Juan Espadas: "O combatimos la desinformación y los bulos o perdemos el espacio"
Entrevista
El dirigente socialista considera que a pesar de que la estrategia de comunicación de la derecha ha calado, es posible que las generales sean unas elecciones donde la masa real se movilice
Antonio Hernando: “Vamos a desmontar todos los bulos construidos en torno al PSOE”
- Esta campaña no es como las anteriores. El PSOE demuestra cierta agresividad.
- Tenemos la sensación de que el modelo de campaña que el Partido Popular ha hecho en estas últimas elecciones, desgraciadamente, ha calado en la sociedad. Han calado ese tipo de bulos, ese tipo de argumentos de desgaste personal; un tipo de bronca o de confrontación, que al final hace que haya una parte del electorado que no va a votar, porque, sencillamente, ya le empieza a causar desafección tanta mala política y tanta gresca permanente y al final acaba creyendo muchas de las cosas que escucha en tertulias, que ve o que lee, y por eso esta campaña está siendo diferente. Queremos que sea diferente, no ya solo porque nuestro modelo de campaña siempre parte de lo básico, de lo que entendemos que es importante hablar. De lo que le preocupa a la gente, de qué políticas son las que planteamos para resolver o para mejorar la vida de la gente. O somos capaces de reaccionar y combatir tanto bulo y tanta desinformación o, sencillamente, al final perdemos el espacio. Yo creo que en la última campaña lo que triunfó no fue tanto el PP como la campaña de difamación del Partido Popular, que caló en la gente. No estamos dispuestos a que el futuro de nuestro país al final tome una dirección que sería, a nuestro juicio, la del retroceso en las conquistas, en los derechos y en lo que hemos avanzado estos cuatro años; que tome ese rumbo, como consecuencia de que nosotros no hayamos sido capaces de explicar qué está pasando aquí; y aquí hay una auténtica alianza y confluencia de intereses de todo tipo para que no avancen las políticas progresistas, para que no avancen en las decisiones que han mejorado la vida de la gente y para que volvamos a lo mismo, a una derecha que considera que el poder es suyo, que es patrimonio de sus siglas, de su forma de entender la vida. Y que, además, a veces lo que hace es plantear a la sociedad con esa dialéctica de o conmigo o contra mí. Es decir, una sociedad en la que si no estás dentro de lo que yo considero que es España, estás contra España, como estamos escuchando diariamente y esto es muy peligroso para la democracia, sobre todo para las libertades y para la convivencia. Yo creo que que ya está bien. Hasta aquí. Hay que parar esta forma de hacer política que yo creo que es muy poco edificante y que, además, lleva en definitiva la extensión y a que la gente no participe como debería.
- Antonio Hernando decía que en esta campaña deben desmentir bulos, ¿cuáles?
-Los hemos escuchado. Primero los personales. Desde prácticamente la pandemia, hemos visto como al presidente del Gobierno se le intentaba demonizar o se intentaba plantear que era el responsable de las medidas de restricción de movimientos que tenía la ciudadanía, cuando estábamos viendo que eran las decisiones que estaban marcando las autoridades sanitarias en nuestro país y en todos los países. En cambio, no se ponía en valor o se visibilizaban las otras medidas como son las económicas o sociales que se estaban tomando. Yo recuerdo perfectamente cuando comenzaron las caceroladas; y entendíamos que eran radicales de extrema derecha que, en definitiva, intentaban demonizar la figura de Pedro Sánchez. El Partido Popular ha hecho de esto su campaña, una vez más, como ocurrió ya con Felipe González o como ocurrió con José Luis Rodríguez Zapatero. Se han dicho barbaridades en relación con recuperar a ETA en una campaña electoral, cuando ETA hace 12 años desapareció y encima fue un Gobierno socialista quien, con toda la sociedad, y con el triunfo, en definitiva, de los demócratas, consiguió que dejara de matar y que abandonara las armas. Se han dicho barbaridades respecto a pactos que no han existido. El Partido Popular ha conseguido que no sea noticia por qué ha votado en contra de todas y cada una de las medidas que, además, la gente respalda. Es decir, subida de pensiones, subida de salario mínimo interprofesional, cambio del mercado laboral para crear más empleo... todo lo que hace que la economía española, ahora mismo, sea líder en Europa. Son decisiones que ha tomado el gobierno de Pedro Sánchez y a las que se ha opuesto el gobierno el Partido Popular. ¿Cómo hemos conseguido que de eso no se hable? Porque tendrían que rendir cuentas. Porque este país no está como está gracias al Partido Popular, está a pesar de la derecha, a pesar de la oposición, a pesar de que no han sido nunca leales, a pesar de que siempre han pensado en su interés electoral y, en definitiva, en algo que es la peor política, que es la de la del acoso y el derribo al adversario, sin argumentos de peso.
- ¿Y todo eso que consigo que Pedro Sánchez tenga que exponerse más de la cuenta?
Es que Pedro Sánchez es la persona que ha liderado un proyecto político, que ha liderado un país, que ha tomado las decisiones, junto con su gobierno, que hacen que ahora mismo España sea el país hacia el que mira otras economías de la Unión Europea. El país en el que se quieren reflejar aquellas sociedades más avanzadas, más progresistas, que están tomando decisiones de cambio, de transformación, de preparación de una sociedad, para lo que ya es una realidad como es el cambio climático o la digitalización. En definitiva, los proyectos ambiciosos en los que nuestra sociedad tiene que entrar de manera acelerada. Esas cuestiones son las que está liderando ahora mismo España ¿Cómo es posible que en el ámbito interno y en el ámbito sociopolítico no hablemos de eso en nuestro país y hablemos de todo este ruido y toda esta difamación permanente en la que el Partido Popular ha metido España? Yo creo que la sociedad española tiene que plantarse y decirle al Partido Popular que aquí no vale todo para gobernar. Y que, por cierto, gobernar es algo que se consigue cuando los ciudadanos te votan. Porque el poder no es patrimonio de nadie y el país, y España, mucho menos, como para hacer de eso un eslogan de campaña. Es una vergüenza escuchar ese eslogan de 'O Sánchez o España'. Me parece retroceder en años y volver a encontrarnos con la peor derecha que tuvo este país en su historia.
- ¿Cuál es el mensaje que se va a lanzar en Andalucía de cara a las elecciones generales?
Hemos recuperado casi medio millón de votantes, en un año, desde las elecciones autonómicas a las elecciones municipales. Ojalá recuperemos otro medio millón en las elecciones generales. Empezaremos a estar en condiciones de volver a ser alternativa de Gobierno en la Junta de Andalucía. Por tanto, si quiere que lo miremos así... el señor Moreno Bonilla pidió por carta personal el voto en las elecciones municipales. A los hogares de todos los andaluces y andaluzas llegó una carta con su cara y con su título, presidente de la Junta de Andalucía, incumpliendo la normativa electoral. Bueno, pues medio millón de votos menos que un año antes, cuando lo votaron como presidente de la Junta de Andalucía. Así que esa es la senda en la que queremos recuperar al Partido Socialista en la confianza de los andaluces. Y ahora, en generales, pues nos estamos jugando el futuro de España. Un ejemplo, ¿cómo le ha ido a Andalucía los siete años del último gobierno del Partido Popular? ¿Y cómo le ha ido en estos cuatro años del gobierno del Partido Socialista? Si lo vemos en la provincia de Almería, lo tenemos claro. Si fuera por balance de gestión, de inversiones y de compromiso con Almería, tendríamos mayoría absoluta en la provincia de Almería. Y se lo digo así, no es especulación. ¿Quién va a traer el AVE a Almería? ¿Quién ha invertido 3500 millones de euros para traer el AVE a Almería y conectarlo con Murcia? ¿Fue el Partido Popular o el señor Rajoy? No. Ha sido el señor Pedro Sánchez ¿Quién está invirtiendo en agua en Almería? En desalación, en infraestructuras, en eficiencia energética... en el motor del desarrollo económico de la provincia, el Partido Socialista. ¿Quién está arreglando la desaladora Bajo Almanzora? ¿Quién va a construir una nueva desaladora en el Levante? A la consejera Carmen Crespo que se le llena la boca, como almeriense, de pedir que el Gobierno de España invierta en agua... pues la señora Crespo era la delegada del Gobierno del Señor Rajoy. Ya le debería de dar algo a esta mujer el recordar qué invirtió el señor Rajoy en agua en la provincia de Almería cuando ella era delegado del Gobierno. ¿Por qué no hacemos un debate aquí en Almería sobre agua? Yo le invito a que la señora Crespo debata sobre esa cuestión que es de su competencia. Hay muchas cuestiones, como la inversión de la línea 400 de Caparacena, Baza y Antas. Le puede sonar a un vecino de Almería algo así como ¿de qué habla este? Pues es una línea de más de 8.500 puestos de trabajo. Eso significa desarrollar, desde el punto de vista industrial, una zona del territorio que ahora mismo está en riesgo de despoblación. Eso lo hace un gobierno que de verdad cree en el territorio y cree en Almería y en el norte de Granada. Por tanto, si los ciudadanos valoran compromiso y gestión, votarán al PSOE. Si deciden creerse esos argumentos y esas falacias de la derecha, pues votarán al Partido Popular. Pero debemos ser conscientes de que esta vez no es gratis. Si votamos a la derecha, no solo pararemos el desarrollo de estos cuatro años, sino que retrocederemos bastantes.
- ¿Qué cara se le queda si en 2026 es el PP quien corta la cinta que inaugura el AVE en Almería?
Bueno, pues la cara de alguien que hizo lo que tenía que hacer, porque cuando uno tiene la responsabilidad de gobernar no lo hace mirando en cómo le va a ir a uno dentro de cuatro ocho o doce años. Te dan un cheque de confianza por cuatro y tienes que hacerlo lo mejor que puedas y al máximo nivel de tu capacidad. Eso es lo que ha hecho el Partido Socialista. Si la conclusión es que eso no significa renovar la confianza, pues, sencillamente, la sociedad sabrá cuáles son sus prioridades. Pero la sociedad al final vota, eso es democracia, es legítimo y lo único nosotros estamos intentando es poner encima de la mesa las cosas que verdaderamente cuentan para los ciudadanos, o deberían contar ¿No le parece sospechoso que le hayamos escuchado al PP y VOX ninguna propuesta para la provincia de Almería? Yo no es he escuchado ni una sola propuesta. Si yo fuera almeriense y votara aquí, eso me llevaría, como mínimo, al temor de que, lo mismo, no tienen ningún proyecto ni ninguna propuesta. Como le pasó a Rajoy en los siete años de gobierno.
- ¿Qué pensó cuando Pedro Sánchez anunció que se adelantaba la elecciones?
Me sorprendió, pero el calendario de este semestre, con la presidencia de España de la Unión Europea, exigía que estuviéramos muy centrados en la actividad y las iniciativas que queremos liderar en el ámbito de la Unión Europea. Y el presidente asumió la responsabilidad de que antes de que eso arrancara de alguna manera, los españoles tomaran voz y decidieran si querían un rumbo u otro para esas políticas, para ese liderazgo de España en Europa. Me pareció de una altura política muy clara, muy contundente y muy responsable. Con los resultados de las elecciones municipales, el presidente del Gobierno, a unos meses de que concluya la Legislatura, podía haber adoptado entre concluirla o sencillamente, arrancar fuerte un liderazgo europeo, que debe permitir, lo que ya ha sido en estos cuatro años, el liderazgo de España en ese proyecto europeo. Y para eso hace falta que los españoles voten y respalden las políticas de gobierno. La fuerza que tendría nuestro país respaldando las políticas de un gobierno que en este momento es, insisto, protagonista en Europa sería tremendo. Eso es lo que le viene bien a España. Así que creo que fue responsable, inteligente y en democracia cuando le das la voz a los ciudadanos no te equivocas.
- ¿Usted cree que en ese momento Pedro Sánchez valoró posibles enfrentamiento a la hora de formar gobierno entre PP y VOX?
- Cuando se toma una decisión de este tipo, lo primero es pensar en el país. Evidentemente, lo que le viene bien es definir claro qué rumbo se quiere tomar. Eso se define en unas elecciones generales. Sobre todo, cuando quedaban unos pocos meses para culminar la Legislatura. Esta ha sido una legislatura en la que, por primera vez, ha habido un gobierno de coalición. Un gobierno que se ha mantenido durante toda la legislatura con las dificultades de una pandemia o de buscar mayorías parlamentarias para conseguir sacar adelante esas iniciativas. Por lo tanto, cuando se convocan las elecciones y se plantea qué es lo mejor para España, a partir de ahí confluyen otros elementos. No perdemos ni un minuto en debates estériles, es decir, se ha producido un pronunciamiento de la ciudadanía, pero hay una estrategia de acoso y derribo al gobierno y a su presidente por parte de la derecha. ¿La derecha iba a cambiar esa estrategia? En absoluto. Es más, como, en parte, le ha podido dar resultado en estas elecciones, hubiéramos ido a peor ¿Esa es a la imagen que queríamos dar ante la Unión Europea? Por cierto, gran contraste siendo primera economía europea, creciendo y generando más empleo que nunca y con debates y fango en el análisis y en la dinámica política interna. No es lo más aconsejable. A partir de ahí, es evidente que el momento en el que nos encontramos obliga al Partido Popular a tomar decisiones que oculta habitualmente. El Partido Popular, hoy, ya lleva varios acuerdos con VOX en distintos puntos del territorio, o bien en ciudades o bien en comunidades autónomas, que retratan lo que es ahora mismo el Partido Popular, un partido que ha mercantilizado su opción para volver a ser Gobierno de España y que ha puesto precio a los derechos, por ejemplo, de las mujeres o a la igualdad. Si queremos gobernar, o estamos dispuestos a ceder la presidencia de un parlamento a una fuerza política o a una persona, que no solo no cree en la comunidad autónomas, que se cargaría mañana el Estado de las Autonomías y, sin embargo, le está facilitando la presidencia de un parlamento autonómico y, en segundo lugar, personas con un currículum destacado en lo que significa la negación de la violencia de género, por ejemplo, o la homofobia, u otro tipo de elementos radicales de un partido de extrema derecha que, desde luego, no se corresponden con la inmensa mayoría de la sociedad española ¿Quién ha abierto la puerta a eso con una irresponsabilidad bastante grande y solo a costa de conseguir el poder? El Partido Popular. Por tanto, cuando hoy vemos al ganador de las elecciones en Aragón y anterior alcalde de Zaragoza, o cuando vemos en Baleares a quien vaya a ser la presidenta del gobierno balear, o cuando vemos en Valencia al nuevo presidente de la Generalitat Valenciana... estamos viendo a personas que ya sabemos que no solo no le hacen ascos a las políticas de extrema derecha, sino que están dispuestas a intercambiarlas por instituciones y, en definitiva, por poder. Eso dibuja un perfil de la derecha que lo mismo, hubo una buena parte de la ciudadanía, que no tenía claro cuando fue a votar en las últimas elecciones. Si si es así tienen una oportunidad el 23 de julio. Este es el PP. Esta es la derecha que tenemos y esta es una derecha que trabaja con la extrema derecha absolutamente sin ningún pudor.
- Tras las municipales faltó echar a Pedro Sánchez de la Moncloa, pero ya hay encuestas que recelan de la victoria del a derecha.
- Aquí los vientos y las corrientes, pues, desgraciadamente, cambian de un día a otro. El Partido Popular pensaba la noche de las elecciones municipales que, prácticamente, ya estaba todo hecho y todo ganado. Y, además, con esa fórmula tan falta de respeto y tan antidemocrática como hablar de esto del 'antisanchismo'. El Partido Socialista ganó las últimas elecciones generales y el presidente del Gobierno se llama Pedro Sánchez. Aquí gobierna el PSOE y hay un gobierno de coalición, digamos las cosas por su nombre. Ésta mal encarada derecha española creía que prácticamente sin salir a jugar, ya lo tenía ganado. Estamos viendo que de todas maneras, la actitud no ha cambiado, ni escuchamos a Feijóo hacer propuestas y decir qué quiere hacer con España, lo cual es bastante peligroso. Cuando alguien se presenta a las elecciones y no es capaz de decirte qué piensa hacer con las pensiones, qué piensa hacer con el mercado laboral, qué piensa hacer con el salario mínimo, qué piensa hacer con los jóvenes... Cuando no te lo dice, espérate lo peor. Cuando no te lo dice es porque no quiere que luego le recuerdes lo que ha ocurrido. Pero, insisto, es que esta derecha ya tiene antecedentes, que fueron los siete años del señor Rajoy. Que alguien me diga si le fue mejor en esos cuatro años de lo que le ha ido en estos, con pandemia incluida. Yo creo que la derecha en España ha ofrecido lo que tenía que ofrecer con Aznar y con Rajoy, la derecha no es más que lo que uno ve. No hay más detrás. Con la derecha, este país ni ha avanzado ni ha destacado en nada en el ámbito internacional, ni en ninguna política importante para los españoles en su historia democrática. Todos sabemos perfectamente que cuando España ha destacado, con dificultades o con errores, pero cuando ha hecho cosas de las que nos sentimos orgullosos es con gobiernos socialistas. Con Felipe González conseguimos entrar en la Unión Europea, conseguimos que España se vertebrara, que se planteara territorialmente, que invirtiera en infraestructuras, que generara un diálogo social con el que avanzar en el derecho de los trabajadores y las trabajadoras; con José Luis Rodríguez Zapatero se tomaron las decisiones, en materia social más ambiciosas, más modernas más vanguardistas, no solo de la Unión Europea, también a nivel internacional. Fue un gobierno que tuvo muchas dificultades en su fase final por la crisis financiera, y que al final esa crisis se lo llevó por delante. Ante eso tenemos estos últimos cuatro años para valorar qué ha hecho un gobierno socialdemócrata, un gobierno progresista. Si a eso la respuesta de los ciudadanos es que queremos volver atrás, pues creo que nos equivocaremos si se toma esa decisión.
- ¿Qué diferencia hay entre los pactos de PSOE con BILDU y los de VOX y PP?
El Partido Socialista no ha pactado con Bildu, se ponga como se ponga la derecha. Eso forma parte del engaño. Esto es como lo de ETA y todo este tipo de cosas. Una mentira cien veces repetida no va a ser verdad por más que se repita. Probablemente, nosotros tendríamos que haber dicho más alto y claro que es mentira. Es decir, cuando el Partido Socialista ha llevado iniciativas, leyes positivas para los españoles al Parlamento, a las Cortes Generales, y ha obtenido el no del PP, otras fuerzas políticas, una de ellas Bildu, han podido apoyar esa iniciativa que se ha convertido en la revalorización de las pensiones o que se ha convertido en la subida del salario mínimo o en la mejora de las becas. Solo hay mirar qué ha hecho el Partido Popular en esta legislatura, prácticamente sin fallar, ha votado que no a toda iniciativa que fuese buena, potente para los ciudadanos y que haya significado una mejora. Por eso el PP no explica lo que ha estado votando. EL PSOE se ha ido apoyando en el conjunto de fuerzas políticas que querían ir apoyando. Unas veces ha conseguido el apoyo de unos y, otras, de otras. No siempre ha conseguido el Partido Socialista el apoyo de fuerzas políticas como Esquerra Republicana o EH Bildu, otras veces han votado en contra de iniciativas que ha planteado el Partido Socialista. Ni ha habido ministros, ni ha habido concesiones, ni ha habido pactos de gobierno con Bildu o con Esquerra Republicana. El Partido Popular sí ha pactado con Vox gobiernos. Es decir, el Partido Popular asumió la presidencia de la Junta de Andalucía porque Moreno Bonilla firmó, por primera vez en nuestro país, un documento con la extrema derecha para ser presidente. El PP ha firmado acuerdos de gobierno con VOX, ¿o no es un acuerdo de gobierno con sillones y responsabilidades concretas el que tiene Castilla y León? Pero eso que parecía una excepción, es sencillamente marca de la casa y se hace con normalidad. El que sí pacta gobiernos con Vox es el Partido Popular en la Comunidad Valenciana, en Baleares, en ciudades importantes de España y desgraciadamente, estamos viendo también Aragón. Y a expensas de ver quién se lleva el gato al agua en Extremadura. El ciudadano que vota al PP sabe que tiene un altísimo nivel de posibilidades de encontrarse a un responsable de Vox gobernando con el Partido Popular. Debemos saberlo cuando vayamos a votar.
- El día el día 29 de mayo se levantaron con ánimo de derrota, ¿ha cambiado eso?
El 29, más que una sensación de derrota, mis sentimientos eran de decepción. Pero decepción porque entendía que había pesado más el discurso de la difamación, del odio, de la crispación sin argumentos sobre la gestión de magníficos alcaldes y alcaldesas en Andalucía que representaban una iniciativa mucho mejor. Por tanto, con esa decepción, por cual había sido la decisión legítima y democrática de los ciudadanos, también había un elemento que era el de la recuperación del PSOE en Andalucía. Alguien me acusó de que en la noche electoral había sido muy optimista. Yo, sencillamente, hice un balance y dije que habíamos recuperado casi medio millón de votos en un año respecto a las personas que en Andalucía votaron al PSOE en elecciones autonómicas. Gobernamos más ayuntamientos que el Partido Popular. Pero más ayuntamientos no significa más votos. Ellos han concentrado más votos y más representación en municipios de gran población y por eso han ganado las capitales o por eso han ganado en municipios claves en las áreas metropolitanas. No era lo que esperábamos. Cuando llego a Madrid y me entero de la convocatoria de las elecciones generales, ¿cuál es la sensación? Primero, la de que tenemos a alguien al frente del gobierno con el liderazgo en vena. Eso solo lo hace un líder político de primera. Es capaz de entender el mensaje y tomar una decisión con la que todo el país se pone de nuevo movimiento para decidir si quiere o no una orientación diferente. Lo que está en juego es con qué modelo político y social queremos liderar, desde España, la Unión Europea en seis meses. Esto es muy relevante. En Europa llevamos años en los que el avance de la ultraderecha está conquistando gobiernos importantes y modificando mayorías sociales. La diferencia entre que el Partido Socialista sea el partido que gobierna en España y que España sea el contrapeso de muchos gobiernos de la extrema derecha en Europa, después de ganar unas elecciones con el respaldo suficiente, eso es para España liderazgo absoluto a nivel político en la Unión Europea. Esto es una decisión equivalente a la que en su momento significó aquella de Felipe González de convocar un referéndum de la OTAN. Estamos ante la presidencia de España de la Unión Europea y alguien, en vez de llegar y cómodamente aguantar unos meses hasta las elecciones de final de año, dice no. Vamos a ver cómo queremos presidir la Unión Europea, convoquemos elecciones generales. Vamos a poner todos los elementos que hay en juego. Y voy a ir explicarlo a todos sitios hasta la extenuación.
- ¿Y eso significa que asumís que la estrategia de comunicación falló?
No, que la estrategia de comunicación de la derecha ha calado. Teníamos que haber reaccionado mucho antes. Teníamos que ir haber ido viendo que esto ya no era una cuestión de una campaña o de unos meses o de unos medios, sino que esto estaba calando en la opinión pública y que esto, no solo era perjudicial para la persona o para las siglas, sino que era perjudicial para el país. Porque, en definitiva, se estaba configurando una alternativa no basada en argumentos, sino basada en el rechazo al adversario político y en la expulsión del sistema. Es que eso es muy diferente a competir unas elecciones y ganarlas o perderlas. La forma en la que plantea la forma en la que se plantea estas elecciones para la derecha es terrible. Les falta decir que si ganan las elecciones generales extraditarían a Pedro Sánchez de España.
- ¿Cuáles son sus sensaciones de cara a las elecciones?
Ahora, más que nunca, es cuando vamos a ver que las decisiones importantes se toman cuando se moviliza el conjunto de la población. Cuando solo se moviliza una parte, suele suceder lo que sucede. Ahora, cuando la gente sale en masa a votar, pasó en 2004, porque tiene una idea clara, puede pasar cualquier cosa.
- Aquellos que pueden sentirse decepcionados por los acuerdos con Bildu, la Ley del Sí es Sí o las reformas de la sedición, ¿votarán ahora?
Todos han ido a votar a las Elecciones Municipales y nos hemos quedado a tres puntos a nivel nacional. Entendieron que esto era una primera vuelta de las elecciones generales. Yo aspiro a que en estas semanas seamos capaces de convencerlo o sacarlos de su error. Que valoren bien lo que está en juego.
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