Almería, Granada, Málaga y Murcia se están deformando en el sentido de las agujas del reloj

La rotación de la placa ibérica genera tensiones extremas en los sistemas de fallas que cruzan Andalucía oriental y la Región de Murcia

Estos son los terremotos más graves en la historia de Almería: el peor de España se dio aquí

Mapa de deformación activa en la frontera entre las placas africana y eurásica, elaborado a partir de datos sísmicos y satelitales.
Mapa de deformación activa en la frontera entre las placas africana y eurásica, elaborado a partir de datos sísmicos y satelitales. / Asier Madarieta-Txurruka et al (2025) Gondwana Research doi: 10.1016/j.gr.2025.08.020

La geología del sureste español acaba de revelar uno de sus secretos más fascinantes. No se trata solo de que la tierra se mueva, sino de cómo lo hace. Un reciente estudio liderado por el investigador Asier Madarieta, de la Universidad del País Vasco, ha confirmado que las provincias de Almería, Granada, Málaga y Murcia se encuentran en el centro de un lento pero imparable giro en el sentido de las agujas del reloj. Este fenómeno es el resultado de la colisión entre las placas tectónicas eurásica y africana.

Esta rotación no es un capricho del azar, sino una respuesta mecánica a las fuerzas colosales que actúan bajo nuestros pies. Las placas convergen a un ritmo de entre 4 y 6 milímetros al año, una cifra que, aunque parezca insignificante, acumula una energía inmensa a lo largo de los siglos. En el sector occidental del Mediterráneo, esta energía se traduce en una deformación que los satélites han empezado a registrar con una precisión sin precedentes.

El estudio, publicado en la prestigiosa revista Gondwana Research, destaca que la frontera entre estas placas es "difusa y compleja" en el sur de la península ibérica. A diferencia de otras zonas donde el límite es una línea nítida, aquí la deformación se reparte por un área muy amplia. Esto afecta directamente a la configuración de las cordilleras Béticas y al comportamiento sísmico de todo el litoral mediterráneo andaluz y murciano.

El motor de la rotación

Para entender por qué estas provincias giran como las agujas de un reloj, hay que mirar hacia el estrecho de Gibraltar. El arco de Gibraltar actúa como una pieza clave en este engranaje. Según explican los investigadores, el choque directo entre la placa africana e Iberia se produce con especial intensidad al oeste del Estrecho. Ese empuje lateral es el que "golpea" la península por su esquina suroeste, provocando que todo el bloque empiece a rotar.

En Almería, Granada, Málaga y Murcia, este efecto de rotación se traduce en una torsión de la corteza terrestre. Mientras el resto de la península acompaña el movimiento, estas provincias se encuentran en la zona de fricción más activa. Es allí donde el dominio de Alborán presiona hacia el oeste, generando un campo de esfuerzos que retuerce las estructuras geológicas locales de forma continua.

La tecnología ha sido fundamental para validar esta teoría. Los registros sísmicos de alta precisión disponibles desde 1980 y, sobre todo, los datos satelitales obtenidos a partir de 1999, han permitido crear mapas de deformación exactos. Estos mapas muestran cómo la superficie de estas cuatro provincias responde a los empujes profundos, moviéndose en ese patrón circular que ahora la ciencia ha documentado.

Un rompecabezas de fallas activas

Uno de los puntos más críticos de la investigación es la identificación de las estructuras responsables de este movimiento. "En Iberia hay áreas donde se observa una deformación significativa, pero desconocemos qué estructuras tectónicas están activas", señala el doctor Madarieta. Esto es especialmente relevante en el sureste, donde el giro horario pone a prueba la resistencia de las fallas existentes y, posiblemente, crea otras nuevas.

Localizar estas fallas ocultas es una prioridad para la seguridad pública. Los nuevos campos de esfuerzo y deformación indican a los geólogos hacia dónde deben dirigir sus investigaciones de campo. En provincias como Almería y Murcia, donde la actividad sísmica es una realidad histórica, comprender la mecánica de este giro es esencial para predecir qué tipo de terremotos podrían generarse en el futuro.

La base de datos de fallas activas de Iberia (QAFI) es la herramienta donde se vuelca toda esta información. Sin embargo, el estudio advierte de que aún queda mucho por recorrer, especialmente en zonas de alta deformación pero baja visibilidad geológica. La rotación horaria añade una capa de complejidad al análisis del riesgo, ya que cambia la forma en que se acumula la tensión en las fracturas del subsuelo.

Es importante recordar que estamos ante procesos que se miden en millones de años. Los datos actuales nos ofrecen apenas una "pequeña ventana" de la evolución geológica de la región. No obstante, la integración de fuentes sísmicas y satelitales permite que la fiabilidad de las conclusiones sea cada vez mayor, ofreciendo un pronóstico más claro sobre cómo seguirá evolucionando el relieve de nuestra costa.

El hallazgo de este giro horario transforma la percepción que tenemos de nuestra propia geografía. Almería, Granada, Málaga y Murcia no son solo vecinos de mapa, sino compañeros de un viaje circular dictado por el corazón mismo del planeta. La vigilancia continua de estos movimientos es, en última instancia, nuestra mejor defensa para entender y convivir con la naturaleza dinámica de la península ibérica.

stats