Uno de los barrios más degradados de la ciudad y posiblemente el más desprestigiado, ha sido escenario este fin de semana el primer encuentro juvenil "Rompiendo estigmas, Bienvenid@s al Puche" que ha organizado la asociación Ítaca con la participación de más de 60 jóvenes de la provincia de forma anónima y voluntaria. El objetivo es generar espacios de reflexión activos y permanentes que potencien la participación de la población en el desarrollo de planes locales y se enmarca en el proyecto 'Nuevos Caminos de El Puche' de la asociación dentro de la Estrategia Regional Andaluza para la Cohesión y la Inclusión Social (ERACIS), que está subvencionada por el Fondo Social Europeo y la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía.

Un grupo de jóvenes decidió hace un tiempo coger las riendas y tomar la iniciativa de mostrar su barrio y vida. Estos adolescentes han sido los creadores y líderes de este Encuentro Juvenil de la asociación Ítaca con el objetivo de acabar con los prejuicios y los estigmas que envuelven a este tipo de entornos. De hecho, este encuentro juvenil ha sido una gran oportunidad para deshacerse de "la etiqueta" que se le impone a los vecinos y jóvenes de este barrio catalogado como especialmente vulnerable. La iniciativa en una de las zonas más desfavorecidas de la provincia contó con una actividad pionera, la yincana de 'Las 7 diferencias', consistente en recorrer en grupos el barrio de El Puche y posteriormente otros puntos de la Vega de Acá para comparar los servicios públicos, zonas verdes, parques infantiles y paradas de autobús, entre otras cuestiones, que tienen ambos residenciales.

Intercambio de ideas e inquietudes con los jóvenes del barrio

Previamente realizaron reflexiones en torno a dos mesas de charla y debate tituladas "La fama de las drogas, ¿ganas o pierdes?" y "Todo es verdad, ¿o solo tu realidad?". Estos espacios pretenden despertar un pensamiento crítico y generar impactos sobre la situación a la que se enfrentan los vecinos de ese barrio día a día. Los jóvenes abordaron también con una novedosa técnica grupal los sentimientos de desesperanza, derrotismo en ocasiones, frustración y sentimiento de abandono que a menudo por más que luchen sienten. Tuvieron, por tanto, una vertiente teórica y otra práctica sobre el terreno generando así procesos de identificación colectiva antes de celebrar una comida a modo de "picnic" que terminó de crear un ambiente desenfadado, distendido y un buen clima estrechando lazos con los jóvenes de esta barriada que compartieron sus ideas e inquietudes con el resto.

El encuentro concluyó con una acción de pintura con una técnica “street collage” que ha permitido embellecer una zona de paso y entrada al barrio. Se terminará en los próximos días recogiendo una frase resumen del barrio que todo el grupo decidió durante la jornada. Los participantes pudieron conocer, observar y entender cómo los vecinos del barrio en gran medida están inmersos en procesos de cambio. Entre las reivindicaciones al término de la actividad se planteó que estos jóvenes quieren de una vez por todas que no se les señale o marque por vivir en una determinada zona, poder tener los mismos suministros y servicios que cualquier otro lugar de la ciudad y que las administraciones públicas se impliquen en el cambio social. Porque cambio fue la palabra más repetida. "Unidos por el cambio".