Solidaridad y generosidad conviven en la urbanización Thalassa

Recuperar enseres, ropa, medio de transporte y demás instrumentos que cualquier ciudadano utiliza diariamente supone un importante gasto inasumible para algunos vecinos

Imagen de la urbanización veratense de Thalassa.
Imagen de la urbanización veratense de Thalassa.
Ricardo Alba Vera

VERA, 19 de diciembre 2012 - 05:01

Cuatro de las veinte viviendas que Keymare puso a disposición de los afectados por la inundaciones del pasado mes de septiembre aún están ocupadas por familias que se quedaron sin casa tras la riada. Así lo confirmaba ayer a este periódico Noemí Díaz, responsable de Comunicación y Marketing del Grupo Keymare, quien explicaba que "desde el primer día la Fundación Keymare se puso en contacto con el Ayuntamiento de Vera para facilitar alojamiento a personas o familias que acreditasen su estado de necesidad de vivienda. A medida que estas familias veían resuelto su problema regresaban a su casa". Las 20 viviendas ubicadas en la urbanización Thalassa, en la playa de Vera, han sido y siguen cedidas gratuitamente, excepto los gastos de luz y agua, "debido a que", explica Noemí Díaz, "muchas personas han querido pagar aunque fuera simbólicamente un alquiler. No era esta nuestra intención, así que accedimos a que se hiciesen cargo de los consumos de agua y electricidad". La iniciativa altruista adoptada por la Fundación Keymare surgió en el mismo momento que el temporal asoló especialmente dos zonas del municipio de Vera, Pueblo Laguna y Puerto Rey .

Javier Martínez, secretario general de la Fundación Keymare, comentaba ayer que "fuimos conscientes de que muchos vecinos residentes fundamente en estas dos zonas habían perdido su residencia habitual, por lo que no lo dudamos ni un instante. Como vecinos que somos puesto que la sede de la empresa radica en la localidad de Vera, hemos querido aportar nuestro grano de arena en una situación extrema para muchos ciudadanos que lo han perdido todo". De otro lado, la Fundación Key Mare ofrece además en la misma promoción dos viviendas concertadas con la Asociación Española contra el Cáncer, para que las familias que lo soliciten pueden hacer un uso vacacional gratuito de estas viviendas con o sin la persona afectada por la enfermedad, apoyados por un voluntario en el primero de los casos. Javier Martínez afirmaba que "poder venir a una casa con un voluntario que ayuda en los cuidados y poder tener algo de tiempo libre es algo que nos agradecen mucho". La Fundación Keymare ha mostrado un extraordinario gesto de solidaridad con aquellos que lo han perdido todo. Muchos de ellos, de los que han visto su vida pasar de largo por las inundaciones, que encontraron en el mar sus vehículos, su mobiliario, pensaron que con sus ahorros, que con el seguro, los que lo tuvieran, podrían salir adelante. Lamentablemente en algunos casos todavía no ha podido ser, han aceptado la oportunidad brindada por Keymare. "Se han quedado sin sus ahorros y ahora aceptan nuestro ofrecimiento que, repito, no tiene afán lucrativo. Si no fuera por la insistencia de algunos no hubiésemos cobrado ni luz ni agua", afirma Javier Martínez.

De otra parte, a la ruina provocada por la catástrofe se une la precariedad de empleo en toda la comarca. Ante esto, desde la empresa cuya sede se afinca en la misma localidad, se han puesto a disposición de los afectados dichas viviendas por tiempo indefinido y sin contraprestación económica, salvo los gastos de luz y agua. "En el primer mes no cobramos nada, pero algunos de ellos insistieron en afrontar estos costes", explica el secretario general de la fundación antes de puntualizar que la cesión se realiza hasta que cada familia "puede valerse por sí misma". A la Fundación Keymare le consta que algunos ciudadanos damnificados por las inundaciones se quedaron con lo puesto

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