A mediados del siglo XIX, las obras de construcción del puerto plantean la necesidad de mayor volumen de piedra. Ante la urbanización de la zona de canteras del Quemadero y la mejor comunicación de las canteras situadas en la Rambla de Belén, conlleva a ampliar la explotación de dichas canteras, no obstante, su uso principal fue la obtención de materia prima para las viviendas de ciudad durante el siglo XIX y XX.

La explotación se inició con la cantera de Mª Angustias Ruiz, luego se abriría la de Ropero y finalmente la de José Morales. Los frentes reflejan un intenso y dilatado uso. Los pequeños frentes iniciales fueron ampliándose y superponiéndose dando lugar a grandes frentes que acabaron por unirse en el primer tercio del siglo XX. Simultáneamente se fueron abriendo numerosas canteras-cuevas.

Dos de las canteras-cuevas presentan gran interés histórico-etnográfico, la de la Columna que se sigue utilizando hasta finales del siglo XIX como balsa de agua, siendo por tanto imperabilizada hasta media altura, y la cantera-cueva del Polvorín o de Conan que recibe sus respectivos nombres al haber sido utilizada entre 1930 a 1950 como polvorín , y el segundo porque sirvió de escenario a la película “Conan, el bárbaro” de John Milius en 1982.

Sirvió de escenario a la película “Conan, el bárbaro” de John Milius en 1982.

Las canteras del Polvorín y La Columna han sido inscritas el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento.

Sin embargo, su estructura ya no es la de hace uno años. Parte de la Cueva de Conan fue tirada al suelo cuando se pretendía hacer espacio para instalar el Centro Comercial de la Rambla. Finalmente, con la incoación como BIC de estas cuevas, las obras pararon. Ahora, el negocio de muebles Ikea, que se instalará en la zona, ha decidido que integrará en su proyecto la Cueva de Conan para hacerla más visitable.

Como resultado de la protección, el vial perimetral de Ikea ha sido reducido para incluir el citado sendero peatonal que conducirá a la cueva iluminada con un proyecto que incorpora una sala de proyecciones históricas. Se trata, no obstante, en principio de una actuación de adecentamiento del entorno y de conservación de la cantera.

Los promotores del sector calculan una inversión de 800.000 euros, que podría incluir equipamientos audiovisuales para dar a conocer los valores que la Consejería de Cultura le reconoce a este espacio.