Voluntarios acompañarán a los mayores del casco histórico al banco al quedarse el barrio sin oficinas

Los vecinos del casco histórico han convertido un muro en un peldaño. El cierre de todas las oficinas bancarias en el barrio –la última lo hacía este mismo mes–, supone más que un mero engorro para las personas mayores, con discapacidad o movilidad reducida, pero ante esta adversidad, y a la espera de una solución definitiva que salve esta exclusión bancaria, la asociación vecinal ha creado, junto a las Hermandades de Estudiantes, Angustias, Prendimiento y Rosario del Mar, un grupo de voluntarios que acompañarán a los mayores y a las personas que lo requieran a realizar sus gestiones a otros puntos de la ciudad. Ese peldaño de colaboración desinteresada con el que sortear la ausencia de una oficina o cajero cercano para los clientes con dificultades.

La iniciativa parte de la propia Asociación de Vecinos Casco Histórica, cuya presidenta, Magdalena Cantero, explica que cuando tuvieron conocimiento de que la última de las oficinas bancarias del barrio, situada en la calle Pedro Jover esquina calle La Reina, tenía previsto cerrar, “mantuvimos reuniones con el responsable territorial de dicha entidad para conocer las causas y evitar, de ser posible, su cierre definitivo”.

Confirmada la clausura de dicha oficina por directrices del propio Banco Central Europeo, así como por una estrategia de negocio de la entidad, la Asociación dio otro paso hacia adelante, remitiendo una carta, fechada el pasado día 1 de diciembre, al alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco. El escrito también fue enviado a las distintas formaciones políticas con representación municipal en el Consistorio capitalino.

Mediante esta misiva los vecinos del casco histórico, han solicitado a la Administración local que facilite la instalación de al menos un cajero automático en alguno de los edificios municipales, evitando así el pago de alquileres en inmuebles y reduciendo gastos, lo que permitiría el acceso cercano a los vecinos del barrio y también, añade Cantero como plus de interés, que “los turistas que visitan esta zona de Almería puedan disponer de efectivo que gastar en nuestra ciudad”.

Pero, hasta la fecha, “no hemos tenido constancia ni del equipo de gobierno, ni de ninguna formación política a este respecto”, reprueba la presidenta del colectivo vecinal.

Por ello, mientras se suple esta exclusión bancaria del casco histórico de Almería, y tras instar a la Corporación municipal a que promueva al menos la instalación de un cajero automático, como desde ámbitos provinciales se ha hecho en municipios pequeños y con población envejecida, “hemos decidido –prosigue Cantero– la puesta en marcha de un proyecto de voluntariado social de acompañamiento a los mayores y a personas con discapacidad y problemas de movilidad, que así lo precisen, para sus gestiones bancarias”.

Par el desarrollo de esta iniciativa, en un barrio que sufre la problemática del envejecimiento poblacional –según estudios es el núcleo urbano con mayor número de personas jubiladas del término municipal capitalino–, los vecinos voluntarios contarán con ayuda.

El programa de acompañamiento se realizará conjuntamente con las Hermandades de Estudiantes, Angustias, Prendimiento y Rosario del Mar, y contará con la colaboración de Cajamar.

Ha sido habilitado un número de teléfono, el 611 512 956, que los interesados pueden marcar para solicitar este servicio. La Asociación ha editado folletos para la difusión entre los vecinos y vecinas del teléfono en el que solicitar el acompañamiento de un voluntario, información que empezará esta semana a llegar a los domicilios mediante una campaña de buzoneo.

“Nuestro objetivo –señala la presidenta de la entidad vecinal–, es ser útiles entre los que más lo necesiten, así como darle valor y sacarle lustre a lo que significa ser vecino o vecina de alguien que vive cerca de nosotros y necesita ayuda”, concluye Cantero.