José Galán García (Jerez de la Frontera, 1955), más conocido como "José de los Camarones", es uno de los grandes cantaores flamencos de Andalucía. Es también marisquero (de ahí su nombre artístico, por la venta de camarones o quisquillas) y filósofo, un filósofo de la vida. Y es que, tal y como ya ha dicho el periodista jerezano Juan Garrido: "no hay más que escucharlo para darnos cuenta de la profundidad de sus pensamientos, reflexiones y sentimientos". Este artista y persona polifacética, ha publicado siete discos (K1 es K1, Recapacitando, Joyanka, Jondo, ¡Danger!, En calma la noche y Anclé mi alma), ha participado en cuatro películas (con el director Gonzalo García-Pelayo) y ha posado para la marca de moda Gucci. Además, actualmente imparte talleres de flamenco a adultos y niños. Y, a todo esto, un retrato con su imagen, tomado por la fotógrafa Agata Sandecor, está presente en mi exposición "Conociendo a los pensadores de España: unos 34 retratos de filósofos actuales", lo que supone un honor para mí. Su último disco, Anclé mi alma (Serie Gong Productores, 2022), le mantiene activo dando conciertos y, hace justo una semana estuvo en Almería, en el XII Festival de Flamenco de Huércal de Almería "Puerta del Bajo Andarax", donde compartió cartel con el cantaor huercalense Manuel Fernández "El Titi". José de los Camarones habla en esta entrevista de su último disco, de su larga trayectoria y de su ardua vida.
R. G. F.: Usted es de San Miguel, uno de los barrios más flamencos de Jerez, ¿puede hablar de su infancia?
José: Yo no tuve infancia: con 8 años ya era un hombre. Es ahora, con 68 años, cuando trato de buscar al niño de mi interior, gracias a las bellas artes a través del cante flamenco.
R. G. F.: ¿Qué es para usted el flamenco? ¿Y, de dónde sale todo ese sentimiento con el que interpreta?
José: El flamenco es para mí vital. El cantar flamenco es para mí una forma de sacar mis inquietudes al exterior, que me permite conseguir la paz interior. Y ese sentimiento con el que interpreto sale de lo más profundo de mi alma.
R. G. F.: Como autor de casi todas sus letras, ¿qué cuenta en sus canciones?
José: En ellas expreso mis penas y glorias. Tardé en valorar la importancia de la honestidad, la lealtad y el valor. He tenido todas las adicciones habidas y por haber. Y ahora, día a día, voy limando mis defectos de carácter para conseguir ser yo mismo de verdad. Creo que poco a poco lo voy consiguiendo, gracias a Dios. Otro punto es el sufrimiento ajeno, que también es en parte el mío.
R. G. F.: ¿De los siete discos que ha publicado con cuál de ellos se identifica más?
José: Con todos, no sabría escoger sólo uno. Cada una de mis canciones tiene su impronta, ninguna es igual a la anterior. El hacer una canción o un disco lo comparo con "una mujer gestante y el recién nacido". Por la cabeza de esa mujer pasa de todo. Y el miedo que siente es constante porque el niño que lleva en su vientre es muy delicado. Luego, cuando llega la hora señalada, tiene los nervios a flor de piel. Pero cuando escucha el llanto de su bebé es algo maravilloso. Parir es lo más sublime. Algo así pasa en mis grabaciones cuando ven la luz. Río de alegría. No obstante, primero suenan: "lloran", señal de que "están vivas".

José de los Camarones
R. G. F.: Hábleme de su último trabajo discográfico Anclé mi alma; un disco considerado por Luis Ybarra, periodista cultural en ABC, como uno de los diez mejores discos del flamenco de 2022.
José: Anclé mi alma es un antes y un después. Mi alma y mi espíritu lo necesitaban. Es un álbum bellamente loco que se gestó en Ubrique, aunque fue grabado en Jerez. Con él apareció parte del niño que llevaba dentro, gracias a Gonzalo García-Pelayo, mi "Tato", el cuál me lo presentó Pepe Ortega, un productor discográfico. Y es que lo más maravillo de todo este trabajo discográfico fue el encontrarme con unos músicos y artistas fuera de lo común. Estoy muy contento con el resultado del disco.
R. G. F.: Se rumorea que José de los Camarones va a lanzar un nuevo álbum muy pronto. ¿Es cierto?
José: Cierto. Lo será posible gracias a las personas mencionadas anteriormente, y a Josema García-Pelayo (alguien muy importante en este proyecto), sobrino del "Tato" Gonzalo, productor y director de Serie Gong Música.
R. G. F.: Cambiemos de tema. ¿Cómo es Gonzalo García-Pelayo como director de cine? ¿Y, cómo fue su experiencia como protagonista principal en su película Alma Quebrada (2022)?
José: El "Tato" Gonzalo es para mí una de las personas más humildes que he conocido. Mi experiencia con él y con todos los colaboradores de esta película (que para él eran como sus hijos) solamente se puede entender de una manera sobrenatural, de lo contrario sería imposible.
R. G. F.: Además, ha hecho apariciones en otros títulos suyos, como Dejen de prohibir que no alcanzo a desobedecer todo (2021), Así se rodó Carne Quebrada (2022) y Siete Jereles (2022). ¿En cuáles de estas películas usted ha disfrutado más?
José: Me quedo con todas. ¿Qué dedo me corto que no me duela?
R. G. F.: Volviendo a la música. ¿Es muy diferente el José artista del que se baja del escenario?
José: En el escenario está mi santuario, que es sagrado para mí. Ahí no me caso con nadie. Cuando bajo del escenario, un ochenta por ciento soy humano y el otro veinte por ciento espiritual.
R. G. F.: He oído hablar del ritual del canasto ambulante de mariscos. ¿Puede usted resumirme en qué consiste esa ceremonia?
José: Preparar el canasto es una ceremonia totalmente espiritual y para mí significa recordar a mis antepasados, una cosa muy seria para mí. Somos cinco generaciones conmigo. Mi familia me inculcó respeto y amor, ellos lo hicieron como mejor pudieron. Lo siento, pero no puedo seguir hablando... mi corazón se está quebrantando. (Se emociona).
R. G. F.: La última pregunta que le quería hacer es, ¿qué recuerdo se lleva para siempre de su paso por el XII Festival de Flamenco de Huércal de Almería "Puerta del Bajo Andarax"?
José: La hospitalidad de la gente, a la que estoy muy agradecido.
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