El Señor enjuga las lágrimas de su Madre con un saludo respetuoso
l antasEn la localidad tuvo lugar el emotivo Encuentro, aplaudido por los que asistieron al mismo
Apenas pasado el mediodía aparece el paso de la Virgen de las Angustias en el umbral de la puerta de la iglesia de Antas. Las mujeres portadoras realizan un gran esfuerzo para sacar el trono a pulso mientras bajan las escaleras con tal de que la imagen no se dé en el dintel. Cayetano Cano Soler, refundador de la Hermandad de la Virgen de la Cabeza en el año 1982, nos habla del respetuoso silencio que acompaña a la Hermandad de Semana Santa, además del mérito de la Hermandad puesto que "hace diez u once años apenas existía la formalidad litúrgica, la formalidad social que estos hermanos, con mucho esfuerzo, sacrificio y abnegación, han refundado. Están participando hasta alumnos de sexto de primaria, cosa que nunca había sucedido aquí. El empujón que se le ha dado a la Semana Santa en Antas en cuestión de diez o doce años es digno de aplauso". Añade Cayetano Cano que la mujer tenía poca participación y ahora manifiestan el fervor con una contribución encomiable.
Los cuatro pasos de la Hermandad enfilan el camino hacia la Era del Lugar precedidos por la Banda Municipal de Música de Antas. El recorrido está flanqueado por numerosos antusos y visitantes que han esperado todo un año para este fervoroso momento. San Juan se sitúa a la derecha de la Era en paciente espera al Nazareno, paso que gira al frente para recibir el encuentro de la Virgen. Una vez en la Era del Lugar la Virgen de las Angustias se acerca al trono de Jesús, un corto trecho en el que tres genuflexiones marcan el tiempo del Encuentro.
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