Cae en Huércal-Overa una trama que estafaba con contratos falsos de luz usando la identidad de una vecina
Los investigados, de Sevilla y Valladolid, emplearon el DNI de una mujer de 67 años para dar de alta suministros y cargarle deudas de hasta 330 euros
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La Guardia Civil de Huércal-Overa ha destapado una estafa en la que se utilizaban datos personales de terceros para abrir contratos de suministro eléctrico fraudulentos. La víctima, una vecina de 67 años, denunció en enero que había recibido una carta de pago de 330 euros por un contrato de electricidad en Ciudad Real que nunca había solicitado.
La investigación permitió descubrir que detrás de la operación se encontraba un trabajador de una empresa de captación de clientes, que habría aportado una fotocopia del DNI de la mujer junto con un documento interno falso que simulaba su consentimiento para el alta.
El fraude se completaba con la participación de un segundo individuo, vecino de Sevilla, que facilitaba una línea telefónica con la que se validaban las altas. Entre ambos lograron formalizar un contrato a nombre de la víctima y estaban en trámites de activar otros cinco, que pudieron ser paralizados gracias a la denuncia presentada a tiempo.
La Guardia Civil ha investigado como presuntos autores a J.C.O.C., de 60 años y residente en Valladolid, y M.A.R., de 47, vecino de Sevilla, a quienes se atribuyen delitos de usurpación de estado civil y falsedad documental. La actuación ha contado con la colaboración de las comandancias de Valladolid y Sevilla.
Las diligencias han sido remitidas al Tribunal de Instancia de Huércal-Overa, que continuará con el procedimiento judicial.
Desde la Comandancia se recuerda que este tipo de delitos forman parte del auge de la ciberdelincuencia, que ha incrementado las denuncias en la provincia en los últimos tiempos. Los agentes aconsejan a la ciudadanía extremar precauciones: no facilitar datos personales en llamadas comerciales sin comprobar antes la identidad de la empresa, no realizar pagos por vías distintas a las habituales y revisar periódicamente los movimientos bancarios para detectar cargos no autorizados.
El caso refleja cómo el uso indebido de la identidad personal se ha convertido en una vía para cometer estafas que pueden ocasionar graves perjuicios económicos a las víctimas. En esta ocasión, la rápida reacción permitió frenar nuevas contrataciones que habrían multiplicado el daño.
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