La nueva central de tráfico, con cámaras y sanciones en calles peatonales, se atasca

La nueva central de tráfico y el servicio de control y mantenimiento de los semáforos de la ciudad sigue inmersa en los pasos administrativos para su adjudicación, lo que ha obligado al Ayuntamiento de Almería a prorrogar, otra vez, el contrato con la actual concesionaria, la empresa Acisa. El equipo de gobierno ha recibido un informe de fiscalización con tirón de orejas incluido, ya que la continuidad de la mercantil se concede fuera de plazo. Vencía el 30 de abril, una "irregularidad administrativa clara".

La explicación que figura en el acta de la Junta de Gobierno en la que recientemente se ha aprobado la prórroga de Acisa, desde el 1 mayo hasta el 31 de julio, alega complicaciones desde que fuera iniciado el expediente para la contratación de la nueva central de tráfico, valorada en casi 2,2 millones de euros. "El proceso de redacción técnica ha sido objeto de innumerables requerimientos, rectificaciones y mejoras, siempre a instancias del Servicio Jurídico del área de Hacienda, lo que ha conllevado a una más que notable dilación en este alambicado trámite", justificación a la que añaden la "correlación con los medios técnicos y humanos existentes" en el área de Seguridad, Movilidad Urbana y Plan Estratégico", a tener en cuenta al valorar"la eficacia y eficiencia". Confían, no obstante, en que "muy pronto podamos contar con un nuevo contrato".

El equipo de gobierno aborda la última fase de la licitación a la que han concurrido siete empresas interesadas en hacerse con este servicio que traerá importantes novedades e incluso cambio de hábitos. Una de ellas es la instalación de un sistema de cámaras de control de accesos, similar al implantado en el casco histórico de Granada, que, mediante lector automático de matrículas, permitirá sancionar a los vehículos no autorizados a circular por dichas calles.

La empresa que resulte adjudicataria de los servicios tendrá que hacer entrega al Ayuntamiento "llave en mano" -como recoge el propio pliego de condiciones técnicas- del suministro, instalación, configuración y puesta en marcha de la citada solución de control de accesos con "detección y lectura automática de las matrículas de los vehículos que accedan a las zonas peatonales". El sistema, que sustituirá a las actuales pilona escamoteables, estará compuesto por diez cámaras, con leds infrarrojos cuyo alcance tendrá por mínimo 30 metros, con fibra óptica y un software que permita trasladar la lectura de matrículas al Centro de Control de Tráfico, ubicado en la Jefatura de la Policía Local.

Cuatro cámaras estarán situadas en las intersecciones de Javier Sanz con las calles Padre Santaella, Minero, Zaragoza y Méndez Núñez. En el cruce de esta vía con el Paseo de Almería está prevista la instalación de otra cámara, a las que se sumarán los siguientes puntos: plaza Marqués de Heredia con calle Lachambre; calle Poeta Villaespesa con el Paseo; y la calle Juan Lirola estará controlada con tres cámaras, una en su intersección con Alcalde Muñoz, y otras dos con calle González Garbín, ascendente y descendente.

El sistema de análisis e identificación de matrículas estará integrado en una plataforma de vídeo inteligente, que permitirá el reconocimiento automático de las matrículas y el envío de las que no estén autorizadas al sistema de generación de denuncias del Ayuntamiento y emisión de sanciones.