrevistar a un gran campeón apodado "el Legionario". Adiel Ibáñez Beltrán es competidor profesional de kickboxing en la modalidad de K-1. Campeón del Mediterráneo de K-1 profesional en 2016, ante un imponente oponente italiano, al que venció por puntos, y campeón de España de K-1 profesional en 2017, contra un extraordinario rival como es Raúl Guerrero, al que ganó por KO. Nacido en Sabadell (Barcelona) en 1989, llegó a Almería en 2007, joven, para alistarse en la Legión Española, donde a día de hoy sigue trabajando como legionario, concretamente, en la base militar Álvarez de Sotomayor de Viator (Almería). Una vez allí, preguntando le recomendaron el Club de Boxeo Tejedor de Almería, si quería entrenar con los mejores en el mejor lugar. Desde entonces, siempre ha entrenado K-1 en este club, donde entre otros muchos, se han formado los hermanos Francisco (fundador del club) y Raúl Tejedor. El luchador, que actualmente está patrocinado por la marca Last Round, reúne hasta el momento 36 peleas como profesional de las cuales ha ganado 29 (10 KO) y perdido 7. Su mayor sueño es ser campeón de Europa de K-1, por lo que actualmente trabaja duro con el objetivo de poder disputar el Campeonato de Europa con el club, para así terminar su carrera por todo lo alto. En lo que respecta al plano personal, Adiel está separado y es padre de dos hijos: Carlota y Martín, que representan "lo mejor de su vida". Es un tipo duro de apariencia, pero con un gran corazón, muy amigo de sus amigos.

 

R. G. F.: ¿Cómo es un día normal en tu vida?

Adiel: Un día normal en mi vida es como el de cualquier persona trabajadora. Me levanto a las seis y media de la mañana para irme al cuartel de la Legión (estoy en la sección de suministros), termino mi jordana a las dos del mediodía, vengo a mi casa, almuerzo, descanso un poco y luego me voy al Club de Boxeo Tejedor para entrenar.

 

R. G. F.: ¿Cómo es la vida de un legionario?

Adiel: Soy legionario desde el año 2007, y llevo 13 años en la VII Bandera como tirador de precisión. La vida de un legionario es una vida dura. Una vida de amor a la Legión, a España, por los compañeros, la familia y por todos los españoles por los cuales daría la vida.

 

R. G. F.: ¿Y cuándo empezaste en el mundo del K-1?

Adiel: Empecé en este mundo con 14 años en Sabadell, en un pequeño gimnasio de barrio haciendo kickboxing, hasta los 18 que me alisté en el Ejército y me desplacé a Almería.

 

R. G. F.: ¿Qué es más duro para ti: ser soldado o deportista de combate?

Adiel: Las dos profesiones son duras por igual (ríe). Cada una tiene lo suyo.

 

R. G. F.: ¿Se podría decir que tienes "dos familias"?

Adiel: Sí. Mi familia del gimnasio, que somos los mismos que cuando empezamos, y a la que se va sumando gente, y mi familia de la Legión, en la que tengo mis buenos amigos de siempre, aunque aquí la gente va y viene más.

 

R. G. F.: ¿Los entrenamientos en el Ejército ayudan en parte a tu preparación deportiva?

Adiel: Los entrenamientos físicos en el Ejército me ayudan a mi preparación como deportista, y yo los enfoco a ello. Ya sea realizando una carrera continua, o ejercicios de fuerza, cambios de ritmo, etc.

 

R. G. F.: ¿Cómo es tu preparación para este deporte, en cuanto a alimentación y entrenamiento?

Adiel: Mi entrenamiento y preparación en K-1 lo dejo en manos de nuestro capitán, Paco Tejedor. Él dice lo que me toca hacer cada día de entrenamiento y yo lo ejecuto: sparring, técnica, circuito de sacos,... Y del tema de la alimentación se encarga mi nutricionista. Me dice lo que tengo que comer y lo que no, la suplementación que debo tomar, y todo lo necesario para estar siempre al cien por cien.

 

R. G. F.: ¿Y qué competencias físicas y mentales requiere la práctica de este deporte?

Adiel: "Cuerpo, mente y alma", como dice mi entrenador, Paco Tejedor. En este deporte uno ha de buscar siempre mejorar y superarse a sí mismo, dando lo mejor en cada entrenamiento. Y, aunque hay días de flojera mental y física, debemos mantener la disciplina y sacar ganas de donde no las hay para seguir entrenando.

Adiel entrenando en el Club de Boxeo Tejedor de Almería Adiel entrenando en el Club de Boxeo Tejedor de Almería

Adiel entrenando en el Club de Boxeo Tejedor de Almería / Rubén García Felices

 

R. G. F.: ¿Tienes algún ritual antes de salir al cuadrilátero?

Adiel: Una vez estamos en el vestuario y me están vendando las manos, me gusta estar relajado escuchando música con mis cascos. El hacer esto antes de empezar a calentar y de tener ese cúmulo de sensaciones antes de salir al ring (rabia, alegría, nervios, tristeza, felicidad,...) es algo que sólo el que vive ese momento sabe lo que realmente se siente y es una pasada.

 

R. G. F.: Espectacular el combate de Campohermoso (Níjar) en el que hace unos años te enfrentaste a Amin El Bachiri, quién finalmente abandonó la pelea. ¿Cómo lo recuerdas?

Adiel: ¡Gracias, Rubén, amigo! Sí, el combate de Campohermoso fue una pelea muy dura a cinco asaltos. Era un rival muy duro, lo senté una o dos veces, y en el quinto asalto se paró la pelea. Tanto el público como yo disfrutamos mucho el combate, en el que estaba en juego el título ShockTime. Este cinturón que gané lo tengo ahora en casa expuesto.

 

R. G. F.: ¿Y cómo fue la experiencia en la velada de kickboxing (modalidad K-1) del pasado día 16 de febrero de 2024 en el Pabellón Municipal Francisco Ballester de Xàtiva (Valencia)?

Adiel: La experiencia de mi último combate fue muy buena. Mi rival, un tipo muy fuerte, salió con un ritmo elevado y tuve que ponerme a su nivel. En varios cruces de manos que tuvimos lo senté dos veces (con dos "cuentas de 10"). Al final logré la victoria a los puntos y pusimos el pabellón de pie aplaudiéndonos. Según dicen fue la mejor pelea de la noche, así que muy contento.

 

R. G. F.: ¿Cuáles son tus mayores logros y decepciones?

Adiel: Mis mayores logros han sido el ser campeón en el Campeonato de España de K-1 profesional y en el Campeonato del Mediterráneo de K-1 profesional, ambas competiciones con combates contra grandes rivales, y de los que estoy muy orgulloso de haber conseguido estos títulos a nivel profesional. Mis mayores decepciones, pues alguna derrota que tengo por ahí donde no salió el trabajo como debería de haber salido o algún KO que me han hecho. Pero esto es lo que hago y esa es la doble cara de la moneda.

 

R. G. F.: ¿Es difícil vivir del K-1 en exclusiva comparado con otros deportes?

Adiel: Vivir sólo del K-1 aquí en España es imposible. Todos los luchadores que conozco tienen aparte un empleo o imparten clases en gimnasios. Asimismo, algunos trabajan de vigilante de seguridad durante los fines de semana.

 

R. G. F.: ¿Para ti, cuál de estos tres elementos: el amor, la muerte o el tiempo, es el más difícil o el más doloroso de tratar?

Adiel: Yo creo que la muerte y el tiempo son lo más difícil de tratar, amigo mío. Te explico. Yo no conozco a nadie que se haya muerto de amor (sonríe). Pero la muerte y el tiempo son algo contra lo que nadie podemos luchar. Son algo inevitable.

 

R. G. F.: ¿Y cuál es la lección más importante que has aprendido en tu vida?

Adiel: He aprendido muchas lecciones importantes en la vida. Y aunque suene a broma aquel dicho de "cuando seas padre comerás huevos", cada vez me doy más cuenta de lo que amo y lo significativos que son mi hija y mi hijo para mí, y de que haría cualquier cosa por ellos. Cualquier cosa.

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