Salud mental

Stop Suicidios: la lucha de Román Reyes tras la muerte de su madre en El Zapillo

  • Isabel se tiró desde un sexto piso el 4 de noviembre de 2019 y desde entonces su hijo lucha para mejorar la atención médica en salud mental

  • En 2020 se suicidaron 70 almerienses, la cifra más alta desde que hay datos

Román Reyes, actor de origen almeriense, ha creado la plataforma Stop Suicidios.

Román Reyes, actor de origen almeriense, ha creado la plataforma Stop Suicidios. / Diario de Almería

El pasado miércoles una mujer y sus dos hijos morían en un incendio en el barrio almeriense de El Alquián. Una tragedia tras la que, según apuntan los investigadores, podría estar algún “trastorno psicológico”, ya que la madre había recibido tratamiento psiquiátrico. Un caso de suicidio con filicidio, según las primeras hipótesis.

En la provincia de Almería se han producido una media de 56,4 suicidios anuales en la última década. Una cifra que va en aumento. El año pasado se batió el récord desde que hay registros con 70 muertos, es decir, casi seis cada mes. De hecho, el suicidio ya es la primera causa de muerte en los jóvenes españoles, algo que nunca había pasado en la historia desde que se dispone de estadísticas.

Pero tras las frías cifras hay personas; dramas familiares. En 2019 se suicidaron en Almería 56 personas: 43 hombres y 13 mujeres. Una de ellas era Isabel. El 4 de noviembre se quitó la vida saltando desde un sexto piso en el barrio de El Zapillo. “Lo que le pasó a ella, como otros muchos casos, es un crimen de Estado, porque no se le prestó ayuda cuando la pidió”, cuenta su hijo, Román Reyes. Por eso lleva dos años luchando para que se mejore la atención en salud mental en España. Creó la plataforma Stop Suicidios y ha logrado reunir ya casi 400.000 firmas en Change.org.

Recogida de firmas en Change.org. Recogida de firmas en Change.org.

Recogida de firmas en Change.org. / Diario de Almería

“Que tu madre te diga llorando que se quiere morir y que necesita que la ingresen es muy duro. Pero más duro aún es llevarla al hospital, rogar que la ingresen y que te digan que no, que cambie de medicación y vuelva a casa”, explica. La última vez que estuvo ingresada fue en el Hospital de la Cruz Roja de Almería. Solo dos meses después de darle el alta se quitó la vida. “Me pregunto si esa alta estaba bien dada; la respuesta es evidente”, lamenta Román Reyes.

Los abuelos de Román eran de Viator. Su madre, aunque nació en Madrid, siempre estuvo muy ligada a Almería. “Le encantaba la playa y pidió el traslado en su trabajo para irse a vivir allí”, cuenta desde la capital de España, donde vive. La distancia hizo más complicado poder vigilarla. “Se deja a la gente a su suerte, en manos de sus familiares, pero no somos médicos. Eso nos crea ansiedad, porque no sabemos qué hacer con ellos para ayudarles. No se puede vivir así, pensando que cualquier día podría tener un brote”, recuerda.

“Mi madre era joven y muy inteligente, pero estaba enferma. Tuve charlas larguísimas con ella, incluso broncas, pidiéndole que por favor se tomara la medicación y recuperara las riendas de su vida, pero no lo conseguía. Yo no podía solo, no sabía cómo lo tenía que hacer. Porque el Estado deriva a las familias la responsabilidad, dejan en nosotros todo el peso de la responsabilidad y no estamos preparados”, denuncia. El ingreso en un hospital psiquiátrico privado puede costar hasta 6.000 euros al mes.

Por eso, porque ha visto las fallas del sistema sanitario desde dentro, Román dedica todo su tiempo libre a luchar para que no se repitan casos como el de su madre. “Con un cáncer no te mandan a casa antes de tiempo; no te dicen búscate a un médico privado”, afirma. Por eso está convencido de que el estado le dio la espalda a su madre. “Se limpia la sangre de la calle y mañana será otro día. Pero hay responsables, porque no se están tomando medidas”.

Cifras de suicidios en la última década. Cifras de suicidios en la última década.

Cifras de suicidios en la última década. / Diario de Almería

A través de su plataforma Stop Suicidios logró reunirse con el exministro de Sanidad Salvador Illa, aunque sin conseguir que se comprometiera a tomar medidas efectivas. Después, tras una concentración multitudinaria en Madrid logró que el Gobierno anunciase un plan de salud mental dotado con 100 millones de euros para los próximos cuatro años. Una cantidad insuficiente para Román Reyes: “para violencia de género hay un presupuesto de casi 300 millones anuales. No nos metemos con esa lucha, ni con ninguna, pero con casi 4.000 víctimas de suicidios en 2020, destinar solo 100 millones en cuatro años se queda muy corto. Son víctimas de segunda”.

Piden un teléfono de atención al suicidio

Entre las mejoras que reclaman está la creación de un teléfono de atención al suicidio “que esté atendido por gente formada, con psicólogos y no con voluntarios”, explica. Esa fue una de las promesas de Sánchez en el citado plan de salud mental, pero por el momento no se ha convertido en una realidad. “Han hecho una campaña donde dicen a la gente que pida ayuda, pero no indica a quién o dónde”, lamenta.

También pide un plan de educación emocional en los colegios e institutos, porque “los suicidios juveniles se han convertido en un enorme problema”.

Por supuesto, también cree necesario que haya más recursos sanitarios “para que a las personas que tienen riesgo de suicidio no las manden a casa y permanezcan ingresadas el tiempo que sea necesario”. Además, la ratio de psicólogos por paciente en España es ridícula. No puede ser que pidas una cita urgente y te den cita para dentro de varios meses”, lamenta.

Desde su posición, y su labor que cada vez es más conocida, este actor madrileño de origen almeriense va a seguir luchando para mejorar la salud mental en España. “Es una enfermedad muchas veces invisible. Cuando piden ayuda, que no es muy a menudo, es una oportunidad. Si pide ayuda y no se le concede, es un crimen de estado”, asevera.

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