Estados Unidos aprueba la Ley de Veteranos Palomares y otorgará ayudas

bombas nucleares

La 'Honoring Our PACT Act' abre la atención médica y beneficios a más de 3.5 millones de veteranos, incluidos 1.600 veteranos de Palomares

Defensa de la Ley para que sea ratificada en el Senado.

La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado finalmente la 'Honoring Our PACT Act', también llamada Ley de Veteranos de Palomares por congresista Jahana Hayes, encargada de lanzarla.

Con esta medida se abordará la gama completa de problemas que afectan a los veteranos expuestos a sustancias químicas tóxicas y brindar acceso a beneficios y atención médica a través del Departamento de Asuntos de los Veteranos de los Estados Unidos (VA). Mientras tanto, en España, el 'caso Palomares' sigue encerrado en un cajón bajo el sello de confidencial sin que exista ningún tipo de proyecto de ayuda a los españoles que participaron en la limpieza.

La Ley de Veteranos de Palomares, presentada por la congresista Hayes para eliminar las barreras a los beneficios y la compensación para los veteranos que respondieron al accidente nuclear de 1966 en Palomares (Cuevas del Almanzora) se incluyó en el paquete final. Su votación en el Senado es ya un último y mero trámite para salir adelante, algo que sucederá con total seguridad.

Esta nueva ley abre la atención médica a más de 3.5 millones de veteranos, incluidos 1.600 veteranos de Palomares expuestos a sustancias tóxicas durante los trabajos militares tras el accidente nuclear de 1966. Crearán, de la misma forma, presunciones para 23 enfermedades respiratorias y cánceres, trasladando la carga de la prueba a los veteranos. Por lo tanto, si un veterano prestó servicio en un escenario en particular en un momento dado, se supondrá que estuvo expuesto a sustancias tóxicas y, por lo tanto, es potencialmente elegible para recibir atención médica y beneficios (económicos). Fundamentalmente, esta legislación bipartidista también agilizará el proceso de toma de decisiones por presunción del Departamento de Asuntos de los Veteranos de los Estados para evitar más demoras en la atención.

Soldados norteamericanos durante los trabajos de limpieza en Palomares.

“Honrar a los veteranos significa hacer todo lo posible para garantizar que tengan acceso a la atención y los beneficios que se han ganado. Durante décadas, innumerables veteranos expuestos a sustancias tóxicas han sufrido y muerto por problemas de salud derivados de la exposición materiales radiactivos”, dijo la congresista Hayes. De la misma forma, asegura que "mi proyecto de ley, la Ley de Veteranos de Palomares, se haya incluido en el texto final para brindar a los veteranos de Palomares y sus familias la atención y los beneficios que merecen. Esta legislación nos acerca un paso más para evitar que generaciones de futuros veteranos sufran y hacer que el tratamiento sea más accesible”.

Líderes de 11 Organizaciones de Servicio de Veteranos (VSO), incluidos los Veteranos de Guerras Extranjeras de los EE. UU. (VFW), los Veteranos Estadounidenses Discapacitados (DAV), la Legión Estadounidense (TAL), los Veteranos de América de Irak y Afganistán (IAVA), los Veteranos de América de Vietnam (VVA), Veteranos Paralizados de América (PVA), Proyecto Guerrero Herido (WWP), Asociación de Oficiales Militares de América (MOAA), Asociación de Veteranos Ciegos (BVA), Veteranos de Minorías de América (MVA) y Burn Pits 360, entre otros, apoyan el paquete bipartidista integral.

Vecinos de Palomares colaboraron en la limpieza.

Punto de partida

El inicio de esta odisea comenzó a finales de 2019, cuando el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos dictaminó que los veteranos que han desarrollado enfermedades tras estar expuestos a la radiación ionizante mientras limpiaban el desastres tras la caída de cuatro bombas nucleares en Palomares (Cuevas de Almanzora, 1966) tenían todo el derecho que les otorga su estado para demandar por beneficios por discapacidad por sus enfermedades. Previamente, y durante las últimas décadas, a todos ellos se les negaron los beneficios por discapacidad.

La demanda fue colectiva y encabezada por el veterano Víctor Skaar, un sargento jefe de la Fuerza Aérea retirado que participó en la limpieza. Skaar desarrolló leucemia y entiende que está relacionada con la exposición a la radiación. En su momento, le dijeron que su nivel de exposición estaba uy por debajo del nivel requerido para causar una discapacidad y la Junta de Apelaciones de Veteranos negó su reclamo.

Victor Skaar, exteverano de los Estados Unidos que ha liderado el proceso junto con el apoyo de la Universidad de Yale. / EU.NEWS-LEADER / EU.NEWS-LEADER

El senador Richard Blumenthal, del Partido Demócrata, también miembro de los Comités de Asuntos Armados y Asuntos de Veteranos del Senado y también impulsor de la propuesta Ley de Veteranos de Palomares de 2019 explica que “el desastre nuclear de Palomares -uno de el más grande de la historia- causó un sufrimiento y dolor incalculables a los hombres y mujeres en uniforme enviados a la limpieza (un total de 1.600). Esta decisión representa ) un paso más en la lucha para brindar a estos veteranos y sus familias la atención médica y los beneficios que se merecen(explicaba en su momento . Elogio los diligentes esfuerzos de la Clínica de Servicios Legales de Veteranos de Yale en este litigio y continuaré abogando por la aprobación de la Ley de Veteranos de Palomares, proporcionando a los veteranos la presunción legal de que sus enfermedades y enfermedades son causadas por su exposición a la radiación en Palomares. Si bien nunca podremos deshacer las décadas de injusticia que estos veteranos han soportado, podemos hacer lo correcto con los sobrevivientes restantes al garantizarles una atención médica completa y una compensación”, argumentaba.

El estudio de New York Times, un panorama catastrófico

Decenas de soldados estadounidenses que viajaron hasta Palomares han sido diagnosticaron de cáncer. En un detallado reportaje, el diario New York Times identificó a 41 hombres que trabajaron en la zona, de ellos, 21 tenían la enfermedad a causa de los altos niveles de plutonio a los que se expusieron. En 1966, acudieron a la zona para ‘limpiar’ la tierra contaminada por las bombas nucleares que cayeron tras la colisión de un avión cisterna y un bombardero estratégico norteamericanos. No estaban activadas, pero dejaron un rastro de radiactividad que se ha extendido hasta la actualidad.

En aquella época, el ejército norteamericano tenía vía libre para realizar todo tipo de ejercicios sobre el espacio aéreo español. Años después, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una serie de leyes con el objetivo de otorgar beneficios a los veteranos que fueron expuestos en determinadas situaciones o conflictos, como la Guerra de Vietnam o las pruebas atómicas en Nevada. Sin embargo, esta legislación no era aplicable a los soldados que limpiaron Palomares. Los veteranos sostienen que pasaron meses trabajando entre polvo tóxico con apenas una vestimenta de algodón.

En 2017, los supervivientes trataron de obtener cobertura de atención médica completa y la compensación por discapacidad del Departamento de Asuntos de Veteranos. Pero el departamento se basaba en los registros de la Fuerza Aérea estadounidense, y dado que los archivos dictaminaban que nadie resultó afectado en Palomares, el organismo rechaza las afirmaciones. La causa resurgió con fuerza. Con el respaldo de la Facultad de Derecho de Yale y de militares retirados, el oficial de la Fuerza Aérea Víctor B. Skaar solicitó al tribunal federal de apelaciones la presentación de una demanda colectiva contra el Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos para conseguir una indemnización.

“No se habló sobre la radiación o el plutonio o cualquier otra cosa”, explica Frank B. Thompson, un trombonista de 22 años, que pasó días buscando campos contaminados sin equipo de protección o incluso sin ningún cambio de ropa. “Nos dijeron que era seguro, y que eran lo suficientemente tonto, supongo, creer en ellos”. El testimonio está publicado íntegramente en el reportaje que el diario norteamericano New York Times.

Una descontaminación que fue una tapadera

La primera y única descontaminación de Palomares fue una tapadera. De los nueve kilogramos de plutonio que cayeron sobre la pedanía de Cuevas del Almanzora, los norteamericanos apenas se llevaron 270 gramos, eso sí, repartidos en un total de 4.810 barriles. De estos, 4.808 fueron enterrados en un cementerio nuclear estadounidense y dos se enviaron a laboratorios de Los Álamos, en Nuevo México, para que se examinada su contenido.Tras una semana sin que la zona fuera protegida, los norteamericanos fingieron una especie de limpieza con la no llegaron a retirar ni un kilogramo de material radiactivo dejando el resto allí.

El caso Palomares está aún por descubrirse. Las mentiras y el secretismo se llevan la mayor parte de la información de lo que pudo ser una tragedia de terribles consecuencias, pues, hasta que en la Segunda Guerra Mundial no se hizo uso de armas nucleares en Japón, este había sido el mayor desastre nuclear hasta el momento.

En España, mientras tanto, el caso sigue siendo secreto de Estado, hay guardias civiles que han intentado demostrar que sus enfermedades proceden de aquella limpieza sin haber obtenido éxito alguno en sus pretensiones.

1 Comentario

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último