Diez años de abandono, errores y despropósitos

La concesionaria acumula decenas de requerimientos de las dos últimas corporaciones por incumplientos en el servicio

Lápidas abandonadas en el camposanto de Cabo de Gata.
I. Gómez / Almería

02 de julio 2008 - 01:00

Los problemas en la gestión de los cementerios no son de ahora y se remontan a la corporación en la que Juan Megino fue alcalde de la ciudad y decidió privatizar este servicio público. La UTE Ceal se llevó la concesión de gestión de los cinco cementerios de Almería y tan sólo cinco años después ya hizo formal su petición de romper el acuerdo contractual. Arancha Locubiche, concejal socialista, fue la primera en sufrir una serie de errores y despropósitos en la gestión de los camposantos, por la indisposición de los nichos. En el cementerio de El Alquián, por ejemplo, se habían construido 200 y no pudieron usarse hasta tiempo después por falta de una licencia de ocupación.

Y es que Ayuntamiento por Ceal y Ceal por Ayuntamiento se han venido echando en cara toda una serie de incumplimientos y ya con el gobierno del PP-Gial tuvieron que torear con los cementerios sin mucho éxito las concejalas María Muñiz, Rosario Soto y por último Rafaela Abad. De momento nadie le ha plantado cara al problema en cuestión y desde el equipo de gobierno se han limitado a hacer todo tipo de requerimientos a una empresa que ni está ni se le espera por lo menos en Almería. Les han llamado la atención por el mal estado de los laterales de los nichos y encalados (algunos estaban sin tapar) en el camposanto de San José, por la falta de mantenimiento de las fachadas en La Cañada, El Alquián, Cuevas de los Medinas y Cabo de Gata y porque en los cinco cementerios cuentan con lápidas en el suelo e incluso nichos en estado ruinoso. De hecho, fue este periódico el que hizo público el depósito de restos humanos en una escombrera, lo que llevó al Ayuntamiento a abrir una investigación para esclarecer las prácticas de la gestión de Ceal.

Según el equipo de gobierno municipal, la empresa ha incumplido desde un primer momento el pliego de condiciones acordado en su día y el mejor ejemplo es que no se ha ejecutado buena parte de lo que se proyectó en el Plan Director de los Cementerios. El horno crematorio es uno de los ejemplos más claros, un servicio que se comenzó a proyectar en el año 2000 y que todavía no existe. En los últimos meses se han ido sucediendo todo tipo de errores, polémicas y despropósitos. En La Cañada, según denuncian los vecinos, el mismo nicho ha llegado a acoger hasta doce cadáveres y en la capital se viene denunciando que se exhuman los cuerpos a los 10 años aunque las familias paguen para cincuenta.

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