Por montera
Mariló Montero
Vox y Quasimodo
El barroco cobró protagonismo en la voz de la soprano alemana Christiane Oelze que se subió al escenario colocado en el Claustro del Convento de San Luis para llenar de solemnidad este especial espacio del municipio velezano.
Un suspiro y una mirada cómplice al reconocido pianista Anthony Spiri para comenzar el concierto donde la gran fuerza interpretativa de la artista y las emociones fluyeron durante todo la actuación. La soprano se metía en el papel en cada pieza que cantó al público y consiguió que los asistentes vivieran esos sentimientos que la alemana quiso transmitir.
Era tal la fuerza interpretativa de la artista que no quería que le hicieran fotografías mientras estaba cantando, incluso lo pidió en directo entre bromas: "Quiero cantar bonito para vosotros, y quiero salir bonita". Por lo que los medios tenían que aprovechar el fin de los temas para inmortalizar la imagen de la soprano.
Su voz mostró un registro muy amplio y estaba llena de multitud de matices que sirvió para verbalizar cada pieza de una forma sublime. Se notaba el sufrimiento de cada notaba, su forma desgarradora a la hora de apoyarse en el piano
La primera parte se centró en el barroco inglés con autores como John Dowland y Henry Purcell. Del primero interpretó: Farewell unkind (Desaparecida despabile): Tercer libro de canciones (1603); Go crystal teas (Fluid, lágrimas de cristal): Primer libro de aires (1597); y Come again (Ven de nuevo): Primer libro de aires (1597). Del segundo compositor, las piezas fueron: If music be the food of love (Si la música es el alimento del amor) (Texto: Coronel Henry Heveningham / cita de Noche de Reyes de Shakespeare); The Fairy Queen (La Reina de las Hadas): Hark, how all things with one sound rejoice - Hark the ech'ing air - Entrance of night - Mystery - Secrecy - Sleep; y Dido y Eneas: Thy hand, Bellinda - When i am laid (El lamento de Dido).
Para la segunda parte se centró en el barroco italiano y el cambio con respecto al inglés se notó por los giros en la voz, el tono y el ritmo. bloque lo comenzó con Claudio Monteverdi y su Moretto a voces sola: Exulta filia Sion. La soprano y el pianista prosiguieron con Alessandro Scarlatti y la obra Madrigal in stile anticúo: Da sventura a sventura; Domenico Scarlatti: Dos Sonata en mi menor y MI mayor; y Giovanni B. Pergolesi: Adriano en Siria. Para finalizar, Wolfgang A. Mozart: Aria de concierto KV 505: Chio mi scordi di te? - Non temer, amato bene.
El solo que realizó Anthony Spiri con su piano no hizo otra cosa que demostrar su virtuosidad y gran conocimiento de este tipo de música. La soprano aprovechó este momento para cambiar d vestuario para encandilar a los asistentes.
Christiane Olzen es una artista muy versátil y dotada de una gran voz de soprano. Se ha labrado una excelente reputación tanto como intérprete del exigente repertorio de lied y de concierto como de importante papeles operísticos. Ha cantado en los teatros de ópera más prestigiosos como Royal Opera House, Covent Garden, Hamburgo, la Ópera de París… Esta experiencia se pudo ver en Vélez Blanco por el saber estar sobre la escena. Durante su carrera ha actuado bajo la batuta de directores como Pierre Boulez, Markus Stenz, Riccardo Chailly, Michael Gielen… Además ha colaborado con la Orquesta Nacional de Francia, la Orquesta Sinfónica de Berlín, la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera… En el campo de la docencia, de 2003 a 2008 ocupó una cátedra de canto en la Escuela Superior Robert Schumann en Düsseldorf. Además imparte clases magistrales y participa en jurado de concursos de música internacionales de manera habitual.
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