medio ambiente

Restauran balates en Cabo de Gata para frenar la erosión de los suelos y retener carbono

  • Ayuda a frenar la pérdida y el empobrecimiento del suelo

  • Secuestran dióxido de carbono y regulan los ciclos de agua 

Trabajo desarrollado en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar para la creación de balates.

Trabajo desarrollado en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar para la creación de balates.

Los balates son unos pequeños muros construidos con piedras en terrenos abruptos o en pendiente, que permiten crear un terraplén estrecho, en forma de bancal o terraza agrícola. Y el proyecto Life Adaptamed trata de mirar al pasado para corregir defectos de presente y futuro. Así que, tal y como explican desde este importante proyecto, “frente a la dificultad de llevar a cabo una agricultura y cultivos convencionales en terrenos rocosos de gran desnivel, frecuentemente castigados por la erosión, los balates permiten ganar suelo creando un espacio fértil que aprovecha las precipitaciones y retiene las aguas superficiales, pero mantiene la biodiversidad y retiene carbono”, explica Javier Gallego, profesor de la UAL e investigador del proyecto.

Como muros de mampostería, los balates son construidos en seco, encajando las piedras entre sí sin emplear argamasa y rellenando el interior con pequeñas piedras o ripios a modo de carga. Las piedras, que habitualmente supondrían un escollo para cultivar el terreno, son en cambio aprovechadas en esta construcción.

Balates construidos en la ladera de un cerro junto a Los Escullos. Balates construidos en la ladera de un cerro junto a Los Escullos.

Balates construidos en la ladera de un cerro junto a Los Escullos. / Rafael Espino (Cabo de Gata (Almería))

Según Rafael Yus Ramos, de GENA-Ecologistas en Acción, “tomando como ejemplo la construcción de un bancal de unos 3 metros de altura (la anchura dependerá de la pendiente), el proceso se inicia labrando una zanja de unos 50 cm que actuara´ de “cimiento”. En esta zanja se encajan las rocas más grandes. Encima, y con una anchura de unos 50 cm se va colocando 2-3 hileras de rocas medianas, procurando que la cara más plana quede fuera y que encajen bien, formando la cara”.

También en las Alpujarras en el espacio natural de Sierra Nevada y en la comarca de la Axarquía, este sistema, introducido por los árabes, ha sido empleado desde hace siglos por los agricultores para proteger la delgada cubierta vegetal. En estas comarcas, las violentas lluvias torrenciales propias de la climatología mediterránea suponen un alto riesgo de erosión y deslizamiento de suelos causado por las inundaciones y la escorrentía. Gracias a su sistema de drenaje, los balates permiten aumentar la infiltración de las aguas y almacenarlas para su uso en el riego natural.

El Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar cuenta con uno de los índices de precipitación más bajos de la Península. La escasez de recursos hídricos y de suelo cultivable junto con la poca profundidad de sus suelos y los fuertes procesos erosivos están provocando un abandono de los cultivos tradicionales, en favor de la expansión de la agricultura intensiva y los invernaderos, centrados en el cultivo del tomate, el calabacín, los pimientos y melones.

Los balates de piedra seca fueron incluidos como Patrimonio Inmaterial de la humanidad. Los balates de piedra seca fueron incluidos como Patrimonio Inmaterial de la humanidad.

Los balates de piedra seca fueron incluidos como Patrimonio Inmaterial de la humanidad.

El desarrollo de esta agricultura intensiva en las comarcas limítrofes del Parque Natural, como en el Campo de Níjar, pueden aumentar la presión que ejerce sobre la zona protegida por el intento de aumentar la superficie cultivable, como señala el Plan de Desarrollo Sostenible del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar (2011)

En este sentido, la restauración de los balates como parte del proyecto LIFE Adaptamed pretende proteger el suelo del Parque Natural, no sólo por sus beneficios para la agricultura, sino también por contribuir a la capacidad de este ecosistema de secuestrar dióxido de carbono y regular los ciclos de agua, tan importantes en el actual escenario de cambio climático. Próximamente, el proyecto LIFE Adaptamed pondrá en marcha técnicas de manejo agrario y pastoreo tradicionales como medidas complementarias.

En Cabo de Gata, los balates han sido utilizados para el cultivo tradicional en secano de cereal, motivo por el cual se observan tantos molinos hoy en día. Estos cultivos tradicionales son el refugio de aves esteparias como la ganga ortega (Pterocles orientalis), la codorniz (Coturnix coturnix) o el alcaraván (Burhinus oedicnemus), así como de especies cinegéticas como la perdiz (Alectoris rufa). Por otro lado, los balates de piedra seca también sirven de refugio a fauna, especialmente reptiles e invertebrados, pero también aves que utilizan sus huecos para nidificar.

El arte de construir muros en piedra seca, tradicional en zonas rurales de España y otros países de europeos como Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Eslovenia y Suiza, fue inscrito en noviembre de 2018 por la Unesco en su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La Revista El AFA publicó un extenso reportaje sobre la Piedra Seca en Almería, estableciendo sus particularidades y haciendo un amplio recorrido por diversos ejemplos en la provincia.

El estudio explica que el territorio almeriense está atravesado por múltiples sierras (Nevada, Gádor, Filabres, María, Alhamilla, Cabrera, Calar y Estancias, Almagrera, Almagro, Gata…) con variados suelos y altitudes. Esta verticalidad obliga a la construcción de una extensa escalera de balates que además de servir de soporte agrario, almacenan los paquetes de tierra que mejoran la biodiversidad y frenan la erosión en un ejemplo de relación equilibrada entre el ser humano y la naturaleza, motivo este en el que se sustenta parte de la declaración como Patrimonio de la Humanidad. Este hecho en Almería encuentra su máximo exponente en paisajes agrarios como los de Ohanes, Abrucena, Bayárcal, Paterna, Laroya, Velefique, Senés, Castro de Filabres, Olula de Castro, Lubrín, Benizalón, Bacares o Chercos.

También en los múltiples paisajes parraleros que durante el siglo XIX y buena parte del XX colonizan las vegas y piedemontes de la provincia dando lugar a una nueva expansión de los paisajes de piedra sustentados ahora por la rentabilidad del nuevo monocultivo de la uva de barco cuya demanda y precio en los mercados internacionales va a propiciar un expansión por toda la provincia de la que Sorbas también participa reconvirtiendo vegas tradicionales, ampliando los cultivos de los cauces mediante nuevas conducciones que colonizan los espacios más altos o generando cultivos parraleros de nuevo cuño.

Almería alberga una variada gama de soluciones constructivas en piedra seca donde quedan representadas buena parte de las presentes en el ámbito mediterráneo debido a la diversidad de suelos, climas, altitudes, espacios, técnicas y legado cultural. Una obra conformada por los miles de balates que aterrazan las sierras, los paisajes del agua armados en torno a los sistemas hidráulicos y el resto de construcciones tradicionales del ámbito rural.

Tipos de construcciones con piedra seca

El tipo de construcciones encontrados en la provincia dentro de las construcciones agrarias son balates de ladera, cañadas, vegas, muros y cercas, majanos y paravientos.

Como parte de las estancias agropecuarias: refugios, corrales ganaderos de la sierra, palomares y cuevas y majadas.

En las viviendas se encuentran construcciones de piedra seca en paredes, contrafuertes y vanos, cubiertas de aleros, solerías, solanas y secaderos, trojes, fresqueras y alacenas, neveros domésticos, respiraderos o zanjas, placetas y porches, postes y poyos u hornos de pan.

Las construcciones en los corrales tienen que ver con las eras; mientras que en las construcciones hidráulicas nos encontramos con Sistemas de captación, azudes, presillas, cortas, boqueras, galerías drenantes y pozos tradicionales; como sistemas de distribución existe construcciones de acequia madre, acueductos elevados, partidores, lavaderos, sistemas de almacenamiento, balsas y pilas y pilones.La piedra seca también se ha utilizado en sistemas de evacuación: sangradores, galerías de drenaje, sistemas de defensa, muros contra avenidas, topes y ralentizadores, Acequias de careos, Cocones de piedra, pozos de nieve y paisajes singulares del agua.

En los caminos tradicionales se les ha dado usos tales como en hitos y lindes, mojones y cercas, hormas de separación, piedras referenciales y piedras escritas.

Y existen otras construcciones tales como molinos y almazaras, centros y elementos rituales, puestos de caza, Construcciones militares u hornos.

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