Más viejo que un Plan General de Almería

Las viviendas necesarias, los servicios públicos, los centros educativos y comerciales, el suelo industrial, los parques o hasta los cementerios. Los municipios del futuro empiezan sobre un plan general de ordenación urbana (PGOU), uno de los instrumentos más esenciales para definir con una visión global cómo serán los lugares que habitaremos en los próximas quince o veinte años ¿Pero qué pasa cuando esas dos décadas ya han quedado muy atrás? Es lo que le ha ocurrido a la mayoría de las localidades de la provincia que tienen sus desarrollos agotados y sobreviven con PGOUs que fueron aprobados mucho antes del año 2002. Según los datos de la Junta de Andalucía, en esta situación se encuentran 92 municipios almerienses.

Uno de ellos es la propia capital. Se maneja a golpe de modificaciones puntuales de un Plan General que data de aquel año de 1998, habiéndose tenido que guardar el Ayuntamiento aquel otro nuevo PGOU que, con los años transcurridos, debiera estar incluso agotándose. Pero los cambios normativos y, sobre todo, los planes andaluces como el marbellí tumbados por sentencia han echado un prolongado freno al futuro de ciudades y pueblos, y a la entrada de actividad económica.

En la provincia de Almería, solo hay once municipios, el 10,7 por ciento del total, con un Plan Generalconforme a la extinta LOUA (Ley de ordenación urbanística de Andalucía), mientras que el resto esperan poder aplicar como agua de mayo la llamada LISTA, la Ley de impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía, que entró en vigor el pasado mes de diciembre.

El informe de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, presentado en el último Consejo de Gobierno andaluz, hace alusión expresa a la situación de provincia, donde 92 municipios tiene distintas figuras de planeamiento aprobadas con anterioridad a 2002. La mayoría de ellos, 81 localidades, está en proceso de la tramitación de sus respectivos PGOUs con el siguiente recuento: 23 solo han llegado a la fase de avance, 24 cuentan con aprobación inicial, 30 con aprobación provisional, y cuatro han solicitado la aprobación definitiva a la Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CTOTU) de Almería, aunque todos ellos han sido requeridos para su subsanación.

Los 81 ayuntamientos que tienen actualmente en tramitación sus planes generales o tienen aprobadosinicialmente las modificaciones estructurales (Antas, Benahadux, El Ejido, Olula del Río, Purchena, Roquetas de Mar y Vera, a los que hay que añadir un plan especial en Balanegra), podrán decidir si continúan con su tramitación o iniciar los nuevos planes generales de la actual normativa.

Con la entrada en vigor de la LISTA, 80 municipios que cuentan con una población menor de 10.000 habitantes, que representan el 78 por ciento del total de la provincia, van a poder tramitar y aprobar por sus ayuntamientos el nuevo plan básico de ordenación municipal. Estos municipios ni se encuentran en el litoral ni forman parte de una aglomeración urbana, que son requisitos indispensables para acogerse a este plan.

Los 23 municipios almerienses restantes podrán tramitar y aprobar por el Ayuntamiento el nuevo plan general. Con ello podrán reducir sustancialmente el tiempo de tramitación y adaptarse a las nuevas necesidades sociales y de desarrollo económico, teniendo siempre en cuenta que la LISTA establece que los nuevos crecimientos deben de estar convenientemente justificados.

La LISTA va a suponer, según reza el informe, “un antes y un después” en la tramitación de los instrumentos de ordenación urbanística, ya que, entre otras cuestiones, no va a obligar a los planes generales o planes de desarrollo vigentes a la adaptación a la nueva ley. La normativa posibilitará además que los planes territoriales –desde el POTA hasta los planes de ámbito subregional– cumplan su función de ayudar al equilibrio en un territorio que, en el caso de Almería, está marcado por la alta densidad de población en las zonas más dinámicas de la provincia, con más de 200 habitantes por kilómetro cuadrado, frente a los apenas diez de las comarcas interiores.