Lo que ganan los almerienses según su código postal: los barrios más y menos adinerados
Los datos del IRPF de 2023 por códigos postales muestran cómo el origen del ingreso —trabajo o capital— define la diferencia entre los barrios de Almería
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La renta parte a la capital de Almería en dos ciudades distintas, dejando una brecha palpable donde el origen del ingreso define por completo la capacidad económica de cada barrio. Los datos más recientes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del año 2023 por códigos postales desvelan que la capital almeriense se divide no solo por cuánto ganan sus vecinos, sino fundamentalmente por la fuente de ese dinero: trabajo asalariado frente a capital e inversión. Mientras la gran mayoría de los almerienses obtiene sus ingresos de una nómina, la capacidad de multiplicar el dinero mediante actividades económicas y rentas de capital se concentra de forma abrumadora en el centro urbano.
El informe fiscal es contundente al mostrar que el 79,8% de los ingresos de los hogares capitalinos procede de una relación laboral asalariada, una cifra que demuestra la fuerte dependencia de la ciudad del empleo por cuenta ajena. Por otro lado, solo el 6,9 % de la renta entra por actividades económicas (autónomos, comercios y pequeños negocios) y un 5,2 % del capital financiero o inmobiliario, que engloba beneficios de inversiones, alquileres o patrimonio. La clave de la desigualdad reside en la distribución geográfica de este capital, que en ciertos códigos postales multiplica la renta disponible frente a las zonas que solo dependen del trabajo.
El mapa fiscal de la riqueta en Almería
El mapa fiscal de la riqueza dibuja un eje de prosperidad que se extiende desde el Centro hasta el Zapillo. El barrio Centro–Rambla–Catedral encabeza la lista con una renta disponible media que alcanza los 32.070 € anuales, una cifra que se explica porque las rentas de capital y de actividades económicas suponen un espectacular 27,8 % del total de sus ingresos. Esta proporción es más del doble de la media municipal, lo que confirma que en el corazón de la ciudad el dinero no solo se cobra, sino que se invierte y se multiplica de forma activa.
Muy cerca de este eje de capital se sitúa la zona de Oliveros–Santa Rita, donde la renta disponible se mantiene en unos altos 28.755 €. Aquí, el peso del capital también es significativo, alcanzando el 21% de los ingresos totales. Este alto porcentaje es un claro reflejo de un tejido urbano sólido, compuesto principalmente por propietarios, autónomos consolidados y un importante número de pequeños y medianos empresarios que contribuyen a sostener la economía local.
La radiografía de la desigualdad se hace más cruda al moverse a los extremos de la escala de ingresos. Barrios como La Chanca–Almedina (17.504 €) y La Molineta–Los Ángeles (18.186 €) viven en la práctica casi exclusivamente del esfuerzo laboral. En estas zonas, más del 85 % de los ingresos proviene directamente del salario o de pensiones contributivas, dejando a las rentas de capital en cifras que apenas superan el 8 % del total, una diferencia abismal.
Esta baja presencia de inversión privada y de actividades económicas propias convierte a estos códigos postales en áreas con fuerte dependencia de las prestaciones públicas y con un empleo que, generalmente, es más precario. El capital actúa como un colchón y un motor de crecimiento que está prácticamente ausente, limitando de forma drástica la capacidad de ahorro y de inversión de sus vecinos en la comarca de la capital.
Entre estos dos polos claramente diferenciados se posiciona una clase media trabajadora en distritos como Barrio Alto–Altamira (24.122 €) y Nueva Andalucía–Los Molinos (23.556 €). En estas áreas se mantiene un equilibrio más estable entre la estabilidad laboral y el pequeño negocio familiar. Las actividades económicas aportan cerca de un 10 % de los ingresos, una proporción que es suficiente para sostener un consumo más regular y dinamizar la economía de la ciudad.
El centro de Almería, ganancias por capital
La diversidad económica es directamente proporcional a los niveles de renta que se registran. En el centro, el dinero es un flujo constante que circula entre nóminas elevadas, locales comerciales, alquileres de viviendas y dividendos, lo que garantiza un dinamismo constante. En la periferia, sin embargo, la economía se paraliza a la espera del sueldo mensual, como se observa en El Puche–Torrecárdenas, donde el 85,7 % de los ingresos solo proviene del trabajo y el capital apenas suma un 9,6% del total.
En las zonas de litoral y agrícolas del término municipal, la estructura de ingresos muestra variaciones interesantes. La barriada de Retamar (25.412 €) consigue combinar con éxito a familias de asalariados con el negocio de los autónomos ligados al turismo y la hostelería. Por su parte, la franja agrícola, con El Alquián y La Cañada–Costacabana, destaca porque el capital que proviene de los negocios familiares y la actividad agraria alcanza una notable cifra del 22 % al 26 % del total, reflejando su propia dinámica productiva.
El análisis global del IRPF confirma un patrón común a otras capitales medianas de Andalucía: una economía que se sustenta en el empleo asalariado y una distribución desigual del patrimonio y la inversión. El capital es el gran marcador de la desigualdad en Almería: donde hay capacidad de inversión, la renta de los hogares se dispara; donde solo existe la renta del trabajo, la fragilidad económica se convierte en la tónica dominante.
La brecha de renta ha ido creciendo de forma constante durante la última década, registrando un aumento del 8,9 % entre los códigos postales. Los datos demuestran que las rentas procedentes del capital han aumentado significativamente en los barrios más acomodados, mientras que los ingresos puramente laborales apenas han experimentado mejoras en los distritos más humildes de la capital. La desigualdad, por tanto, no es solo de cuánto se gana, sino de la forma en que se genera la riqueza.
Peso del trabajo, capital y rentas exentas por barrios (IRPF 2023)
Centro–Rambla–Catedral → 63,9 % trabajo · 27,8 % capital + actividades · 3,0 % exentas
Oliveros–Santa Rita → 75,8 % trabajo · 21,0 % capital + actividades · 3,1 % exentas
Zapillo–Cortijo Grande–Ciudad Jardín → 79,6 % trabajo · 16,8 % capital + actividades · 3,4 % exentas
Barrio Alto–Altamira–Montserrat → 81,6 % trabajo · 14,4 % capital + actividades · 3,9 % exentas
Nueva Andalucía–Los Molinos → 85,6 % trabajo · 10,5 % capital + actividades · 3,8 % exentas
La Molineta–Los Ángeles → 86,3 % trabajo · 8,2 % capital + actividades · 4,9 % exentas
El Puche–Torrecárdenas–Las Chocillas → 85,7 % trabajo · 9,6 % capital + actividades · 4,6 % exentas
La Cañada–Costacabana–Loma Cabrera → 76,1 % trabajo · 22,0 % capital + actividades · 4,0 % exentas
El Alquián → 72,7 % trabajo · 26,4 % capital + actividades · 4,8 % exentas
Retamar → 78,3 % trabajo · 18,0 % capital + actividades · 3,7 % exentas
Cabo de Gata–Rambla Morales → 73,6 % trabajo · 22,1 % capital + actividades · 4,0 % exentas
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