Crónicas desde la ciudad

Escultor Juan Cristóbal (II): Consagración en Madrid

  • Auspiciado por Mariano Benlliure y Natalio Rivas, pronto se integró en el ambiente cultural y castizo del Madrid de los años veinte. Su extroversión, gracejo y generosidad hizo el resto

El Cid, en Burgos

El Cid, en Burgos

En 1906 el padre de Juan González Quesada (Juan Cristóbal por su abuelo paterno) abandonó hogar y familia emigrando subrepticiamente a Argentina. Micaela, su madre, y cuatro hermanos se refugiaron en Granada, en casa de una tía materna. Siendo botones en el Centro Artístico y Literario y avalado por su sorprendente facilidad en el modelado del barro, la beca otorgada por Diputación y Ayuntamiento nazarita -a instancias del influyente político Natalio Rivas Santiago- le permitió cumplir su anhelo de sentar plaza en Madrid. Comenzaba su andadura hacia el reconocimiento como uno de los más sobresalientes escultores del panorama plástico nacional. 

Integración en la Villa y Corte 

Con tan solo 15 abriles entró en calidad de meritorio en el estudio del consagrado escultor Mariano Benlliure. Unos meses de intenso aprendizaje en el manejo de cinceles y gubias le bastaron para iniciar la aventura de abrir taller propio en la calle Atocha y seguidamente en la de Ramón de la Cruz y Londres. En esa etapa su presencia se hizo habitual en el Museo de Reproducciones del Casón del Buen Retiro, donde “dibujó incesantemente las copias de grandes obras escultóricas del pasado”. En el interín iría dándose a conocer entre sus colegas y el círculo de amistades de Benlliure y del político de Albuñol, a la sazón ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes. Consciente “de cuanto le debía, verá en este a una figura paternal”, manteniendo lazos de estrecha familiaridad con él y sus hijos. Excelente aficionado taurino, le presentó a Juan Belmonte y a Domingo Ortega, a los que solía aplaudir en Las Ventas y con quien entabló amistad y plasmó su retrato en piedra. La simpatía personal, gracejo, locuacidad y donde gentes del almeriense propiciaron la fluida integración en el ambiente cultural y farandulero del Madrid castizo en los años Veinte.

Esposo de Juana Granel, vivieron en un palacete renacentista de Cadalso de los Vidrios

Además de pintores y escultores en ciernes, afanosos por abrirse paso, entre sus íntimos y conocidos se hallan figuras señeras tales como Manuel de Falla, Melchor Almagro, Romero de Torres, Indalecio Prieto, Ignacio Zuloaga, Valle Inclán, Julio Camba o Pérez de Ayala. Siendo ya un reconocido maestro del cincelado a todos ellos les dedicó estatuas o retratos pétreos. Amén de los dos en madera de Miguel de Cervantes destinados al Ministerio del Ejército y al Colegio Nacional de Bolonia (una copia de dicho bajorrelieve se halla en la entrada de Ohanes, bautizada con el nombre de <Placeta de Juan Cristóbal>). O La Sibila y los “mármoles” de Mateo Pérez y Melchor Almagro, adquiridos por el Círculo de Bellas Artes, y el de Ramón y Cajal por la Universidad Central. Sin embargo, la obra cumbre de esta fase de su carrera es sin duda el monumento a Ángel Ganivet, encargado por le Ayuntamiento de Granada y que desde 1921 podemos admirar en los Jardines del Generalife. 

Y es que Juan Cristóbal no perdió el contacto en ningún momento con las entrañables tertulias antaño frecuentadas en la capital nazarí. Tierra de adopción en la que 1915 fallecería la madre de tuberculosis. Sin embargo, no está confirmada su asistencia en 1922 al Concurso Nacional de Cante Jondo auspiciado por Manuel de Falla y García Lorca, con El Tenazas y un jovencísimo Manolo Caracol de vencedores absolutos. Monumento a los que, por resumir, debemos añadir el de Gabriel y Galán (expuesto en Salamanca), Jáuregui (en Cádiz), del pintor Julio Romero de Torres (inaugurado en Córdoba en 1940), la alegoría de Francisco de Goya en el matritense Parque del Retiro o el “mármol” de Pedro Rico, alcalde de Madrid. Juan Cristóbal acudió a distintas exposiciones en España, saldadas con premios y menciones cuya enumeración sería muy prolija. 

Boda y estatua ecuestre 

Juan Cristóbal. Bajorrelieve de Cervantes en Ohanes. Marzo 2002 Juan Cristóbal. Bajorrelieve de Cervantes en Ohanes. Marzo 2002

Juan Cristóbal. Bajorrelieve de Cervantes en Ohanes. Marzo 2002

En 1920 se casó con Juana Granel Martín (1910-1984), matrimonio del que nacieron Luisa, Micaela, Falina, Cristobalina y Juan Cristóbal. A finalizar la década se trasladaron a un palacete renacentista renacentista de Cadalso de los Vidrios (Madrid), que había sido del Condestable Álvaro de Luna y que debidamente restaurado fue hasta su muerte hogar familiar y estudio-taller del artista. La guerra le sorprendió en el Madrid asediado por el Ejército franquista y cuando esta concluyó ya no todo sería igual aunque siguió a pie de taller. Muchos amigos fallecieron o se vieron obligados a marchar al exilio, las estrecheces económicas crecieron y disminuyeron los encargos, aunque la capacidad creativa se mantenía intacta. No obstante, en ese periodo surgió el compromiso de una monumental estatua en bronce dedicada al presidente de la Republicana Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo, anulado al ser asesinado el dictador en 1961. El otro gran proyecto se concreta en la figura ecuestre de Rodrigo Díaz de Vivar que campea en la plaza <Mío Cid> de Burgos. 

El encargo de su alcalde surgió a instancia de la Junta del Milenario de Castilla en 1947. Para ello instaló en el patio de la casa un enorme artilugio de maderas en el que iba depositando el barro hasta su total culminación. Estatua erigida sobre una monumental base diseñada por el arquitecto Fernando Chueca. En medio de un extraordinario aparato propagandístico -incluido desfiles militares en tierra y aéreos. Lo inauguró Franco el 23 de julio de 1955 con la presencia de las cámaras de NO-Do. Sin embargo, en sus tomas no se distingue la presencia de Juan Cristóbal: ni lo invitaron ni acudió. ¿Porqué? No lo sabemos a ciencia cierta, aunque sospechamos tres motivos: 

  1. Su pertenencia a la <Asociación de Amigos de la Unión Soviética>, creada por un grupo de intelectuales, profesores y artistas al objeto de profundizar en el conocimiento y relaciones mutuas de ambos países. En el listado figuran Pío Baroja, Jacinto Benavente, Carolina Carabias y María Rodríguez, viudas de los capitanes García Hernández y Fermín Galán; Concha Espina, García Lorca, Jiménez de Asúa, Victorio Macho, Gregorio Marañón, Regino Sainz de la Maza o Ramón J. Sender
  2. La firma del Manifiesto en noviembre de 1934 de 77 científicos, intelectuales y representantes de distintas disciplinas artísticas, en solidaridad con Manuel Azaña, último presidente de la II República. Relación en la que junto a Juan Cristóbal se halla otro almeriense: el cuevano Martín Navarro (1871-Ciudad de México, 1950), catedrático de Psicología, Lógica y Ética
  3.  La asignación durante la II República del único cargo oficial ostentado por el ohanense: miembro de la Junta de gobierno del Museo de Arte Moderno, en Madrid. 

Aquí lo dejamos hasta el próximo domingo, en el que tras visitar en el parque <Nicolás Salmerón> el emplazamiento original donde se exhibió la exclusiva obra de Juan González Quesada en la ciudad subiremos hasta su Ohanes natal para admirar la estatua del obispo y paisano Diego Ventaja Milán y la talla de Miguel de Cervantes.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios