Almería

Finaliza la segunda fase de obras del Cable Inglés, que brinda un mirador único a la ciudad

  • La UTE Puerto de Almería ha dado por finalizadas las obras de restauración de la plataforma de acceso al cargadero de mineral El Alquife después de una inversión de 2,5 millones del Gobierno

Finaliza la segunda fase de obras de restauración del Cable Inglés, que brinda un mirador a la ciudad

Finaliza la segunda fase de obras de restauración del Cable Inglés, que brinda un mirador a la ciudad

La UTE Puerto de Almería ha dado por finalizadas las obras de restauración de la plataforma de acceso del cargadero de mineral El Alquife incluidas en la segunda fase de actuación para la revalorización del Cable Inglés, con las que se ofrece a la ciudad un nuevo mirador en altura a la bahía de la capital mediante un acceso controlado desde el Parque de la Estación que se inaugurará, previsiblemente, en esta primavera. La ejecución de estas obras, que han contado con un presupuesto de 2.559.150 euros IVA incluido con cargo a los fondos del 1,5% Cultural del Ministerio de Transportes, ha generado 111 puestos de trabajo entre los que se incluyen mano de obra especializada, restauradores, técnicos de la UTE, técnicos del laboratorio de control de calidad y dirección facultativa de las obras, según han indicado a Europa Press fuentes de la Autoridad Portuaria de Almería (APA).

En la realización de las obras se han empleado sistemas y tratamientos de restauración especializados en la estructura metálica y en la fábrica de piedra "aplicando con coherencia los resultados de las investigaciones preliminares". Así, entre las actuaciones más relevantes se encuentra la restauración de la estructura metálica de la plataforma de acceso mediante su refuerzo, limpieza y tratamiento de protección; el tratamiento de conservación de la fábrica de piedra mediante su preconsolidación, limpieza, reintegración de juntas y huecos, consolidación y protección; y el mantenimiento de los bienes muebles existentes, constituidos por los raíles de ferrocarril "como expresión de la actividad industrial que justifica la declaración del Bien de Interés Cultural".

Mención aparte conlleva la revalorización de la plataforma superior, que se ha convertido en un paseo peatonal y ha posibilitado un mirador, dotado con un pavimento de madera de iroko, barandillas de seguridad y protección y sistema de iluminación. En este sentido, la actuación ha empleado un total de 244 metros cúbicos de madera de iroko para ejecutar 3.507 metros cuadrados de pavimento, con sus correspondientes rastreles de madera. Aproximadamente el 70 por ciento de la madera fue importada de Camerún mientras que el 30 por ciento restante ha sido suministrado por empresas españolas que tenían ya importada esa madera de procedencia centroafricana.

La madera fue seleccionada por su "gran durabilidad natural", ante su resistencia a hongos y termitas, así como por su "durabilidad tecnológica", con estabilidad dimensional, dureza, resistencia a flexión y resistencia a compresión. No obstante, la importación de este materia fue uno de los principales motivos que ha retrasado la terminación de la obra, debido a las restricciones a la movilidad derivada de la covid-19. Así, no fue hasta mayo del pasado año cuando comenzó la pavimentación del cargadero de mineral con esta madera si bien, por entonces, la actuación en su conjunto estaba ejecutada al 85 por ciento.

A este aspecto se han sumado en el tiempo otros inconvenientes, como el choque de un camión en agosto del pasado año contra uno de los pilares, que obligó a desmontar un tramo de la pasarela para rearmarla de nuevo; así como obras adicionales, como la reparación de las cimentaciones de las pilas que sostienen el BIC sobre tierra. Las previsiones iniciales cuando se comenzó esta segunda fase promovida por la APA bajo el proyecto redactado y dirigido por Ramón de Torres, pocos días antes de que se decretara el primera confinamiento, apuntaban que la obra estaría finalizada en la primavera de 2021; una fecha que formalmente se aplazó en más de un año y medio posteriormente.

Tres fases de la intervención

El cargadero de mineral El Alquife de Almería, conocido como Cable Inglés, fue construido entre 1902 y 1904 por la compañía The Alquife Mines. En el año 2009 el arquitecto Ramón de Torres redactó el proyecto de ejecución para su restauración y puesta en valor como resultado de un concurso público convocado la Junta de Andalucía, que para abordar la intervención dividió el proyecto global en distintas fases de obra. Con este criterio, se ejecutó en el periodo 2010-2012 la primera fase consistente en el tratamiento de conservación del muelle de carga. En el año 2018 la Autoridad Portuaria de Almería promovió la actualización de la segunda fase, con la que ya se permite un uso recreativo de la infraestructura.

Tras la culminación de esta segunda fase, el proyecto contempla una tercera para dar nuevos usos en el muelle de carga. El proyecto original proponía dotar a la ciudad de una nueva sala de exposiciones permanente llamada 'Ciudad Historia-Cargaderos de Mineral' en el "corazón" de la estructura, concretamente, en la planta de cintas transportadoras longitudinales bajo las tolvas, a través de un espacio acristalado. Para ello, el documento preveía la restauración de todos los elementos del sistema de descarga y la puesta en funcionamiento de una cinta longitudinal, situada directamente con la sala de exposición permanente, y de la cinta transversal, situada en el eje transversal central del cargadero.

También cuenta con la exposición de algunos de los objetos recuperados durante esta segunda fase. Tras la revisión del mismo, las autoridades han trasladado la posibilidad de incluir en el interior del Cable Inglés un espacio de restauración con acceso a través de ascensores panorámicos desde el exterior del mismo, con el que completar el centro de interpretación inicialmente previsto.

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