De la basura a la vida: un jardín de dignidad entre las chabolas de Níjar

Vecinos del asentamiento de Atochares y voluntarios llegados de Madrid han transformado un foco de insalubridad en un "espacio de vida"

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Dos miembros del SJM en el poblado chabolista. / Carlos Barba/EFE

Donde hace tres años hubo un incendio y hasta hace unos días se acumulaban montañas de residuos, hoy crecen romero, lavanda y tomillo. Vecinos del asentamiento de Atochares y voluntarios llegados de Madrid han transformado un foco de insalubridad en un "espacio de vida", una metáfora de la resistencia de quienes habitan la huerta de Europa.

La intervención, impulsada por la propia comunidad y coordinada por el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), ha permitido retirar grandes volúmenes de basura en la zona de Don Domingo de Arriba. "Hemos sacado cosas que llevaban meses enterradas bajo la basura y las cenizas", explica uno de los vecinos sobre una limpieza que ha llenado varios contenedores industriales facilitados por el Ayuntamiento de Níjar.

Voluntarios y residentes participan en el cuidado del huerto. / Carlos Barba/EFE

Más allá de la mejora visual, la acción responde a una emergencia sanitaria. Un informe reciente de la Fundación Comunitaria Almería Tierra Abierta alertaba de que estos asentamientos incumplen todos los estándares de salud pública nacionales e internacionales. "No se trata de estética: es salud pública. Hablamos de plagas, riesgo de incendios y contaminación", subrayan desde el equipo técnico del SJM.

Mientras se avanza en la Estrategia Andaluza para la Erradicación de los Asentamientos (EASEN) —que contempla soluciones habitacionales dignas—, acciones como esta buscan "garantizar condiciones mínimas de salubridad hoy, no dentro de diez años".

 Del invernadero a la limpieza

La limpieza ha contado con un refuerzo especial: un grupo de 17 jóvenes voluntarios del Colegio Sagrada Familia de Madrid, vinculados a la labor histórica de las Hermanas Mercedarias de la Caridad.

Sin embargo, el motor principal ha sido la propia comunidad migrante. Khadija Jilok, técnica de intervención del SJM en la zona, destaca el compromiso de los residentes: "La respuesta fue superpositiva. Hay algunos que venían directamente con la ropa del trabajo y pasaban las tardes aquí ayudando; incluso la mitad del material lo han aportado los propios chavales".

Jóvenes, voluntarios y residentes llevaron a cabo la limpieza. / (C) Servicio Jesuita a Migrantes (SJM)-Almería

"Al principio me quedé impactada, no sabía cómo gestionar las emociones", relata Nuria, una de las voluntarias madrileñas de 22 años, quien destaca que acabaron compartiendo con los residentes "el mismo lenguaje: el de querer una vida plena". Juanjo, de 18 años, subraya el "sentimiento de comunidad" al trabajar codo con codo "para mejorar lo que es su hogar".

"La vista se ha vuelto hermosa", resume Radouane, uno de los residentes en Atochares, agradecido tras ver cómo las montañas de residuos que rodeaban sus infraviviendas han dejado paso a un espacio limpio.

 Un huerto sobre las cenizas

En la parcela arrasada por el fuego en 2021, la comunidad ha plantado un jardín con especies autóctonas resilientes (chumberas, arbustos xerófilos). "Es importante ver algo verde donde antes había fuego; nos recuerda que este lugar también puede mejorar", incide uno de los residentes.

Fue recogida una gran cantidad de basura. / (C) Servicio Jesuita a Migrantes (SJM)-Almería

"Le llamamos huerto, pero en realidad es una solución a largo plazo: plantar aromáticas para que los vecinos no sigan tirando residuos y no nos volvamos a encontrar con el mismo problema en dos meses", detalla Jilok.

Pero esta limpieza no es un hecho aislado. Según explica el SJM, responde a una dinámica de trabajo sistemático ya implantada en otros enclaves como el asentamiento de 'El Hoyo' (Barranquete). Allí, los propios residentes, con apoyo de organizaciones como Almería Acoge, Cepaim o el SJM, organizan colectas periódicas para costear la retirada de residuos y mantener la higiene.

Una acción que busca dignificar las condiciones de vida de aquellos que menos tienen: los olvidados por la administración y la práctica totalidad de sus conciudadanos.

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