La Unión ultima la robotización del manipulado y envase de sus productos

La alhóndiga de El Ejido revoluciona la filosofía de trabajo con su tecnología, que le otorga un ahorro sustancial en sus costes y una rentabilidad que ronda el 20% en los últimos tres años

El presidente de La Unión, Gabriel Barranco, en el laboratorio de la alhóndiga.
Elio Sancho / Almería

05 de marzo 2011 - 01:00

Buena parte de lo que se le viene demandando al sector hortofrutícola desde hace lustros no es solo un viejo deseo guardado en un cajón. Ya es una realidad. Y lleva el sello de Alhóndiga La Unión.

Presidida por Gabriel Barranco, la empresa lleva algo más de dos años inmersa en un proceso de robotización de los procesos de manipulado y envasado, en los que ya ha invertido siete millones de euros. Este proyecto se enmarca dentro de su plan estratégico de negocio a cinco años vista, que comenzó el ejercicio pasado, y que contempla una decidida apuesta por el ahorro de costes y la mejora de los ratios de productividad y competitividad, lo que se traduce, de forma directa, en un incremento de la rentabilidad para la propia firma y se repercute directamente hacia los agricultores, siempre en la mente de Gabriel Barranco como los grandes protagonistas de La Unión, que ya cuenta con más de 2.000 como masa social.

La alhóndiga con sede en El Ejido ultima la puesta a punto de este proceso de mecanización, que ya está en marcha de forma parcial y se aplica en buena parte de las tareas de envasado de pepino y de pimiento, pero que prevé estar al 100% en un plazo de dos años, según anuncia Barranco.

Esta apuesta firme por la modernización de los procesos va más allá y La Unión ya cuenta con una nueva cámara frigorífica, que en pocos días terminará de poner a punto, con una capacidad de casi dos millones de kilos, cuya inversión es sustancialmente menor que la de una cámara de un palet de altura (con menos superficie y un óptimo entramado de estanterías).

Gracias a esta filosofía de ahorro y mejora de la productividad, La Unión culminará tres años seguidos con rentabilidades de dos dígitos. Gabriel Barranco destaca que son rentabilidades cercanas al 20%, algo al alcance de muy pocas empresas en cualquier época, pero menos aún en la actualidad, con la que está cayendo. "El año pasado creció la facturación un 16%; el anterior, un 15%; y este año manejamos unas previsiones de un 20% más", matiza.

En cifras absolutas, la alhóndiga facturó 188 millones de euros el año pasado, con un volumen de producción de 251 millones de kilos. Para esta campaña, espera estar entre los 280-290 millones de kilos, con un valor comercializado de 220 millones de euros.

"Con estas cifras podemos decir que, al cierre del año, nos convertiremos en la mayor empresa de hortalizas de España, en cuanto a producción, manipulación y venta en origen", señala Barranco.

Para ello, cuenta con un volumen medio de plantilla de 649 trabajadores y un continuo plan de trabajo perfectamente planificado y estructurado.

Este otoño, La Unión absorbió a la granadina Agrocarchuna, con el objetivo de reforzar su línea destinada a pepino, de la que procede más de diez millones de kilos, de los más de 25 millones de kilos de pepino que produce al año.

Alemania y España son los principales mercados de la compañía almeriense, que lleva inmersa más de un año en la elaboración de productos de cuarta gama, otro complemento más a la renta de sus agricultores.

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