LOS COLORAOS

María Teresa Basoco de Bustamante

  • El primer centenario de los Coloraos no fue muy celebrado en Almería, ya que en septiembre de 1923 se proclamó el Régimen de Dictadura con el General Miguel Primo de Rivera

Joaquín Bustamante Quevedo, héroe en Cuba, 1898. Nieto de Francisco Javier Joaquín Bustamante y María  Teresa Basoco.

Joaquín Bustamante Quevedo, héroe en Cuba, 1898. Nieto de Francisco Javier Joaquín Bustamante y María Teresa Basoco.

Francisco Javier Joaquín Bustamante Fondevila, contrajo matrimonio en 1816 en Bilbao con María Teresa Basoco de los Heros, vizcaína, nacida en 1792, tuvieron 4 hijos. Era Francisco Javier una persona que provenía de una familia que hizo fortuna dentro de la emprendedora clase mercantil de la España de la segunda mitad del siglo XVIII realizando importantes inversiones en la América Española, también en Cádiz y Cantabria, además de contar con título de nobleza, ya que pertenecía a la Orden de Carlos III, como miembro de esta Orden lo fue su padre, Francisco Bustamante Guerra, además de su abuelo materno, Javier de Fondevila, también era caballero de la Orden de Carlos III, no tuvo dificultades para el ingreso en esta Orden de la nobleza española (AHN. Legajo Estado 1701).

En fechas de Agosto de 1824, cuando el ataque de los liberales coloraos de Pablo Iglesias sobre Almería, María Teresa Basoco, según declaraciones del propio Francisco Javier Joaquín Bustamante –legajo antiguo 66 en A. M. Justicia- se encontraba en Santander con su familia, por lo cual hubo de pasar unos días para que su familia conociese su desafortunada suerte de encontrarse prisionero en el cuartel de la Misericordia de Almería, que 22 de los que tomaron parte en el asalto sobre Almería el 16 de Agosto de 1824 habían sido fusilados el 24 de Agosto de aquel 1824 en la ciudad almeriense. Románticamente recoge su historia el insigne estudioso almeriense Juan Antonio Martínez de Castro, en el año del primer centenario, 1924, cuando publica artículos “los mártires de la libertad” en Diario de Almería, 24-VIII-1824.

Nos expone el articulista en 1924 que María Teresa de Bustamante realizó un viaje de a Madrid para obtener el perdón Real a favor de su marido, consiguiéndolo y reventando cuatro caballos desde Madrid a Almería para llegar a tiempo e impedir el fusilamiento del Teniente Coronel liberal Francisco Javier de Bustamante, historia que posiblemente se había extendido en la plaza de Almería, y en diversos casos estuviese en la mente e imaginación de personas de nuestra tierra. Expuso que el 24 de septiembre, marchado la comitiva con sus caballos cerca de Almería, por Torre Cárdenas, sonaron dos descargas, cuando María Teresa escucha la segunda detonación de la fusilería pierde el conocimiento, cayendo desmayada de su caballo, ya que intuye que su esposo había sido fusilado y sus enormes esfuerzos no sirvieron para salvarle. Francisco Javier Joaquín Bustamante fue fusilado el 24 de septiembre de 1824.

Realmente el primer centenario de los Coloraos no fue muy celebrado en Almería, ya que en septiembre de 1923 se proclamó el Régimen de Dictadura con el General Miguel Primo de Rivera, en aquella Almería en la cual su Ayuntamiento acepta el Golpe dictatorial de Primo de Rivera, siendo solamente el concejal Miguel Granados Ruiz, contable y comerciante almeriense, el único que no acepta el nuevo sistema, posteriormente sería Alcalde de Almería en Abril de 1931 –mi tío el de Méjico, era tío abuelo del que escribe-, fueron meritorios los escritos sobre los Coloraos de José Antonio Martínez de Castro, por la situación que vivía la patria.

Según exponía don Florentino de Castro Guisasola, catedrático de Latín y en diversos años director del Instituto almeriense, en artículos publicados en el Diario Católico la Independencia en fechas 23 y 24 de Agosto de 1933, describía don Florentino el solemne acto de enterramiento del militar Francisco Javier Joaquín Bustamante, era gaditano, de noble familia, que otorgó poder para testar a su viuda Doña María Teresa Basoco, tras recibir los sacramentos sería fusilado el 24 de septiembre de 1824. En su entierro asiste el Deán de la Catedral, Cruz Alta de la Parroquia del Sagrario, Universidad de sacerdotes y beneficiados. En la ceremonia hubo música de Capilla. En su entierro hubo gran número personas del pueblo, realistas, oficiales de graduación. El 25 de septiembre se celebraron misas por su alma en la Catedral y Sagrario, este militar fue enterrado en el Cementerio de Belén.

Basoco se encontraba con su familia en Santander en agosto de 1824

No tengo dudas que su familia, aunque su padre había fallecido en diciembre de 1823, sobre todo su esposa María Teresa de Bustamante, intentó salvar a Francisco Javier Joaquín, la Iglesia almeriense, destacando su Deán, se movió en la realización de solemnes ceremonias en favor del arrepentido y muerto dentro de la religión católica, el noble militar Francisco Javier Joaquín Bustamante… María Teresa Basoco de Bustamante difícilmente hubiese podido viajar desde Santander a Madrid y después a Almería, pero entregaría cantidades dinerarias a la Iglesia en Santander, para que moviese a su favor autoridades y eclesiásticos en Almería; influiría lo que pudiese en la Corte de Fernando VII, con dificultades en la época, ya que habían caído del Gobierno los hombres transigentes, sea el Conde de Ofalia, su Presidente, y en Guerra don José de la Cruz, estando en septiembre de 1824 frente a la Secretaría de Guerra –ministro-José Aimerich, persona que seguía líneas de dureza contra los participantes en levantamientos liberales, Francisco Javier Joaquín Bustamante portaba uniforme de los liberales cuando fue apresado.

Respecto a la labor que realizase el Director General de Marina, don José Joaquín Bustamante Guerra, no he encontrado documento en el cual se recoja mediación de este influyente alto cargo de la marina e insigne navegante, lógicamente este Director de la Marina, quizás en memoria de su hermano Francisco recientemente fallecido, en septiembre de 1824 podría haber intervenido a favor de su sobrino Francisco Javier Joaquín Bustamante, mas José Joaquín Bustamante Guerra se comportó siempre con ideas partidarias del autoritarismo y le quedaba menos de un año de vida.

María Teresa Basoco, viuda de Bustamante, durante su vida se mostró como una mujer de empuje en los negocios, en 1833 fue la fundadora del Balneario de Ontaneda en Cantabria, situado cerca del río Pas, teniendo fama por sus aguas sulfurosas benéficas para la salud, construyó un edificio de tres plantas, que primeramente daba alojamiento hasta a 60 personas, con diferentes balsas para el baño de inmersión o a chorro, contaba con dormitorios y diversos salones, sus aguas eran analizadas por químicos y farmacéuticos, en 1845 se ampliaron los baños con un segundo edificio, tenía los baños médico, contando con buenas comunicaciones con diligencias de Ontaneda a Madrid, Burgos y Santander. Este balneario fue visitado por José María Pereda, Emilia Pardo y Bazán, Azorín, que sufriría detención en 1904 al ser confundido por un escolta de don Antonio Maura con un anarquista. En la actualidad es Colegio religioso (Centro de Estudios Montañeses. Anales Instituto de Estudios Agropecuarios. Vol. XIX. Años 2009-2010. Gobierno de Cantabria).

Nieto suyo fue Joaquín Bustamante Quevedo, capitán de navío, que encuentra heroica muerte en las Lomas de San Juan en Cuba, el 1-7-1898, merece la Laureada de San Fernando, luchando contra los norteamericanos.

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