Tribunales

Juzgan en Almería en marzo por estafa a varios vecinos de la capital a la falsa hija del Rey Juan Carlos

  • Ana María Bea Jiménez será juzgada el próximo mes de marzo en Almería por estafar diversas cantidades a vecinos de la capital haciéndoles creer que iba a cobrar una cuantiosa herencia

Juzgan en Almería en marzo por estafa a varios vecinos de la capital a la falsa hija del Rey Juan Carlos

Juzgan en Almería en marzo por estafa a varios vecinos de la capital a la falsa hija del Rey Juan Carlos / Atresmedia (Almería)

Ana María Bea Jiménez quien se hacía llamar Mercedes Alejandra Franco Chivite, es conocida en toda España por sus condenas por estafa, en las que se hacía pasar por nieta de Franco o hija del Rey emérito, Juan Carlos I. Una actividad que también llegó a la capital almeriense, dónde será juzgada el próximo mes de marzo.

En el caso de Almería, la Fiscalía señala en su escrito de acusación que llegó a esta tierra junto a un hombre de origen peruano, Antonio Baldwin Castillo, convenciendo entre septiembre de 2016 y marzo de 2017 a varias personas de que iban a cobrar una “cuantiosa herencia”.

A las presuntas víctimas les decían que para poder hacerse con dicha herencia precisaban de cierta cantidad de dinero, logrando así que les entregasen diferentes cuantías con la “falsa promesa” de recuperar este préstamo y un plus con una parte de la herencia, una vez cobrada.

En concreto, así habrían logrado que una mujer les entregase 6.000 euros; 1.300 euros en el caso de un hombre; otros de 250 euros de una segunda mujer; 4.249,90 euros de otro hombre y 20.000 euros de un tercer varón.

Una vez obtenido este dinero, lo habrían incorporado a su patrimonio y habrían desaparecido sin volver a comunicarse con los supuestos estafados. Por ello, el fiscal los acusa por un delito de estafa y reclama dos años y medio de cárcel para ellos, además de la devolución de las cantidades estafadas.

El abogado de Ana María, Roberto Muiño, con el que ha contactado este periódico, ha presentado un escrito de defensa en el que muestra su disconformidad con este relato, apuntando que “si bien es cierto” que su patrocinada pudo recibir diversas cantidades de dinero de los denunciantes, “no es menos cierto” que las actuaciones “únicamente” se acreditan documentalmente en lo que se refiere a los 52 días en los que los acusados estuvieron en un hostal del Paseo Marítimo de Almería, “así como los desayunos, comidas y cenas en dicho establecimiento”.

Asevera que el resto no puede “acreditarse en modo alguno” y menos porque existiese alguna promesa de pago futuro tras el supuesto cobro de una herencia, por lo que pide que se dicte una sentencia absolutaria.

Según consta en el sumario de la causa, los acusados mendigaron en el Paseo Marítimo durante esos meses, durmiendo en la vía pública -a pesar de que Ana María sufre una discapacidad y usa una silla de ruedas-, conociendo a varios vecinos de la zona que los ayudaban dándoles comida o pequeñas cantidades económicas.

El primero de los estafados relató que fue la mujer la que aseguró que estaba en posesión de una “gran herencia” pendiente de desbloquear, motivo por el que le entregó 6.000 euros con la promesa de “una gran recompensa económica”. Posteriormente, pediría un crédito bancario para abonarles otros 14.000 euros más.

Los primeros 6.000 euros sirvieron supuestamente para pagar el hostal en el que se alojaron los acusados -ella se identificó como Mercedes Chivite Chivite- y a cuyos propietarios, así como a una de las trabajadoras, contaron la misma historia, consiguiendo de la última una nueva remesa de dinero y “numerosas comidas e impagos de 52 noches de pensión” de los primeros.

Otra de las supuestas víctimas, que habría entregado a los acusados 1.300 euros, era amigo de dicha trabajadora.

“Para dar credibilidad a los hechos”, los acusados acudieron a un abogado al que relataron la misma historia, manifestando su deseo de citar a los futuros beneficiarios, cosa que hizo el letrado, emplazándolos en febrero de 2017 en una notaría, dónde afirmaron que estaban a la espera de una documentación que debía mandar un abogado de Navarra. Un mes más tarde se les citó en dicha notaría, dónde entregaron a las víctimas un número de cuenta y un número de clave para hacer efectivas las donaciones prometidas.

Por otro lado, dejaron de abonar 250 euros a la responsable de una peluquería.

Cabe recordar que periódico ‘El País’ la rebautizó como ‘Su excelencia Ana María la estafadora’. En 1998 fue condenada junto a su tío octogenario por la Audiencia de Navarra a cuatro años de prisión por estafar más de 30 millones de pesetas a diferentes personas, a las que conseguían engañar para realizar supuestas inversiones en bolsa haciéndose pasar la joven por hija ilegítima del Rey.

Ocho años después, fue condenada en Santander. Según el periódico ‘Diario de Navarra’, los hechos que reconoció, y por los que asumió una pena de dos años de prisión, se presentaba como abogada, futura juez de Castro Urdiales e hija ilegítima del entonces rey.

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