Impotencia y rabia en el sector que pide dimisiones en Alemania

Apenas tres horas después de que se conociese el descarte del origen de la bacteria E. coli en Almería, Juan Enrique Vargas, presidente de la Asociación de Empresarios Comercializadores Hortofrutícolas de Almería (Ecohal) y director-gerente de Costa de Almería (empresa señalada como punto de partida de los pepinos contaminados) señalaba: "Te queda, en principio, una tranquilidad grande de saber que no somos los responsables de la desgracia en Alemania, pero, después de esto, te queda una impotencia, una indignación y una rabia contenida de ver la injusticia y atropello que han cometido".

Para Vargas, difícilmente se puede reparar lo que han hecho. Él se enteraba de la última noticia de los laboratorios alemanes cuando se encontraba con el equipo comercial, "eso era para verlo, porque cuando te acusan de ser el responsable de una desgracia de esta envergadura, se te acumula una tensión... y hemos saltado de júbilo", aseguraba expresando el alivio por su empresa aunque sin dejar de sentir el malestar por las víctimas.

Al igual que todo el resto del sector hortofruícola, desde Ecohal y también desde Costa de Almería se reclamarán compensaciones, "pero el daño moral y la imagen son imposibles de restituir". Según Vargas, una cosa es lo que diga la clase política y otra es que se que se restablezca la confianza y que los circuitos comerciales empiecen a funcionar con normalidad. "En la mente de cualquier consumidor europeo va a quedar la imagen asociada de que los productos españoles, los de Almería, en concreto, y mi empresa, en particular, son venenosos y los va a rehuir. Comercialmente esto no se restituirá inmediatamente. Estamos luchando contra Gobierno alemán y para ello se necesita que se vuelque todo el Gobierno español o se quedará en aguas de borrajas".

El representante de Ecohal Almería y las organizaciones agrarias Asaja y Coag coinciden en que lo primero que debe suceder es el cese o dimisión de la senadora Cornelia Prüfer-Storks y que ésta reconociese su irresponsabilidad de acusar a los productos españoles sin pruebas. "Nuestro Gobierno debe pedir al alemán que se cese de forma inmediata a esta señora y que no siga haciendo daño a nuestros agricultores", sentenciaba el presidente de Asaja en Almería, Francisco Vargas, quien continuaba que, desde la organización, se van a evaluar las pérdidas agricultor por agricultor y pedir las indemnizaciones correspondientes.