El Servicio Andaluz de Salud (SAS) concluye este viernes la administración de dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna, las de ARN mensajero, en los asentamientos chabolistas de Níjar, en los que el pasado mes de junio se suministró la fórmula de Janssen.

Una labor en la que el Distrito Sanitario Almería ha contado con el apoyo de onegés como Cruz Roja, Médicos del Mundo e incluso de las Hermanas Mercedarias de la Caridad de la localidad nijareña de San Isidro, en una ronda que ha llevado a los profesionales sanitarios por cuatro asentamientos ubicados en Atochares, Los Nietos, El Viso y Barranquete.

Precisamente, esta mañana ha comenzado esta tarea en el asentamiento de El Hoyo, en Barranquete, si bien la estampa era bien diferente a la de las largas colas de hace tres meses.

José Carmona es enfermero en el centro de salud de San Isidro y en Barranquete, y explica en declaraciones a EFE que esto se debe principalmente a que "en junio había poco trabajo en la zona porque había finalizado en los invernaderos". "La gente no estaba trabajando y acudían más. Ahora están trabajando y la hora punta es cuando terminan, prácticamente de noche", afirma.

Con todo, el equipo movilizado por el SAS "está hasta la noche y sigue vacunando mientras hay gente". Señala Carmona que se usa tanto Pzifer como moderna dependiendo del perfil de cada inmigrante, en función de si ya tienen una primera dosis o no. "También tenemos la vacuna de la gripe, por si alguien es susceptible de ponérsela", dice.

El que muchos inmigrantes sigan desarrollando su labor bajo los plásticos de los invernaderos de la zona ha hecho también que se reduzca la previsión de inmunizaciones. Se esperaba llegar a unas 4.500 personas pero estos tres días previos, apunta Carmona, han sido unas 250 las que han acudido a estos puntos de vacunación.

No obstante, en la explanada en la que se ha instalado el punto de vacunación de Barranquete, desde poco antes del mediodía ha habido un chorro constante de inmigrantes, como Habbass, que han acudido a recibirla.

"Tenía ganas de ponérmela", dice este extranjero a EFE, reconociendo que hasta ahora tenía que tener más cuidado que sus compañeros" y que la semana que viene tiene previsto ponerse una segunda dosis.

Uno de los inmigrantes del asentamiento de El Hoyo que han acudido este viernes a vacunarse.

Para "enganchar" a los migrantes que siguen en el asentamiento de El Hoyo, se ha contado con la ayuda de gente como la hermana mercedaria Araceli Fuentes, quien ha descendido hasta las chabolas para informar a los que hay residen de que podían vacunarse.

"Estamos en todos los asentamientos pero hoy estamos en el de El Hoyo. Las Hermanas Mercedarias estaremos toda la mañana y por la tarde vendrá Cáritas. Ahora mismo, como están trabajando, hay poquitos, pero siempre que venimos, la gente en este asentamiento responde rápido", afirma.

Considera que muchos tienen "ganas de vacunarse", y apunta que la mayoría de los que moran aquí son "de Marruecos, de una zona muy pobre, según nos han dicho". Son, añade, unas 500 personas las que tienen su hogar en El Hoyo.

La delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, Maribel Sánchez Torregrosa, ha destacado a EFE que "en nuestro afán por vacunar al mayor número de personas desde la Consejería de Salud y junto a otras entidades como Cruz Roja, estamos desarrollando este plan en asentamientos para vacunar y aumentar el porcentaje de población con pauta completa". Asegura que "la mejor herramienta para luchar contra el virus es la vacuna de ahí el objetivo de alcanzar la inmunidad total, más ahora que la incidencia vuelve a subir".