Los Coloraos

Rosa María Zamora y Francisco Montenegro

  • En Almería, los amantes del sistema liberal, confiados y triunfalistas, proclamaban públicamente que el liberalismo sería restaurado el 15 de agosto de 1824

Chancillería de Granada.

Chancillería de Granada.

Rosa María Zamora Escribano fue una mujer granadina que estuvo implicada en los hechos de los intentos de Pablo Iglesias de restituir el liberalismo en España tras desembarcar en Almería en agosto de 1824 y extender el deseado triunfo liberal por ciudades, tierras y costas españolas, terminando con el sistema absolutista de Fernando VII y sus partidarios.

En Almería los amantes del sistema liberal, confiados y triunfalistas, proclamaban públicamente que el liberalismo sería restaurado el 15 de Agosto de 1824 –el desembarco de los Coloraos se produjo en la boca del Andarax la noche del 14 de Agosto de 1824-, por lo cual los realistas en Almería se encontraban preparados y habían tomado medidas para impedir la victoria liberal (Juan Francisco Fuentes y Pilar Gary “Amazonas de la libertad. Mujeres liberales contra Fernando VII”, Madrid, Marcial Pons, 2014).

Rosa María Zamora estaba casada con Francisco Montenegro, procurador de la Chancillería granadina, de ideas liberales, se encuentra Montenegro citado como comunero en las listas de los realistas de Granada en fechas de septiembre de 1824. Montenegro hubo de marchar a Gibraltar tras el triunfo en España de los Cien Mil Hijos de San Luis, pues esta persona había destacado como liberal durante el trienio siendo Capitán de la Milicia de Voluntarios de la Libertad en Granada, en febrero de 1823 persiguió en las Alpujarras a realistas serviles refugiados en aquellos parajes.

El general Baldomero Espartero El general Baldomero Espartero

El general Baldomero Espartero

Durante su refugio en Gibraltar entabla amistad con Pablo Iglesias, recibiendo Montenegro la visita de su esposa, Rosa María Zamora, en los primeros meses de 1824, en este lugar, Gibraltar, Pablo Iglesias conoce y contacta con Rosa María Zamora, siendo invitado Iglesias en diferentes ocasiones al alojamiento de los Montenegro para almorzar, simpatizando Zamora con las ideas y proyectos de restablecer la libertad en la nación española que les exponía Iglesias (Antonio Guillén Gómez “La expedición revolucionaria en Agosto de 1824 contra las costas de Almería”, I.E. Almerienses, 2008). Resultaba que en Gibraltar Montenegro mantenía amistad con una persona que secretamente era confidente de la policía española, por lo cual Francisco Montenegro, siendo traicionado y engañado por su falso amigo, perjudicó a su esposa Rosa María Zamora, además de que Pablo Iglesias había sido arrestado en Cúlllar Baza, prisionero desde el 24 de Agosto de 1824, y en sus confesiones implicaría a su amiga Rosa María Zamora, perjudicándola (A. M. Justicia, legajo 66).

El confidente consideraba que sobre el 1 de septiembre de 1824 Iglesias podría encontrarse en casa de Rosa María Zamora escondido, estaba equivocado, ya que anteriormente en Cúllar Baza apresaron a Iglesias y su compañero Santos, también mantenía el confidente en Gibraltar que Rosa María Zamora debería saber el paradero de Pablo Iglesias, éste líder liberal estaba ya detenido, pero la policía granadina ordena registrar la casa de Zamora y hacen prisionera a ésta.

En la casa registrada encuentran periódicos revolucionarios, del trienio, así el periódico “El Universal”, pasaportes en blanco y sobres vacíos. Según el confidente debían recogerse y examinar detenidamente las cartas entre Zamora y su marido, Montenegro, ya que las cartas podrían estar escritas en clave, o mediante escritos en limón. Rosa María se vio perseguida y solicitó a su marido de que no le enviase correspondencia. Rosa María comunicaba con su marido enviando la correspondencia a un tal Manuel Caballero en Gibraltar, éste entregaba las cartas a Montenegro.

El confidente de Gibraltar aseguraba que Rosa María debería ser apresada con rapidez, para evitar que negase todo lo que conocía, además de que la correspondencia estaba escrita con composiciones que puestas al agua o al calor eran legibles. La Audiencia de Granada informó de lo conocido a Gracia y Justicia.

Pablo Iglesias y Santos realizan confesiones el 25-X-1824, estas declaraciones se hacen bajo la falsa promesa de Indulto, Iglesias mantiene que al llegar a Cúllar el 21 de Agosto de 1824, careciendo de dinero y con la intención de proseguir la huida, pensó solicitar dinero a Rosa María Zamora, ya que tenía amistad con ésta y su marido que conoció en Gibraltar, Zamora le había dicho a Iglesias que si deseaba escribirle lo hiciese a D. Juan Foncada, del Comercio, en Granada, que pusiese dentro en sobre ”a mi amiga”, le contaba Iglesias que había padecido mucho aquellos días y que contestase en sobre a Antonio Sabino, se sirve para la comunicación de arrieros que hacían el camino de Murcia a Granada, Iglesias le solicitó de cuatro a seis mil reales para conseguir la libertad, Zamora intentó ayudarle poniéndose en contacto con Foncada, pero al poco tiempo ambos fueron apresados por la policía de Granada.

Primeramente Rosa María es arrestada en su domicilio, vigilada por la Policía, desde aproximadamente el 15 de septiembre de 1825 pasa a la Real Cárcel granadina con jurisdicción de la Real Chancillería, así permanece más de siete meses, la madre de Zamora, María Antonia Escribano, de 70 años y viuda, mediante su nieta Carlota, hija de Zamora, escribe a la Chancillería, 3-12-1825, exponiendo el mal estado de salud de su hija Rosa María, que estaba encerrada en una mazmorra interior, sin ventilación, ya que la ventana la tenía clavada, para más padecimientos de Zamora, por orden del escribano Puga –delator de Iglesias al caer prisionero-, consigue que le envíen dos facultativos que aconsejaron que pasase a una celda ventilada.

La madre de Zamora escribe a Fernando VII para que su hija se traslade a su casa y pueda sanar

El 16-3-1824, la madre de Zamora escribe a Fernando VII para que su hija se traslade a su casa y pueda sanar, ya que no sabían los cargos que le imputaban. La causa de Iglesias se trasladó a Madrid, estando bajo la jurisdicción del Ministro de Justicia Francisco Tadeo Calomarde. Aunque las confesiones de Iglesias y Santos implicaron a Zamora, ésta no se encontraba entre las 34 detenidos tras las confesiones de ambos Coloraos.

Ya expusimos que Iglesias y Santos fueron ahorcados en Madrid el 25-8-1825, cuando Iglesias pronunció en el patíbulo ¡Libertad o Muerte!, el Verdugo se abalanzó sobre Iglesias, para que con su peso fuese rápida su muerte. Santos no pudo hablar. En 1841 el General Baldomero Espartero concedía la Cruz Cívica a Montenegro y Zamora, por sus méritos por la causa Liberal y apoyo a los Coloraos.

El sello de Pablo Iglesias pudo llegar a Almería porque Francisco Montenegro recibió tal objeto, en 1824, del mismo Pablo Iglesias; siendo Montenegro Administrador de Rentas en Alcalá de Henares, en 1842, pudo entregarlo al Jefe de la familia de Iglesias, su cuñado José Narváez, la viuda de Iglesias casó en segundas. Tal sello sería recogido por el importante político progresista, emprendedor y acaudalado hombre de negocios Ramón Orozco, persona que entonces estaba en Madrid y lo entregaría al Ayuntamiento Almeriense mediante un enviado suyo en Mayo de 1842. El sello tenía por lema “primera división del ejército de la libertad”, en el centro “libertad o muerte” (legajo 606 del A.M.A. Acta Municipal del 23-5-1842, recogido en mi libro “El Episodio de los Coloraos”, IEA-Ayuntamiento de Almería, 1997).

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