Coronavirus Almería

Una funda en el manguito de la tensión arterial evitaría la transmisión de microorganismos

  • Sanitarios e investigadores de la Universidad de Almería lanzan este modelo de utilidad pionero en la prevención de contagio de microorganismos. Han iniciado un estudio en hospitales y consultorios para constatar la contaminación del instrumental imprescindible para medir las constantes vitales

Sanitarios patentan una funda para evitar la transmisión de bacterias del manguito de tomar la tensión arterial

Sanitarios patentan una funda para evitar la transmisión de bacterias del manguito de tomar la tensión arterial

La toma de la tensión arterial en la práctica clínica es una de las técnicas más realizadas habitualmente para la valoración hemodinámica de los pacientes en situaciones de emergencia y en reconocimientos rutinarios. De todos los métodos empleados, el más común y fiable es el auscultatorio con la utilización del esfigmomanómetro con un brazalete (denominado manguito) en el brazo, una pera de goma que lo hincha y un fonendoscopio para escuchar el pulso. Se ha convertido en una herramienta imprescindible para la toma de las constantes vitales y siempre se ha considerado un método seguro.

Pero nada más lejos de la realidad. La crisis del coronavirus ha permitido poner al descubierto que podría convertirse en un vector de transmisión al utilizarse de forma repetida con distintos pacientes sin proceder a una correcta desinfección, lo que impide garantizar una atención segura y de calidad al usuario y también genera un riesgo para el sanitario, sobre todo después de una pandemia que visibiliza la importancia cualquier transmisión de microorganismos como el coronavirus SARS-CoV-2.

La funda se tendría que fabricar en forma de cinta en una sola pieza de un material hidrofóbico

Conscientes de ese riesgo de contagio que suponen los manguitos de los esfigmomanómetros, un reservorio de bacterias potencialmente patógenas, un equipo de sanitarios e investigadores de la Universidad de Almería ha patentado un modelo de utilidad nacional denominado “funda protectora de un solo uso” a través de una propuesta que elevaron en noviembre de manera previa a la irrupción de una tercera ola de la COVID-19. La Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación ha aprobado el modelo de utilidad en junio y la Oficina Española de Patentes y Marcas ha autorizado la patente de este instrumental, que se fabricaría en forma de cinta en una sola pieza de un material hidrofóbico, que se convertiría en una barrera contra el riesgo de infecciones.

Equipo de investigadores y sanitarios que ha registrado la patente Equipo de investigadores y sanitarios que ha registrado la patente

Equipo de investigadores y sanitarios que ha registrado la patente

José Miguel Garrido, sanitario del 061 y doctorando en Enfermería, es uno de los integrantes del grupo de investigación que ha presentado un modelo de utilidad pionero para la sanidad dentro y fuera de España. Detalla que han analizado qué materiales se pueden emplear en la funda para no alterar los valores de la medida de tensión arterial y también el grosor adecuado, consiguiendo el resultado esperado. De un uniforme o pijama que reciben los sanitarios en cada turno de ocho horas en tiempos de pandemia se podrían extraer hasta 15 fundas, lo que demuestra que sería un instrumental de fácil acceso.

Es más, a iniciativa propia fabricó protecciones de este tipo en plan rudimentario para proteger a sus pacientes y no traerse el manguito contaminado porque la desinfección es sencilla, incluso tiene su protocolo de lavado, pero sin el uso de esta funda sería insuficiente. Además de este enfermero especialista en emergencias en el equipo de inventores figuran otro doctorando, profesores, la vicedecana y el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Almería: Gabriel Aguilera, Verónica Victoria Márquez, Lorena Gutiérrez, Alfredo Alcayde, Francisco Gil, Francisco Manzano, Alba García y Ana Araceli Peña.

José Miguel Garrido muestra uno de los manguitos de un esfigmomanómetro José Miguel Garrido muestra uno de los manguitos de un esfigmomanómetro

José Miguel Garrido muestra uno de los manguitos de un esfigmomanómetro

Y no sólo han patentado el modelo de utilidad (30 de junio), que ahora requerirá de financiación público-privada para lanzar el proyecto con materiales adecuados y su comprobación en laboratorio, sino que están preparando una publicación internacional y este mes han conseguido iniciar una investigación para la detección de microorganismos patógenos en manguitos de esfigmomanómetros en el ambiente clínico tras su aprobación en el Comité de Ética del Hospital Universitario de Torrecárdenas.

Será un estudio descriptivo transversal con base científica suficiente para demostrar que los manguitos están contaminados porque incorpora detritus orgánicos y microorganismos de la piel del paciente en el que también se pondrá de manifiesto que con la funda se evita esa transmisión bacteriana. Se recogerán muestras en turno de mañana en el hospital de referencia, la Clínica Mediterráneo, centros de salud del Distrito Almería, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias del 061 y la residencia de mayores Virgen de la Esperanza y serán entregadas a diario para su custodia y análisis en el laboratorio de Torrecárdenas.

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