Estudian prohibir dar alimentos a las palomas e incluso sancionar

Dar de comer a las palomas puede antojarse un gesto bucólico, si bien unas cuantas migajas ofrecidas en el mismo sitio y con asiduidad se convierten fácilmente en un engorroso problema derivado de una legión de palomas. Lo advierte la concejal de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Almería, Rafaela Abad, quien asegura que el equipo de Gobierno incluso está planteándose la posibilidad de prohibir dar alimento a estas aves mediante una ordenanza, con sanciones incluidas, o bando municipal.

No sería una iniciativa pionera. En casi todas las grandes capitales de España este gesto está penalizado. Las multas llegan a alcanzar los 300 euros.

Y es que "sigue habiendo mucha gente que alimenta diariamente a las palomas, las ceban, y luego es muy complicada su captura. Es un error garrafal", señala Abad, quien pone como ejemplo personas mayores habituales de la plaza de la Leche.

El gerente de la empresa especializada Monumenta, Óscar González, rubrica las declaraciones de la edil. "Aunque parezca una actitud inocente, es un acto incívico. Sólo hay que pensar en los balcones de las casas, la ropa tendida o la suciedad que generan", apela el responsable de la concesionaria.