Un gran ficus amenaza a un centro infantil de la Avenida Cabo de Gata

Un ficus de grandes dimensiones se ha convertido en una auténtica amenaza para un centro infantil de la Avenida Cabo de Gata de la capital. Sus ramas están a escaso medio metro de la fachada por donde se accede a la escuela de bebés y la caída de trozos del árbol es constante, especialmente cuando el viento es más fuerte, algo que es habitual en esta parte que da al mar en la zona de Las Almadrabillas.

La magnitud del ejemplar es tal, que ya incluso se ha extralimitado y ha accedido a interior de las instalaciones deportivas de EGO en la parte más alta, donde se ubican las pistas de padel y de tenis. Una imagen vale más que mil palabras y la invasión se puede apreciar a simple vista.

Sus robustas raíces han reventado, una vez más, el armazón de cemento y piedras que el Ayuntamiento, a través de la empresa concesionaria de Parques y Jardines, construyó a su alrededor para sujetarlas de alguna forma y evitar crecieran de forma libre y acabaran levantando la acera.

Los padres temen cualquier accidente

La situación en la que se encuentra este gigantesco árbol ha llegado hasta el punto de que los padres de los alumnos del centro infantil temen que pueda ocurrir un accidente cuando acuden a dejar o a recoger a sus hijos.

Sin ir más lejos, el mismo día del fatal accidente en el que dos personas fallecieron tras caerle encima una palmera en esta misma avenida, dos ramas de grandes dimensiones también cayeron a plomo al suelo en la puerta de esta escuela infantil donde están matriculados bebés de 0 a 3 años. Las ramas golpearon en un brazo a una madre que en ese momento esperaba para recoger a su hijo. Los hechos ocurrieron segundos antes de que, unos metros más adelante, la palmera se partiera por la mitad de su tronco y cayera sobre el conductor de una moto y un coche en el que viajaban dos personas.

Afortunadamente, el incidente con las ramas del ficus en la puerta de la escuela infantil no llegó a provocar heridos. Sin embargo, desde el centro, su directora, con la que ha hablado Diario de Almería, asegura que “es un auténtico peligro que este árbol siga con las dimensiones que tiene”, por lo que ha solicitado al Ayuntamiento de Almería que se proceda a su poda lo antes posible.

Otros problemas que también generan inseguridad

La zona, además de estar amenazada por el gran ficus, sufre otro tipo de problemas con los que las familias que acuden al centro educativo, los vecinos de los edificios residenciales y los dueños de los bares y restaurantes tienen que lidiar diariamente. Por un lado la falta de luz. Hay farolas que no tienen bombilla, y la que sí la tiene ha sido literalmente engullida por el ficus, lo que hace el lugar sea lúgubre y con sensación de inseguridad.

A esto se suma la presencia de varios indigentes que se dedican a pedir dinero a los ciudadanos que estacionan sus vehículos en los aparcamientos públicos de allí. Han hecho de este ficus, del parque infantil de Las Almadrabillas y de las zonas verdes su hogar. Allí duermen, beben alcohol, consumen sustancias estupefacientes, se pelean entre ellos por el control de los estacionamientos, hacen sus necesidades a la vista de todos los viandantes en la vía pública, e incluso se han apoderado de una arqueta que hace las veces de ropero. En ella guardan ropa, zapatos, una maleta y un colchón que sacan durante la noche, como han explicado testigos a este periódico, y lo guardan de día para que si se acerca la Policía no se lo quite.

Los vecinos aseguran sentirse impotentes ante semejante situación. Y la directora del centro educativo infantil dice que sus llamadas a la Policía y al Ayuntamiento son constantes para intentar atajar el problema que persiste desde hace años.