Almería, la provincia con más abandono escolar de España

Uno de cada tres jóvenes deja los estudios sin titulación

El absentismo escolar se expande en Almería de los barrios pobres a los acomodados

Vista desde el exterior de un patio de instituto en el que los jóvenes conversan. / DDA

Almería lidera el ranking provincial del abandono escolar temprano en España. Según un estudio elaborado por la Universidad de Viena y la UNED, basado en los Censos de Población y Vivienda, la tasa en la provincia alcanza el 32,9%, el dato más alto del país.

Este porcentaje significa que uno de cada tres jóvenes almerienses de entre 18 y 24 años ni estudia ni ha completado estudios postobligatorios. Es decir, carece de titulación más allá de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y no participa en ninguna actividad formativa.

La cifra contrasta con el conjunto de España, donde el abandono escolar se sitúa en el 18,5%. En el extremo opuesto del mapa está Guipúzcoa, con solo un 7,5%, lo que revela una brecha territorial de más de 25 puntos porcentuales.

El informe destaca que Almería no solo tiene la tasa más elevada de 2021, sino que ya partía de niveles muy altos en 2011, consolidando una tendencia estructural. Hace una década, el abandono ya era del 41,7%, el más alto de Andalucía.

Pese a que se ha reducido 8,8 puntos en diez años, Almería sigue siendo la provincia más vulnerable a este fenómeno. La caída ha sido más lenta que en otras zonas del sur, como Córdoba o Cáceres, donde el descenso ha superado los 18 o 20 puntos.

Especialmente grave es el dato si se analiza por género: el 38,4% de los hombres de entre 18 y 24 años en Almería estaban fuera del sistema educativo en 2021, frente al 27,1% de las mujeres. La diferencia de género, aunque habitual, es aquí particularmente marcada.

Los autores del estudio señalan una combinación de factores que explican esta situación: peso del sector agrícola, alto desempleo juvenil, inmigración reciente y bajo nivel educativo familiar. Todos ellos se combinan para formar una tormenta perfecta.

Uno de los indicadores clave es el nivel de estudios de los padres. En Almería, el porcentaje de jóvenes cuyos progenitores no tienen estudios universitarios es elevado, lo que disminuye las probabilidades de continuidad académica.

A esto se suma una mayor incidencia de familias no nucleares. El informe muestra que los jóvenes que no conviven con ambos progenitores tienen más riesgo de abandono, y en Almería este tipo de estructura familiar es más frecuente que en otras provincias.

Además, la población inmigrante joven tiene más dificultades para continuar su formación, especialmente si se incorporan tarde al sistema educativo español. Almería presenta un porcentaje significativo de jóvenes nacidos fuera de España, especialmente de origen africano y latinoamericano.

El informe incluye un ejercicio de estandarización que simula qué ocurriría si Almería tuviera la misma composición sociodemográfica que el conjunto de España. El resultado es revelador: la tasa de abandono bajaría 4,6 puntos, lo que demuestra el peso del “efecto composición”.

No obstante, ni la composición social ni el contexto laboral explican todo. El documento también sugiere deficiencias estructurales en el sistema educativo de la provincia, como menor dotación de recursos o falta de medidas de refuerzo educativo eficaces.

A pesar de estas carencias, Almería carece de una facultad de Educación o de Medicina, lo que impide desarrollar vínculos formativos estables con el entorno universitario y limita el arraigo académico.

Otro dato preocupante es que el abandono escolar en Almería afecta tanto a áreas urbanas como rurales, lo que demuestra que el fenómeno trasciende la dicotomía ciudad-campo y afecta al conjunto de la provincia.

En comparación con provincias vecinas, la diferencia es abismal. Córdoba tiene una tasa de abandono del 15,8%, casi la mitad. Incluso Jaén, con un 20,1%, o Málaga (17,9%) están por debajo de la media nacional.

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