'Voces' para las que no piden ayuda

Conoció a Lauca en Rumanía, el mismo día en que sus mellizos cumplían cinco años. A punto de tomar el avión, junto a unos compañeros y una cámara de vídeo, alguien le llamó la atención. "Quieren verla". La actriz Mabel Lozano recuerda que tiene prisa, que sus pequeños la esperan con una inmensa tarta en la que soplar las velas, además, su trabajo de rodaje para el documental Voces ya había acabado. Pero el policía le insiste, apelando a la historia de una mujer que no sabe dónde está su hija. Accede. Lauca tiene 34 años, pero cada uno de ellos se ha convertido en un saco de cemento sobre sus hombros. Avejentada, con la mirada cansada, le explica que su pequeña, de 16 años, está desaparecida. "Soy gitana pobre y mujer, ¿a alguien le va a importar?".

Más tarde, la chica llegaría a su país. Se lanzó desde un balcón en un club de alguna provincia andaluza. Pero como no quiso declarar contra el proxeneta que la explotaba, la mandaron de nuevo a casa. Mabel Lozano, actriz y guionista, explica con una mezcla de rabia y vergüenza ajena lo que está pasando con la trata de blancas. "En España, éste es el tercer negocio ilícito que más dinero mueve, detrás de armas y droga", sentencia contundente.

Presentó, por la tarde, su documental Voces por el que "no apostaba nadie aunque luego lo compró Antena 3", en el que ha querido reflejar la realidad de quienes están detrás de las redes de explotación sexual, de la trata de blancas. Junto a ella, en la mesa de la Universidad de Almería, se encuentran el vicerrector de Estudiantes Rafael Quirosa-Cheyrouze junto con Carolina y María de los Ángeles Alonso (técnicos de Médicos del Mundo en Andalucía y Almería respectivamente), que acompañaron a la actriz.

"Es primordial diferenciar entre la trata de blancas y quienes no ejercen la prostitución obligadas, son dos realidades diferentes". Explica que no sólo son las mujeres las afectadas. Últimamente también hay hombres, transexuales y niños. Muchos niños, en una realidad que aunque parece alejada, está cerca, de actualidad. "Por eso me alegra que la UAL haya convocado este ciclo que comprende proyecciones y una exposición en la Sala Bioclimática en la que se da a conocer lo que está pasando ahora". Una mirada a la sala. Y un consejo. "Buena parte de la culpa, de lo bueno y de lo malo, la tienen los medios de comunicación. Porque vale, vosotros habláis de que se ha detenido a una u otra red de prostitución, pero ¿qué medio hace un seguimiento a las mujeres una vez que han salido? ¿Quién se interesa por ellas, por si están trabajando hoy, por ejemplo?", dice la actriz. "Las páginas de contactos son también a considerar porque en muchos casos, detrás de las mismas hay redes". Rafael Quirosa-Cheyrouze la mira: "en la sociedad aparece un juego de doble moral". "Sí, porque vivimos dentro de una sociedad en la que se asegura que la que es puta es porque quiere", contesta Lozano.

María de los Ángeles Alonso (técnico de Médicos del Mundo en Almería), destaca el trabajo realizado desde enero de 2009, cuando aterrizaron en la ciudad con un programa para la disminución de riesgos, mejora en la labor sanitaria y social con las prostitutas, lo que ha llevado a la puesta en marcha en las aulas de la Universidad de un ciclo de cine documental. "Nos hemos acercado al lugar de trabajo de las personas afectadas, que en su mayor parte son mujeres, aproximadamente 600 en 2009, de los datos que tenemos en 2010 aún no puedo decir nada".

Las proyecciones comenzaron ayer con el documental Voces y la participación en una charla de Mabel Lozano. El día 1 de octubre, Training Women y charla con representantes de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP). El 7 de octubre, Sex Slaves, con la participación de Médicos del Mundo. 11 de noviembre, Lifes for Sale, con Meiry Correa da Silva, doctora en Derecho Internacional y el 25 de noviembre, clausura.