La Junta de Andalucía, a través de Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, ha resuelto en lo que va de año 14 procedimientos sancionadores contra titulares de tarjetas de aparcamiento de vehículos para personas con movilidad reducida que han hecho un mal uso de la misma mediante la aplicación de una sanción leve, que conlleva la retirada del distintivo por un plazo de uno a seis meses.

Desde 2019 se han resuelto un total de 46 expedientes con la misma sanción a través de los procedimientos derivados por un uso indebido de estas tarjetas de estacionamiento; un documento personal e intransferible que tiene validez en el territorio andaluz sin perjuicio de su utilización en todo el territorio de la Unión Europea en los términos que establecen las normas nacionales de los Estados miembros.

Según los datos que maneja el Gobierno andaluz, un total de 4.429 personas tienen concedida y en vigor una tarjetas de aparcamiento de vehículos para personas con movilidad reducida con uso para transporte individual, mientras que otras 75 tiene tarjetas concedidas para transporte colectivo.

Hasta finales de este año, la Junta de Andalucía ha concedido 685 nuevas tarjetas de aparcamiento, lo que supone 6,7 por ciento del total concedido en la región, donde se han aprobado la cesión de 10.205 tarjetas. Cabe señalar que en los años 2019 y 2020 se entregaron en toda Andalucía 13.516 y 10.861 tarjetas, respectivamente.

Para ser titular de una de estas tarjetas es indispensable tener reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 33 por ciento y, además, presentar graves problemas de movilidad reducida por ser usuario de silla de ruedas, dependencia absoluta de dos bastones para deambular o presentar conductas agresivas o molestas de difícil control, a causa de graves deficiencias intelectuales. En su defecto deberán alcanzar al menos siete puntos en el baremo de valoración de movilidad vigente.

También pueden optar a una de estas tarjetas quien tenga reconocida una deficiencia visual que implique un grado de las limitaciones en la actividad igual o superior al 65 por ciento o a quienes tengan tres años y presenten una discapacidad grave muy grave, de forma que sus padres, cuidadores o tutores puedan emplearla.

Esta tarjeta posibilita estacionar en zonas reservadas para personas con movilidad reducida, aparcar el vehículo gratuitamente y sin limitación de tiempo en las áreas verdes, azules y zonas de carga/descarga, siempre que no afecte las limitaciones de circulación y estacionamiento de las áreas peatonales y en función de las ordenanzas de las corporaciones locales.

También permite acceder a las plazas de aparcamiento reservadas y habilitadas por los ayuntamientos para vehículos que transportan a personas con movilidad reducida y que son titulares de tarjeta de aparcamiento y estacionar en las plazas de aparcamiento públicas reservadas para personas con discapacidad, distribuidas en las zonas consideradas de interés, en los núcleos urbanos.

De otro modo, los titulares de la tarjeta pueden aparcar en cualquier lugar de la vía pública, durante el tiempo imprescindible, siempre que no impida la circulación de vehículos o peatones. La tarjeta individual o colectiva, no autoriza estacionar en doble fila, sobre la acera o en paradas reservadas para taxis, motos y otros vehículos especiales.

La solicitud individual de esta tarjeta se tramita en los centros de valoración y orientación y en las delegaciones territoriales de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, mientras que las de transporte colectivo pueden obtenerse a través de los Servicios de Gestión de Servicios Sociales.