Almería honra a su patrona, la Virgen del Mar, en el año más atípico

La Catedral de Almería ha acogido este sábado 29 de agosto la Solemne Eucaristia en honor a la Santísima Virgen del Mar, patrona de la ciudad, en una ceremonia cantada por el Cuarteto Vocal Anacrusa y oficiada por el obispo, Adolfo González, y con la presencia del alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, así como otras autoridades y representantes institucionales. Ha sido la celebración más atípica que se recuerda como consecuencia de la crisis sanitaria de la COVID-19, lo que ha motivado que el templo haya tenido un aforo reducido y que el traslado de esta tarde al santuario de la Virgen se realice con un carácter estrictamente privado.

Los actos religiosos, y no todos, han sido prácticamente los únicos que han podido celebrarse este año sin feria en la capital almeriense. El septenario a la Virgen en los días previos, las ofrendas florales y la celebración solemne en la catedral han completado el escueto programa. Mañana domingo los fieles podrán acudir al Santuario de la Virgen del Mar, tras el traslado privado de esta tarde de sábado, que se culminará con la Salve y el himno en el santuario.

El obispo dio la bienvenida a todas las autoridades y miembros de la Hermandad de la Virgen del Mar refiriéndose en sus primeras palabras a la situación excepcional que vive la sociedad de todo el mundo y especialmente la almeriense. La solemne ceremonia tuvo una duración de 85 minutos y finalizó con la bendición de la imagen de la Patrona mientras se interpretaba el himno a la Virgen del Mar, finalizando con vítores y aplausos para la patrona.

"Celebramos esta Solemne Eucaristía en este tiempo difícil de pandemia con las medidas que necesitamos aplicar sin que la catedral se pueda llenar de fieles que querrían congregarse en torno a su sagrada imagen en esta fiesta grande de la patrona de nuestra ciudad", indicó en el inicio del acto el obispo. "Nos honramos hoy y siempre en la Bienaventurada Virgen María, a la que rendimos culto en la fiesta de su patrocinio sobre nosotros, invocándola como señor y madre nuestra, Santísima Virgen del Mar. La honramos por el mayor de sus títulos, ser madre de Dios hijo, y extendemos su título sobre nosotros como un manto que nos protege", indicó en el inicio de su homilía.

"Acudimos a sus plantas para suplicar su protección, la de nuestra ciudad, como patrona amada, y la de nuestra Diócesis tan extensa como nuestra provincia, en cuyas iglesias se celebra hoy su memoría litúrgica; para encomendarse a su cuidado cuando vuelve a arreciar la enfermedad contagiosa que nos cerca y que amenaza nuestro bienestar", continuó Adolfo González tras la lectura del Evangelio. "Cuando decrece la prosperidad social y la economía que lo sustenta, en espera de una vacuna que la ciencia pueda proporcionarnos, un remedio para vencer un adversario tan irreductible, un virus que ni siquiera el ojo humano ve a simple vista, y sin embargo puede arruinar nuestra vida; tal vez esta pandemia tenaz, persistente, nos ayude a comprender mejor el significado de las palabras de Jesús al tentador: no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. La Virgen está hoy en la catedral para bendecirnos mientras nosotros rendimos homenaje a su divina materniadad".

El oficiante se refirió durante su homilía de casi 20 minutos a la historia de la imagen de la patrona, recordando que "tiene una hermosa historia, porque sobre las aguas del Mediterráneo que bañan nuestras costas, la divina Providencia, apenas iniciado el siglo XVI, nos hizo el regalo de la sencilla y bella, casi ingenua, imagen tallada de la Virgen, que como un salvavidas milagroso vino flotando hasta nosotros para que el salvavidas fuera en verdad causa de nuestra redención, el Niño que traía en sus brazos. Sobre las olas flotaba la sagrada imagen hasta arribar a la playa de Torregarcía, buscando un domicilio de amor para que desde entonces hasta hoy y siempre recibiera el homenaje de los hijos de Almería".

El obispo anuncia el título de 'venerable' para la Hermandad

En el tramo final de la homilía, el obispo anunció un nuevo título que desde ahora se sumará al nombre de la Hermandad de la Virgen del Mar: "Hoy, con gratitud por vuestro servicio al culto de la sagrada imagen de la Santísima Virgen del Mar, quiero agradecer en vosotros la historia secular de devoción amorosa de nuestro pueblo a nuestra Señor, y por eso, añadir al título de vuestra hermandad una cuenta más de amor que evoque las cuentas del rosario que le dedicáis, y así llamaros en adelante 'muy Antigua, Pontificia y Real, Ilustre y Venerable Hermandad de la Santísima Virgen del Mar'"

A continuación, el máximo responsable de la Diócesis de Almería hizo una petición pública a los hermanos de la Hermandad de la patrona: "convencido de vuestra obediencia a la iglesia y a vuestro pastor, os pido que todos secundéis con fe y entrega la renovación necesaria de vuestra asociación de fieles, a la que os convoco a todos, superando discrepancias y criterios para aunar esfuerzos, para que así todo redunde a la mayor gloria de Dios y de la Santísima Virgen del Mar"