La tediosa tranquilidad en la que se ha visto sumido, desde su construcción, hace siete años, el peculiar local resultante de las obras de desdoblamiento de la Nacional 340 se acaba. La Concejalía de Vivienda y Desarrollo Urbano encara el inicio de los trabajos de adaptación de El Promontorio para su, por primera vez, apertura como nuevo centro cultural de la ciudad, dedicado principalmente a facilitar un lugar de ensayo a los colectivos que lo precisen. Entre ellos, el Grupo Municipal de Folclore Virgen del Mar.

La Gerencia de Urbanismo, según ha adelantado el concejal Miguel Ángel Castellón, tiene programado iniciar esta misma semana, o a lo sumo, la siguiente las obras con las que el Ayuntamiento de Almería pretende sacar provecho de este espacio, el cual ha permanecido con las puertas cerradas desde que fuera construido en el año 2009.

Con un presupuesto cercano a los 84.000 euros, este local, situado en la parte más elevada del bulevar de la 340, con forma de barco y que asoma a la macro rotonda, cuentan con una superficie construida de 319 metros cuadrados y útil de 287 para dar cobijo a las actividades del Grupo Virgen del Mar, pero también a otros colectivos que pudieran tener interés en contar con un lugar donde reunirse.

De acuerdo con esta propuesta, el proyecto divide el local en varias zonas con cabida para almacén, oficina, dos aseos, uno de ellos adaptado, y un salón para usos culturales, con una superficie de 169 metros cuadrados.

Entre los trabajos para su adaptación a uso cultural se han proyectado obras de aislamiento acústico y térmico de manera que, entre otras cuestiones, se eviten fenómenos de reverberación. Las divisiones interiores se realizarán mediante tabiquería. Solamente las áreas afectadas por la instalación del saneamiento y los aseos se enlosarán con baldosa cerámica al contar ya el local con el pavimento principal, ejecutado a base de hormigón fratasado.

Este es el local de mayor superficie de los construidos, si bien el bulevar cuenta con otros nueve establecimientos sin actividad alguna. Fueron adjudicados hace seis años y el Consistorio se ha visto obligado a resolver todos los contratos al no haber abierto puertas ninguno.

Todavía se desconoce cuál será su futuro, pendiente de decisiones políticas.