Tierra de contrastes

Las sierras de los Filabres y Alhamilla arropan al Desierto de Tabernas, parajes naturales de una comarca que sorprende por la divergencia de sus paisajes

Tierra de contrastes
Redacción / Almería

20 de enero 2012 - 01:00

El visitante que se adentre en La Comarca del Desierto no dejará de sorprenderse por la multitud de contrastes que esta tierra le ofrece. La variedad cromática de sus paisajes que van desde el blanco más puro, pasando por toda la gama de verdes, grises y ocres, que muestran las cumbres de la sierra, el desierto o el mundo subterráneo del karst en yesos. Los restos de eras, norias, molino, acequias, testigo del pasado; frente al Observatorio del Calar Alto o la Central Solar en Tabernas, símbolos del futuro. Se suma la alegría de sus fiestas, La subida al Cerro en Uleila del Campo, la Fiesta del pan en Lubrín, o la de Las Flores en Lucainena de las Torres. Qué decir del trabajo de sus artesanos: esparto, forja, ebanistería, y sobre todo, la alfarería que ha mantenido a lo largo de los años el saber hacer de la tradición de los alfareros moriscos. Y no se puede olvidar entre sus bondadese sus bondades el sabor de su variada y riquísima gastronomía en la que compiten por el protagonismo los pucheros (ajo colorao, olla de trigo, alboronía, tarbinas,..), y la repostería (pan de higo, calostros, torrijas, dulce de membrillo, papaviejos...).

Esta comarca está situada en el centro de la provincia de Almería y enmarcada entre dos sierras de considerable altura y espectacular belleza, los Filabres, al Norte y Sierra Alhamilla, al Sur. Existe en la misma un amplio valle de escasa pendiente, donde se pueden encontrar calles llenas de tradición que guardan lo que antaño fue un prospero pasado minero, agrícola y ganadero, y que en la actualidad reconfortan al viajero, abriendo ante sus ojos un paisaje peculiar y lleno de contrastes, con el calor de unas gentes que han sabido conservar de forma pura sus tradiciones.

Los pueblos de la comarca son: Alcudia de Monteagud, Benitagla, Benizalón, Castro de Filabres, Gérgal, Lubrín, Lucainena de las Torres, Olula de Castro, Senés, Sorbas, Tabernas, Tahal, Turrillas, Uleila del Campo y Velefique.

Otra de las riquezas de esta comarca son sus espacios naturales. Uno de los ellos, Sierra Alhamilla, en donde aún hoy quedan restos de la antigua línea del ferrocarril que cruzaba desde Lucainena a Aguamarga, testigo del pasado minero. Catalogada como paraje natural en ella se encuentran especies animales que van desde el camachuelo trompetero hasta el águila perdicera o el búho real.

Por su puesto, otro espacio excepcional, el Desierto de Tabernas, único en Europa, declarado Paraje Natural por la complejidad de su paisaje geomorfológico y su complejo medio ecológico, la riqueza de su avifauna lo ha llevado a catalogarlo como zona ZEPA.

Los Karts de yesos de Sorbas se suman a estos espacios. Su gran valor natural está en el laberinto de cavidades subterráneas que forman el conjunto kárstico en yeso más importante del mundo. Las columnas, cristaloides, corales, estalactitas y estalagmitas que se encuentran en el interior de las cavidades construidas en yeso y con un color blanco que contrasta con la oscuridad de sus paredes. Adentrarse en este mundo subterráneo se ha convertido en una de las principales ofertas de turismo activo.

Por último, la Sierra de Filabres. Las diferentes pistas forestales que la atraviesan adentran en profundas zonas de bosque y de arroyos sinuosos, arropados por extensas choperas y alamedas. Desde el municipio de Gérgal podemos ascender hacia el entorno del Observatorio Astronómico de Calar Alto disfrutando de un medio natural dominado por coníferas, adornado con innumerables matorrales de una completa gama cromática.

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