Almería

Papel mojado

  • El Gobierno ya sabe que Estados Unidos no tiene ninguna intención de descontaminar la zona radioactiva de Palomares

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Papel mojado. Todo lo andado por los ministros de Exteriores de los Gobiernos de Zapatero y Rajoy en la última década para conseguir la descontaminación de los terrenos radioactivos de Palomares desde hace más de medio siglo se ha ido desvaneciendo con la llegada a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump. Lo que era sólo una sospecha cuando el magnate alcanzó el poder norteamericano hace exactamente ahora dos años, despertando un serio recelo en la pedanía almeriense después de ver encarrilado el desbloqueo de su pesadilla nuclear, está más que confirmado. No habrá limpieza ni acuerdo bilateral. Así responde el Ejecutivo de Pedro Sánchez a una pregunta parlamentaria de Diego Clemente, diputado nacional de Ciudadanos por Almería, quien ha venido reclamando transparencia e información sobre la solución al problema de la pedanía de Cuevas y sobre la voluntad real de Estados Unidos de intervenir en la zona.

El Gobierno argumenta que la Declaración de Intenciones para la Rehabilitación del Entorno de Palomares que se firmó el 19 de octubre de 2015 entre el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, y el secretario de Estado norteamericano John Kerry sigue "en vigor" para el Ejecutivo del PSOE y establece todos los parámetros para una futura operación conjunta entre ambos países, si bien no obliga jurídicamente a Estados Unidos a negociar otro acuerdo vinculante por la sencilla razón de que se trata de un acuerdo que carece de rango de tratado internacional. Y la respuesta va un paso más allá y corrobora los peores presagios. "En los dos últimos años, la nueva Administración Federal de Estados Unidos ya ha dado a entender que no se considera vinculada por la Declaración de Intenciones, ni tiene el propósito de iniciar negociaciones bilaterales". Más claro imposible, no hay esperanza mientras Trump siga en la presidencia. Aún así, el Gobierno manifiesta que seguirá atento a esta importante cuestión para Palomares y en la respuesta en el Congreso vuelve a expresar su posición de que cuando se den las "circunstancias adecuadas" existan visos serios de que pueda concluir con éxito la negociación pendiente con los Estados Unidos se impulsará de nuevo a su nivel bilateral correspondiente. Diego Clemente, que ha presentado ya siete preguntas, proposiciones no de ley e interpelaciones relativas a la descontaminación del terreno de 40 hectáreas de Palomares, ha conseguido que se ponga algo de luz a un asunto de vital relevancia para la provincia marcado por el secretismo desde que se produjo el accidente nuclear en 1966.

Fruto de la presión del entonces alcalde de Cuevas y senador del PP, Jesús Caicedo, a través de la embajada norteamericana se logró reactivar la negociación bilateral y el punto de inflexión fue la visita a España del que era vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en el mes de mayo de 2010. A partir de ahí se produjo una reunión de la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, con Hillary Clinton en enero de 2011 que contribuiría a sentar las bases de la Declaración de Intenciones sellada en octubre de 2015 por Kerry y García-Margallo. Se fijó incluso el plan de limpieza de los terrenos con coste estimado de más de 500 millones y un plazo de ejecución de los trabajos de 12 a 24 meses con el inicio antes del año 2020. El material contaminado se iba a desplazar hasta el Centro de Almacenamiento de residuos nucleares en la montaña de Yucca en Nevada sin que se llegara a precisar el modo de envío. No ha hecho falta avanzar en el plan porque Trump lo ha metido en el cajón del olvido.

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