Los bultos depositados sobre las sillas de una de las salas de la Gerencia de Urbanismo encierran la que será la mejor solución, tanto desde el punto de vista arquitectónico y urbanístico como de movilidad, para darle ese nuevo aire al Paseo de Almería mediante la peatonalización de la arteria principal junto a la Obispo Orberá. Son las diez propuestas presentadas al concurso de ideas que la semana pasada, al término del plazo, contabilizaba el Ayuntamiento de la capital. Han sido todas admitidas y ahora serán analizadas por un jurado cuya composición ha sido cuidada para garantizar la participación social, pero también la experiencia necesaria del que se prevé que sea otra transformación de ciudad como en su día lo supuso la Rambla. Con más presión, si cabe, por la crisis del sector comercio y la irrupción en la vida cotidiana del coronavirus.

El jurado, que está presidido por el alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, ha quedado ya constituido. Está compuesto por técnicos municipales, tanto de Urbanismo como de Movilidad, y en este órgano de decisión están representados el Colegio Oficial de Arquitectos (COAA), el Colegio de Ingenieros de Caminos y las asociaciones de comerciantes y hosteleros, a través de grandes conocedores de este tipo de actuaciones.

La elección del arquitecto de reputado prestigio, como rezaban las bases del concurso de ideas, ha recaído en el COAA, asumiendo esta responsabilidad el malagueño Salvador Moreno Peralta, cuya trayectoria avalan el Premio Nacional de Urbanismo y proyectos como la Facultad de Derecho, si bien es su dominio en intervenciones similares a las que quiere emprender Almería lo que ha empujado al Colegio de Arquitectos a proponerle como miembro del jurado. Ha desarrollado en su ciudad natal los Centros Comerciales Málaga Nostrum y Larios, y es también autor de la peatonalización de la plaza Costa del Sol de Torremolinos, cuyas obras quedaron inauguradas en febrero de 2019. Como dato anecdótico, ya que esta información versa sobra la reordenación integral del Paseo y Obispo Orberá, este arquitecto es el padre del popular cantante Pablo Alborán.

El alcalde ha abogado por un proceso “participado y participativo, en el que todo el mundo pueda opinar y que, al final, nos lleve –ha manifestado– a la elección de la mejor de las propuestas para volver a relanzar la que siempre ha sido la principal arteria de la ciudad”. Un objetivo en el que, como ha significado, el Consistorio “no caminará solo”, recordando la participación que, en el seno del jurado, tendrán “actores principales” como son, además de los arquitectos, los ingenieros y los propios comerciantes.

Como señalaba Ramón Fernández-Pacheco en el acto de constitución del jurado, se busca no solo una solución arquitectónica. “Además de la parte estética, hablamos también de movilidad, una parte importante” para la cual se suma a Moreno Peralta otra voz experimentada, la del ingeniero de caminos, Pablo de Otaloa Ubieta, director general, entre 1993 y 2000, de Bilbao Ría 2000, además de responsable durante muchos años de las áreas de Tráfico, Transporte, y Diseño Urbano en Donostia, San Sebastián, y autor de diseños y estudios de movilidad para Madrid.

El conocimiento, como se dice, del terreno lo aporta el arquitecto Miguel Centellas. El profesional seleccionado por los comerciantes y hosteleros, aunque nació en Barcelona, ha desarrollado buena parte de trayectoria, con varios Premios Arco, en Almería desde los 80. Profesor de la Universidad de Cartagena, es un estudioso de la arquitectura al servicio del bienestar de las personas. (Te puede interesar)